Una noche cálida de verano, la luna refleja su luz sobre el río tranquilo. Un corredor, tanatos e hipnos se encuentran en la orilla, conversando suavemente, sus sombras alargadas por la luz de la luna.
Corredor: Siempre he corrido, buscando algo más allá del horizonte. La vida es como esta corriente, ¿no? Siempre hacia adelante, sin detenerse nunca…
Tanatos: Es cierto, pero no siempre hacia un destino que controlamos. La corriente del río, aunque avanza, no sabe a dónde lleva. La vida no se detiene, pero la muerte sí llegará, tal como el agua encuentra su fin en el mar.
Hipnos: ¿Y qué pasa con el sueño, tanatos? El río no es solo muerte, también es descanso. En sus aguas hay calma, como el sueño profundo que invita a olvidar lo que no podemos resolver.
Corredor: Pero el correr, el moverse… Eso es lo que me da sentido. El detenerse me aterra. Si me quedo quieto, pierdo el ritmo, me pierdo a mí mismo.
Tanatos: Correr es escapar, sí. Pero no puedes huir de lo que es inevitable. Al final, todos nos detenemos, tarde o temprano. Pero el descanso tiene su belleza, incluso en la muerte.
Hipnos: El descanso no es un final, es un cambio. Quizá sea en el sueño donde encontramos las respuestas que nos eluden en la vigilia. ¿No sientes, corredor, que en tus noches de descanso se disipan las sombras del día?
Corredor: Tal vez… Pero cuando despierto, la vida sigue siendo un caos. La carrera nunca termina. Y aún con el sueño, siempre hay algo que me hace seguir corriendo, una fuerza más grande que la que puedo entender.
Tanatos: Quizás esa fuerza es lo que nos mantiene vivos… o lo que nos da miedo a la muerte. Es el misterio que nunca entendemos, ni en la vida ni en el sueño.
Hipnos: O tal vez, el misterio sea solo eso: un suspiro entre el despertar y el dormir. Un espacio entre la vigilia y la quietud.
Corredor: Y entonces, ¿qué hay entre la vida y la muerte? ¿Un sueño eterno?
Tanatos: No existe una respuesta. Solo hay un fluir. Como este río.
Hipnos: Quizás eso sea todo lo que necesitamos saber: que siempre hay un momento para descansar, para entender, aunque sea solo por un instante, lo que no podemos comprender en la vigilia.
Corredor: Y en ese descanso, encontraré la paz que busco mientras corro.
Tanatos: La paz es como la muerte, solo llega cuando dejamos de luchar.
Hipnos: Y solo en la quietud se hallan los...
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