EL MINERAL COCINA DE MÉXICO — Restaurant in Jalisco

Desde nuestra llegada, la experiencia en El Mineral fue interesante. Para ingresar, se debe subir por un pequeño elevador, lo que ya añade un toque diferente. Al llegar, el personal nos recibió de manera muy amable y profesional, asignándonos rápidamente nuestra mesa en el área de la terraza, como habíamos solicitado. La decoración del lugar es realmente atractiva: mezcla detalles modernos con elementos inspirados en una mina, incluyendo una cava subterránea visible al caminar hacia los baños, lo que en conjunto genera una atmósfera muy original.

Como entrada, pedimos el chicharrón de rib eye, el cual marcó el inicio de nuestra experiencia gastronómica. El platillo se acompañaba de salsas —una roja y una verde—, siendo esta última particularmente deliciosa. Sin embargo, la carne estaba empanizada, lo cual, en nuestra opinión, le restaba protagonismo al sabor natural del rib eye. Otro detalle fue que las tortillas que acompañaban el platillo originalmente eran azules, pero al solicitar un par adicionales, nos llevaron tortillas de maíz blanco comunes, lo que afectó un poco la presentación y coherencia del servicio.

Como plato fuerte, probamos las costillas bañadas en mole rosa. El mole fue, sin duda, lo más destacado del platillo: sabroso y bien logrado. No obstante, la carne estaba sobrecocida, lo que la hizo perder jugosidad. Afortunadamente, la presentación fue impecable, y el puré que servía de base ayudó a equilibrar los sabores.

También pedimos el salmón al mezcal, el cual fue el platillo mejor logrado de la velada. Estaba en su punto exacto de cocción, con un emplatado muy bien cuidado y acompañamientos perfectamente balanceados. Las verduras cocidas tenían una textura ideal, y el toque de ajo en uno de los acompañamientos estaba perfectamente medido. En resumen, un platillo exquisito.

Para cerrar, pedimos carajillos, aunque hubo una complicación en la barra. Como compensación, nos ofrecieron un par de Baileys de cortesía mientras resolvían el pedido. Finalmente, llegó el carajillo, pero lamentablemente no cumplió con nuestras expectativas: el sabor era más el de un café con licor del 43 que el de un auténtico carajillo.

En cuanto al servicio, fue uno de los puntos más destacados. Los meseros se mostraron atentos, abiertos a recibir retroalimentación y dispuestos a mejorar. Comentamos nuestras observaciones en el momento, porque sinceramente creemos que el restaurante tiene mucho potencial. La propuesta de cocina zacatecana que ofrecen es interesante, y con algunos ajustes podrían convertir la experiencia en algo verdaderamente envolvente.

Finalmente, una recomendación sería mejorar la vajilla: algunos platos de plástico se veían desgastados por el uso, lo cual desmerece la presentación. Optar por materiales más elegantes como porcelana podría realzar los...

El restaurante El Mineral es un auténtico tesoro escondido. Desde el momento en que entras, te envuelve una atmósfera cálida y acogedora, perfecta para disfrutar de una velada inolvidable. La comida es simplemente espectacular, con una variedad de platillos que destacan por su sabor y presentación impecable. Cada bocado es una experiencia culinaria que deleita el paladar.

Uno de los aspectos más notables de El Mineral es su selección de bebidas. En particular, la "ballenita" merece una mención especial. Esta bebida, a pesar de que no soy un gran fan del vino tinto, tiene un sabor delicioso y equilibrado que conquistó mis sentidos. Es evidente que se elabora con esmero y con ingredientes de alta calidad.

La atención al cliente es otro punto fuerte del restaurante. Alfredo, en particular, se destacó por su amabilidad y profesionalismo. Su conocimiento del menú y sus recomendaciones fueron acertadas y enriquecieron nuestra experiencia. Además, el tamaño de las porciones es generoso, lo cual es un gran plus. Salimos satisfechos y con la sensación de haber recibido una excelente relación calidad-precio.

El Mineral es un lugar que recomiendo sin dudarlo. Tanto la comida como las bebidas, acompañadas de una atención de primera, hacen de este restaurante una parada obligada para los amantes de la buena cocina. Tip: Recuerden que tienen que reservar antes de asistir. Esto es algo que claramente tienen indicado en sus redes sociales, y que varios reviews mencionan como un punto negativo, cuando creo que el revisar este tipo de cosas es responsabilidad de nosotros los comensales,...

Llegamos a este lugar con grandes expectativas, atraídos por su concepto y estilo único. Comenzamos con las sangrías, que resultaron ser completamente neutras. No había nada que las destacara, ni en términos de sabor ni de presentación.

Los tacos de frijol, aunque prácticos y calentitos gracias al tortillero, carecían de sabor más allá de ser bastante grasosos y no nos dejaron una impresión duradera.

Junto con los tacos de frijol, ordenamos una sopa de tortilla que resultó ser bastante olvidable y mediocre. No había nada que la destacara, y su sabor era completamente predecible.

Las flautas de cochinita, por otro lado, estaban rellenas de queso, pero la cantidad era minúscula. La carne que estaba encima de las flautas no parecía ser fresca, y su sabor era completamente ordinario.

Pero el verdadero desastre fueron las enchiladas de mole. El mole, que parecía ser de frasco del super, estaba a leguas de distancia de un mole auténtico y casero. Fue un golpe para nuestra expectativa de sabor y calidad.

Sin embargo, el flan de elote fue un punto brillante en nuestra experiencia. Estaba rico y cremoso, con un sabor balanceado a elote y caramelo.

El servicio fue bueno y siempre amable y atento. Sin embargo, aunque el precio total fue algo accesible no justificaba la calidad de la comida. De nuevo, víctimas de los supuestos "influencers" que inflan las expectativas con su mal paladar y minúsculo...