Bodegas Dupont — Attraction in Municipio de Maimará

One of the most beautiful terraces, but unfortunately that's it. I went with the intention of buying several of their best wines, and asked for a "tasting". What they gave was over an hour of explanation of how the wine is made in super unnecessary detail (anyone who's visited 1 vineyard already knows this). No commentary on how the process affects he flavours, nothing about how each one taste what food they go with etc. And after losing an hour of my life, they only offered the tiniest pour I have seen in all of Argentina, of their cheapest wine. It's a real shame, because I'm sure their good wines are good, and I'd have happily bought a few of them, but unfortunately didn't get to enjoy the terrace and didn't...

What a unique experience! It was wonderful to learn how Bodega Dupont makes their wines at such a high altitude - there is clearly a lot of passion for both winemaking and the region. They may be a smaller scale operation but that makes the experience more personal and the wine taste better (in this not-professional-wine-taster's opinion). Note that you should definitely heed their directions to NOT use google maps or other GPS guidance (they send very clear driving directions to get to the winery - be prepared for dirt roads!). Sit on the patio and enjoy the beautiful views of the...

Un poema para Jovito, nuestro guía inolvidable Visitamos la bodega Fernando Dupont con muchas expectativas… y nos llevamos una experiencia única. En lugar de escribir una simple reseña, decidí dedicarle unas rimas a Jovito, el joven que nos guió por este paseo singular. Que se lea con humor, y con una copa en la mano.

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En Maimará, de sol y quebrada, llegamos puntuales, visita agendada. Una voz nos guió, con tono especial, ya augurando algo… fuera de lo normal.

Nos recibió un joven de espíritu libre, con tiempo elástico y verbo que vibra. “Cinco minutos”, nos dijo al llegar, y en cada uno, volvía a empezar.

Con manos danzantes sirvió el Malbec, un arte performático, casi un ballet. Derrames sutiles, brindis al viento, y frases que daban más de un intento.

“El vino es arte, no producción”, nos repitió con convicción. “Fernando es crack, mirá qué etiqueta: un cactus, que honra la tierra quieta.”

Nos habló del tiempo, del precio, del sol, de vinos de caja y del valor del rol. Respondía preguntas como un trovador, cambiando el tema, siempre con fervor.

La visita fue breve, informal, genuina, con humor espontáneo en cada esquina. Nos paseó entre tanques con tono festivo, más que explicación, un show en vivo.

Dice estudiar mucho, soñar sin medida, lleva en la sangre varias partidas. Y entre charla y brindis, con gran energía, nos regaló una tarde de filosofía.

Al despedirnos, aún con la risa en la boca, nos llevamos un vino y una anécdota loca. Una experiencia distinta, de esas que marcan, donde el terroir… también te desarma.

Así que si vas, abrí bien el corazón, quizá no aprendas de fermentación, pero de historias, estilo y humor, vas a volver con lo mejor del...