Estancia jesuítica de Alta Gracia La estancia tiene su origen en la entrega de tierras a Juan Nieto, cofundador de la ciudad de Córdoba, en 1588. Años más tarde, Alonso Nieto de Herrera, bautizó la propiedad como Alta Gracia, en honor a la virgen de su pueblo. En 1643, Don Alonso, ingresó a la Compañía de Jesús, a quien donó todos sus bienes.
Los jesuitas crearon un establecimiento agrícola, ganadero e industrial que tuvo como objetivo el sostén del Colegio Máximo –que luego se convirtió en la primera universidad del territorio argentino–, y llegó a ser uno de los centros rurales más prósperos de la compañía cordobesa. La estancia estaba compuesta por la residencia de los jesuitas, actual museo. Cuando en 1767 el rey Carlos III puso fin al trabajo de los jesuitas en América, la estancia pasó a manos de la Junta de Temporalidades, que administró la estancia en nombre del rey. Años más tarde la propiedad fue vendida a los Rodríguez, una aristocrática familia de Córdoba. En 1810 la estancia fue comprada por Santiago de Liniers, quien vivió unos pocos meses en la casa y fue un noble y militar de origen francés, caballero de la Orden de San Juan y de Montesa que ejerció como funcionario de la Corona de España y que, por su destacada actuación en las dos fallidas Invasiones inglesas, fue nombrado virrey del Río de la Plata entre 1807 y 1809; en este último año, fue favorecido por real cédula con el título de conde de Buenos Aires. Fue el penúltimo virrey del Virreinato del Río de la Plata. En 1820 José Manuel Solares compró la propiedad a los hijos de Liniers y de esta manera se convirtió en el último dueño de la estancia. En 1968 la Nación Argentina expropió la residencia –que había sido declarada Monumento Histórico Nacional en 1941– dando comienzo a un intenso trabajo de investigación arqueológica y documental que permitió que, a través de las tareas de restauración que se iniciaron en 1971, la construcción se preserve fiel a su estructura original. La UNESCO declaró, el 2 de diciembre de 2000. El museo cuenta con 17 salas de exposición permanente que han sido ambientadas acorde a los modos de vida de cordobeses y especialmente de los serranos durante los siglos XVII,...
Read moreFuimos el martes 17/01/22 por la tarde. El lugar es espectacular y está muy bien cuidado y mantenido, me parece una visita imperdible para hacer ya que está muy cerca de Cordoba y es un testimonio de los orígenes de esta Ciudad tan rica en cultura, educación, economía regional y espiritualidad. Además la entrada es gratuita y no tuvimos nada de espera. A la Iglesia de al lado se puede entrar de manera gratuita también aunque no pertenece al museo. Les recomiendo NO HACER LA VISITA GUIADA sino hacer una lectura previa para saber que se va a visitar. La razón por la que no pongo 5 estrellas es por la connotación ideológica descarada que decidieron darle tanto a la visita guiada como a algunas salas del museo donde en lugar de enfocarse en lo impresionante de la obra jesuita para la época y lo que representó para el florecimiento económico y educativo de esta zona del país fundando, entre otras cosas, la segunda universidad del virreinato y generando una economía de escala a través de un desarrollo espectacular más aún considerando lo inhóspito de la zona. En cambio, la charla estuvo enfocada de manera desproporcionada en el viraje del relato que se está haciendo con foco en la esclavitud. No digo que lo que cuenten no sea verdad ya que la esclavitud obviamente interpretándola con la mentalidad de esta época es escandalosa especialmente en la Iglesia, pero así no es como deben ser interpretados los hechos históricos sino cómo lo que son, hechos y sabiendo que la mentalidad de principios del S. XVII era completamente distinta a la de ahora y dándole un lugar razonable y no casi morboso dentro del relato más para divertir que para informar. Y tampoco me parece razonable que le dediquen más del 50% de la charla a ese tema cuando no es lo central de la visita ni de los hechos históricos. Más allá del contenido ideológico, la verdad es que la visita nos resultó muy larga y tediosa. Una pena la verdad ya que había visitado el museo hace 10 años y la experiencia de la visita fue completamente distinta y mucho más enriquecedora pero se nota la bajada de línea ideológica que tienen...
Read moreUbicado en la pintoresca ciudad de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba, Argentina, el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia es una joya histórica que ha sido cuidadosamente preservada a lo largo de los años. Desde el momento en que llegas, quedará claro que este museo es un testimonio de la dedicación y el amor que se le ha brindado para mantenerlo en excelentes condiciones.
Una de las primeras cosas que notarás es lo bien mantenido que está el museo. Los hermosos jardines están impecablemente cuidados, lo que crea un ambiente sereno y acogedor desde el momento en que entras por sus puertas. Los edificios históricos han sido restaurados con gran atención al detalle, conservando su arquitectura original y permitiéndote sumergirte en la historia de la estancia jesuítica y la vida del Virrey Liniers.
Pero no solo la apariencia física del museo es impresionante, también es destacable la amabilidad y cordialidad del personal que trabaja aquí. Desde el momento en que llegas, te recibirán con una sonrisa y estarán dispuestos a ayudarte en cualquier consulta o duda que puedas tener. Su conocimiento y pasión por la historia del lugar se reflejan en las interesantes historias y datos que te compartirán...
Read more