Este restaurante tipo "come lo que quieras" , se encuentra ubicado en la zona exterior de plenilunio, al lado de mediamarkt.
Hemos ido tres veces, siempre en día de entre semana a cenar y se está muy tranquilo.
Los precios oscilan entre los 13 y 18 euros según día o si es comida o cena. No incluye ni bebida ni postre. La primera bebida cuesta en torno a los 2 euros y a partir de ahí, un euro por consumición.
El sistema del local es el siguiente: Te asignan una mesa, en esa mesa tienes una carta con unos 100 platillos (porque son pequeños) y un impreso en el cual anotas tu pedido, limitado a 5 platillos por comensal por ronda, sin límite estas. Ese impreso, lo recoge un camarero, lo envía a cocina y tras ello, te lo sirve un camarero o bien un simpático robot (la primera hace gracia, luego ya cansa...).
El restaurante está muy bien decorado y todo bastante limpio y organizado.
La agilidad en torno al proceso de anotar, recoger el impreso y servirte es óptima (al menos entre diario, con más volumen de gente habría que verlo).
La comida en la mayor parte de los casos, muy bien y bastante mejor de lo que esperas en este tipo de sitios. Entre esa multitud de platos, tienes de todo tipo... Makis, wok, parrilla, arroces, gyozas. La carta es infinita y puedes acceder a ella, desde la propia web del restaurante.
El personal, creo que en su mayoría apenas habla español y si les preguntas algo que se salga de lo normal, es complicado comunicarse con ellos y pasean por el local, como alma en pena. Pero en lo que realmente importa en este caso... Que te recojan y te sirvan los platos y la bebida cumplen sin problema.
Otro detalle, es la penalización por no comerte algún plato (debe ser algo muy exagerado y repetido imagino, a mi no me ha pasado).
Así que para mi gusto muy bien el sitio, el peor rato lo lleva el estómago, porque con tanta variedad y en la mayor parte de los casos, sorprendente calidad, puedes salir...
Read moreBuffet libre con servicio a mesa de sushi junto al centro Plenilunio. Posiblemente, de las mejores opciones si quieres comer en este centro.
El local es muy bonito, decorado con ambientación selvática, aunque esto no tenga nada que ver con la comida. La comida está bien, a precio de unos 20€ más bebida un fin de semana. Tienen 85 platos incluidos en el buffet, la mayoría de ellos sushi tradicional japonés y platos de cocina china.
La carta es un poco escueta comparada con otros buffets japoneses de la ciudad. Todos los platos son muy estándar, no arriesgan ni hay ninguno propio o que llame la atención, como si pasa en otros buffets semejantes. El sushi tiene bastante arroz, rico y bien cocinado, pero mucho. Poco pescado/arroz. Esto hace que te llenes rápido. También, le ponen mucha salsa a la comida. No tienen ninguna opción vegetariana prácticamente. Destaca como novedosa que tienen una sección de carnes a la parrilla. Se echan en falta todos los platos japoneses más centrados en el producto, sashimis y tatakis quedan prácticamente desterrados de la carta.
Es famoso de este restaurante que tiene un robot camarero. Te atenderá una o ninguna vez. Los camareros de verdad son muy bordes, te entregan los platos sin mirarte, no te respondes y parecen los auténticos robots. Creo que lo hacen a posta, que el restaurante les pide que te traten así, pero es bastante desagradable. Simplemente se acercan a la mesa y arrojan el plato a la misma sin ni siquiera mirarte. Algo a mejorar claramente.
En resumen, un buffet que está bien pero muy lejos del nivel de los mejores de Madrid. Adolece de una carta escueta y que arriesga muy poco y de un servicio mejorable. Además, solo se permiten cuatro...
Read moreEs un restaurante que se aprovecha de su decoración para pretender ser lo que no son y cobrarte por un buffet un precio casi premium. Estamos hablando de 23.90 sin incluir bebida ni postre. Nosotros pedimos dos menús y con la bebida fueron 58€ la cena.
58€ que se fueron en comida fría y seca que parecía cocinada tres días antes. Los onigiris tenían tan poco relleno que sólo sabían a arroz. El arroz estaba duro. El rebozado de la gyozas estaba duro como pan del día anterior. Todos los makis son los típicos de queso philadelphia que puedes esperar en las bandejas baratas de cualquier restaurante de barrio. Le he dado dos estrellas a la comida porque los nigiris de salmón flameado estaban buenos.
Lo peor de todo fue la entraña de ternera, un corte que es muy complicado que sepa mal y ellos consiguieron que supiera peor que un filete de ternera fino quemado y pasado por la nevera.
Lo que me pareció más impactante del restaurante es que el robot que te trae la comida está terriblemente sucio y encima tienes que acariciarlo para que se vaya. Si el reclamo del restaurante que es lo que ve el cliente no lo tienen cuidado, ¿cómo tendrán la cocina?
En cuanto al servicio, parte del personal era agradable y atenta, pero había dos camareros en particular que se pasaron la noche escondiéndose al lado de nuestra mesa para hablar entre ellos a gritos, mirar el móvil y asomarse por la ventana de nuestra mesa invadiendo nuestro espacio personal.
Al precio que está no vale en absoluto lo que cuesta. Hace 2 años estaba a 17.90, precio mucho más razonable para lo que...
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