La Mamona Castellana — Restaurant in Madrid

El lugar es muy bonito, pero como cualquier restaurante que pertenezca a un grupo hostelero y que tiene el dinero para decoración. Techos oscuros, contrastes con madera, plantas, luces led por todas partes y precioso. Nada innovador y que no hayas visto antes. El restaurante huele fenomenal, algo que no sucede en la terraza cubierta que es donde comí pero no importa.

Cosas buenas: Es bonito Hay una cesta de rollos de papel en el baño para que nunca se acabe (gracias) El baño es amplio El restaurante huele fenomenal La atención de los camareros de mesa es excepcional. Luego te siguen atendiendo los de barra y la cosa cambia. Cocina abierta a la vista del público en el restaurante. El jarrete estaba delicioso La tarta de queso (un espectáculo) Cuando sales no hueles a comida Variedad de vinos y variedad de copas Al entrar te dan un aperitivo de caldo de cocido y un untable. El caldo estaba súper pasado de pimentón, un poco fuerte.

Cosas malas: 27€ de pan para una mesa de 9. (Lo mismo que 54 barras de pan del chino). Pues imaginatelo. 16,50€ la tortilla vaga, que consiste en una pequeña tortilla de patatas fritas de bolsa sin cuajar, es decir, completamente cruda. Puedo entender la cocina moderna pero esto una tomadura de pelo cuando cobras casi 17€ por ese mejunje que además da respeto porque el huevo esta literalmente crudo. 3€ por una botella de agua del grifo. Una botella de cristal que pone el nombre del restaurante pero que se ve claramente que es rellenable y que es del grifo. 3€¿En serio? Las patatas fritas de guarnición son casi 5€ por un cuenquin chiquitín pequeñin con cuatro patatas fritas congeladas. Un chorrito de Baileys para un café, otros 5€. Cuando todo está impecable y es perfecto no te importa pero es exceso tras otro. El jarrete esta buenísimo (pero delicioso!!!) pero comen tres personas y depende del peso te cobran cerca de 90€. Si sois unos cuantos pues... Imagina.Lo mismo que el lomo de vaca, que esta riquísimo pero es para tres (son trocitos pequeños, casi de bocado)y cuesta casi 80€. En la carta que descargas con el Código qr aparecen en coctelería 4 o 5 copas pero no sabes lo que vale un gintonic o cierta Ginebra. Si comes en la extensión, o en la terraza cubierta o el chiringuito o como quieras llamarlo, tienen que traer la comida desde el restaurante así que tienen que salir a la calle y A veces llueve y aunque tengan el Toldo puesto, la comida pasa por la calle. Nada más entrar, ponen los platos en la lámpara de calor para que no se enfríe pero... Sinceramente, el lugar está bien pero es el típico sitio que pagas más por el local que por la comida porque exceptuando los postres, las bebidas (el agua no), el café y los buñuelos, el resto tiene un precio completamente excesivo...

Hay un par de cosas que saber antes de ir. Como todo restaurante que se pone de moda en una gran ciudad, tiene unos pros y unos contras muy específicos.

Empiezo por los contras: el comentadísimo pan. Entiendo que esté incluído y que se ponga como aperitivo, acompañado de sobrasada, pero 3€ por comensal lo veo excesivo. Algo similar me sucede con las bebidas, con un precio más alto de lo normal.

Creo que es algo contraproducente, porque el comensal llega sabiendo que de por sí va a tener que hacer un desembolso por encima de lo habitual, y puede percibir que tanto el pan como las bebidas son parte del viejo truco para engordar la cuenta. Esto no le va a sentar bien a todo el mundo. Con la maravillosa bodega y coctelería que tienen, creo que bajar un poco el precio con el pan, los refrescos o el agua haría mucho más factible quedarse después para tomar esa bebida extra y se reducirían bastantes gestos torcidos cuando llega la cuenta.

Por último, el personal está mucho más pendiente de las mesas grandes. Depende de la hora a la que vayas (sobre todo si es antes de empezar el "modo fiesta") les ves realmente agobiados y hay que insistir para que te hagan caso. Entiendo también que esto puede ser algo puntual, y que como en todo trabajo, hay picos de estrés que pueden influir. Por ello no lo tengo muy en cuenta en mi valoración final.

Y acabamos con los pros: la calidad del producto es muy buena. Hay muchos restaurantes "de moda" a los que se le da mucho bombo, que son todo fuegos artificiales, pero a la hora de valorar la comida, como tengas algo de paladar, te das cuenta de que el nivel no se corresponde al bombo que tienen. En este caso eso no sucede. Es todo de primera calidad, y la calidad se paga.

Buen ambiente durante toda la comida. Eso sí, si vais a cenar os recomiendo hacerlo calculando el tiempo para acabar antes de las 11, o se solapará vuestra cena con el "show" y se podrá volver una situación un poco incómoda y misión casi imposible llamar a los camareros. Si en cambio lo haces como comento, podrás disfrutar de un ambiente distendido y más tranquilo mientras cenas, y luego disfrutarás mucho más el espectáculo.

La coctelería y la bodega: quedé bastante sorprendido al ver el nivel de la coctelería y de la bodega. Es algo que quizá no esperas encontrar a priori, y la verdad es que me pareció uno de sus puntos fuertes. En la terraza del restaurante, hay un cenador acristalado con una barra circular en el medio. Ideal para tomarse "la última".

He estado en varios locales del grupo LA LA LA y por el momento me quedo con este, principalmente por la calidad de su producto, su bodega y la coctelería, seguido por la ambientación del local, en la que puede apreciarse buen gusto...

Fuimos a cenar un grupo de amigos. Cuando estábamos en la mesa se nos cayó una copa de vino accidentalmente, pedimos por favor, a un camarero, si nos podían cambiar el mantel y este al verlo lo unico que dijo fue "Dios". Llegó a cambiarnos el plato y pretendía dejar así el mantel, hasta que vino un compañero suyo, bajito, súper amable que nos cambio el mantel en un abrir y cerrar de ojos. Pedimos la comida: ensaladilla, torreznos, atún rojo, arroz meloso de pulpitos y cigalas, patatas arrugadas y costilla de ternera. Los torreznos brutales, igual que la costilla. Ahora bien, en cuanto al arroz meloso una decepción. Estaba malo. Se lo comentamos al camarero y vino el jefe de sala, su respuesta fue: "no está malo, lleva un fumé muy concentrado y fuerte por eso sabe así, 5 de cada 10 personas nos dirán que no les gusta." No quisimos seguir debatiendo, le dio orden al camarero de que no nos lo cobrara... Siento decirle, que fuimos con una persona que se encarga de atender un sitio experto en arroces, y que controla mucho de arroces, así que lo siento pero estaba malo... De postre pedimos la tarta de queso, que estaba espectacular y una tarta de chocolate que también buenísima. La atención por parte del personal, no es que haya sido muy buena la verdad, nuestro camarero andaba algo despistado cuando te pedía la comanda. Luego al traernos la cuenta el camarero le dijo a un compañero que había que quitar el arroz que no nos había gustado, algo poco apropiado, porque él sabe perfectamente que no nos quejamos porque no nos gustara, nos quejamos porque estaba malo... En cuanto al ambiente, muy bien, con un dj y espectáculo. Con respecto a las medidas Covid, inexistentes por parte del jefe de sala que se acercaba a la gente con la mascarilla en la barbilla todo el rato, igual que algunos camareros. En resumen, todavía hay mucho que mejorar en cuanto a...