Bon Lloc de la Tieta — Restaurant in Martorell

Le pongo una estrella, por que no me deja poner 0*. En vez de "el bon lloc de la tieta" se debería llamar "el MAL lloc de la tieta".

A la hora de llegar nos sentamos y pedimos las bebidas y una tapa de bravas para hacer un poco de hambre hasta la hora de cenar puesto que era pronto. Nos traen las bebidas (con error del camarero incluido) y a la media hora las bravas no estaban.

Al pedir la segunda ronda de bebidas nos metieron prisa para pedir la cena por que sinó se les iba a juntar con otro turno que tenían la mesa reservada, pero las bravas todavía sin venir. Pedimos la cena (platos bastante sencillos de cocinar) y nos sirvieron a 5 personas y las otras 2 aún esperando más de 15 minutos para una haburguesa simple y un plato combinado.

Al llegar la última hamburguesa y al morderla, nos encontramos que la habían cocinado con el plástico. Se lo decimos al camarero, se la llevan, le quitan el plástico y nos vuelven a traer la misma hamburguesa con el mordisco, se lo volvemos a comentar que al haberse cocinado con plástico es algo tóxico y nos trajeron una nueva después de 40 minutos más esperando.

Después de todo esto la dueña envió a una camarera que no nos había atendido en ningún momento a pedir disculpas por lo sucedido en vez de salir la propia dueña a dar la cara por su negocio.

Encima de todo lo sucedido, tienen la verguenza de preguntar si queremos postres o cafés y de poner mala cara al decir que NO.

Adjunto la fotografía del ticket para que se vea que además de mal servicio, los precios no son acorde con la calidad. Por ejemplo, las bravas cuestan 6'20€ y son las bravas rústicas congeladas del Mercadona.

Por supuesto, no vamos a volver y no se lo...

He ido varias veces con amigos a celebrar algún cumple, la verdad que las veces anteriores pues normal pero el otro día no nos trataron muy bien, es cierto que se llegó más tarde de la hora reservada no sé si la chica del cumple avisó o no pero estuvimos casi una hora para que nos tomarán nota de las bebidas y media hora más para la comida. Yo me pedí unas bravas(5€) y una crepe de queso con cebolla caramelizada (8€) las bravas son las del Mercadona estilo Deluxe del McDonalds, la crepe venía con un poco de ensalada y llevaba vinagre(no puedo con él) y la crepe estaba mojada por debajo del vinagre también venía con una ración de patatas que si lo sé no me pido las bravas porque me las tuve que dejar... La crepe iba muy llena y al cortarla se le salía todo, bueno que no me la volvería a pedir. Otra cosa que me parece bastante antihigiénicas es que para el baño de chicas (para el de chicos no) es que hay que pedir la llave, una llave que a saber quién ha tocado y que tú te lavas las manos pero luego tienes que volver a cojerla y llevarla a su sitio y no le veo ningún sentido...

No voy a opinar solo a explicar lo que más me llamó la atención de la experiencia (que no todo....) Llamo y reservo mesa para cuatro personas. Llegamos y la mesa nos ha tocado sin previo aviso, es la única que está justo delante mismo prácticamente delante de la puerta acceso al local (50cm +/-) en pleno invierno y abriendo y cerrando dicha puerta entrando y saliendo gente y camareros constantemente como es lógico pero pasando bastante frío sobretodo mis hijos que son menores. Seguidamente nos toman nota de la bebida y nos la sirven quedándonos con el detalle de que a todas las demás mesas se las servían con unas olivas de cortesía excepto a nosotros. Después le pedimos la comida entre toda ella una ensalada, y me sorprendió que fuese lo último en servir y que se la tuve que reclamar porque no quería (aunque no lo conseguí) comer dicha ensalada sola sin nada con que ir combinando. La cuenta ascendió a casi...