A Tres Nudos — Restaurant in Poio

Outstanding harbour bar & restaurant run by the most admirable two ladies (Anna & Mary). Best value for money you're gonna find at the waterfront anywhere in Rias Baixas. They open all year round, during winter all locals & fishermen pilgrim here for breakfast, pintxos and proper meals. You need to book in advance if you're planning to sit down for lunch/dinner. No problem. You can do that over the phone or just asking them in advance. Please note that these ladies do not tolerate rude/cocky attitudes. I'd you treat them respectfully you will get twice as much respect I'm return. I cannot recommend this...

Llegamos en el puente de diciembre a este restaurante, en el que por la situación que tiene en el mismísimo puerto, creímos un buen restaurante. No ha sido así, un servicio muy lento, entre el primero y el segundo esperamos más de media hora y el restaurante estaba prácticamente vacío, la gente que había estaba tomando un aperitivo. Venían los platos sin ningun orden, unos tenían el segundo y los demás se comían el pan. Preguntamos que era el Raxo y nos contestó "carne" sin más explicación, lo mismo ocurrió con la cazuela de la abuela. Pedimos langostinos crujientes, a 16€ la ración y 8-9 langostinos, los mejillones estaban bien pero sin limpiar las barbas, los calamares que no eran calamares, eran chipirones y las croquetas que realmente estaban buenas pero no sabemos de q eran, estas mismas son las que figuran en el menu infantil, que oye yo entiendo que los niños de zonas marítimas coman croquetas de marisco, pero el resto de niños las come de jamón.... Pedí que calentarán un potito para mi bebé de 1año, vino hirviendo y en el mismo bote, no fueron capaces de ponerlo en un plato.

De los segundos decir que según los comentarios, el bacalao a la gallega venía acompañado de mejillones y salsa y no e que más, pues ahora solo lleva una patata cocida junto al bacalao y la salsa de pimentón. El secreto estaba crudo y eso q era super fino y fileteado. Y la cazuela de la abuela que en principio era de picadillo de chorizo, resultó ser pincho moruno sin palo.

En fin, una cuenta de 170€ y una comida y...

Caí aquí por casualidad buscando una terraza donde pudiera comer viendo el mar. Bien, la experiencia ha sido realmente agradable. El personal es tremendamente amable y atento. Una vez ocupamos una mesa y seleccionamos el menú, que por cierto, merece capítulo aparte porque está muy bien elegido ya que incluye varios primeros con predominancia de opciones de productos del mar, que es lo que alguien quiere ver en un restaurante al lado del mar, y varios segundos platos tanto de mar como de tierra. Elegidos los platos y bebidas nos trajeron unos pimientos de padrón como cortesía mientras esperábamos los platos. Esto da un mensaje muy bueno. Quiere decir que la comida lleva una preparación y no se limitan a dale un golpe de microondas y llevarlo a la mesa. Muy ricos los pimientos. En este caso los primeros coincidieron: unas vieiras riquísimas. Adjunto fotos que dejan poca duda de ello. De segundo hemos pedido un solomillo con una salsa de setas y un bacalao a la gallega. El solomillo estaba muy bueno pero el bacalao ha sido una auténtica exquisitez que deja bien claro que en esa cocina hay alguien que sabe muy bien lo que hace. Perfectamente servido, con salsa, pimientos, patatas y mejillones. El bacalao estaba en su perfecto punto de consistencia. Una comida muy disfrutable en una terraza encima del mar. El menú incluye postres donde hay también varias opciones, así como café y bebida. Un placer...