Intercultural 2 de Febrero Park — Attraction in Resistencia

Parque 2 de Febrero, Chaco

Entre lapachos y otras especies nativas, la zona de Resistencia donde pusieron pie los primeros inmigrantes italianos sugiere uno de los más impactantes paseos por “La ciudad de las esculturas”.

Vigías inmóviles. El sector del parque que rodea el Museo de Esculturas está decorado con 32 obras de arte.

Corren con ventaja los turistas que ingresan a Resistencia por su acceso norte. Es que, antes de depositarlos en las calles del centro, la avenida Wilde les permite descubrir la más vistosa carta de presentación que puede exhibir la capital de Chaco: el Parque 2 de Febrero es parte fundamental de la impronta de las esculturas esparcidas en todos los rincones de la ciudad.

Aquí es donde mejor se aprecia la admirable sensibilidad artística de los chaqueños, un lugar de encuentro con almas gemelas y la naturaleza, que durante cada edición de la Bienal Internacional de Escultura abre sus brazos a creadores que acuden desde el resto del país y del exterior.

El edificio del Museo de Esculturas Urbanas del Mundo (Museum) y el Domo del Centenario marcan un leve quiebre en el paisaje natural, aunque sin llegar a desmejorarlo. Son las piezas más modernas del parque 2 de Febrero, coloreado por los verdes de palmeras, palos borrachos, eucaliptos, cipreses, chivatos y urunday y el lecho amarronado del río Negro, que recorta en porciones desparejas el espacio verde de 8 manzanas. Por estos días también se multiplican –y sugieren un deleite para la vista– las manchas blancas de los lapachos en flor.

El sinuoso río acercó a estas tierras al primer grupo de inmigrantes, un puñado de italianos de Friuli decididos a transformar el páramo hostil desplegado ante sus ojos en el lugar indicado para reconstruir sus vidas.

Les llevó poco tiempo detectar la presencia de pobladores originarios y entender que la convivencia sería uno de los mayores desafíos que se les presentaban. El paso del tiempo borroneó la desconfianza inicial y la naciente ciudad se fue cimentando sobre el trabajo y el cruce cultural que aunó a los inmigrantes con comunidades wichi, toba y mocoví.

Ese legado que la historia local arrastró hasta el presente es reflejado en buena parte de las 32 esculturas sostenidas por bases fijas al aire libre en el Parque 2 de Febrero. La expresividad de esas figuras inmóviles es tan impactante, que las cambiantes figuras disparadas de a ratos hacia el cielo por una fuente de aguas danzantes apenas son advertidas por los visitantes.

“Cuando aquí se celebra la Bienal, la gente tiene la posibilidad de ver trabajar a los artistas y hacerles pregunas. Sus obras quedan expuestas en el exacto lugar donde fueron esculpidas durante dos a tres meses y después son instaladas en otros lugares públicos. En toda Resistencia ya hay casi 600”, explica la guía Laura Maíz, debidamente equipada con termo, mate de tereré y chipá y cómodamente estirada sobre uno de los bancos que decoran el nuevo paseo costanero del río Negro.

La atmósfera silenciosa que envuelve las dos orillas contrasta con el sostenido concierto ofrecido por los pájaros alrededor de uno de los asadores de la isla de la Alegría, donde diez adolescentes decidieron celebrar a puro grito la jornada primaveral. Es el módico anticipo de lo que ocurrirá en noviembre, cuando el sector del camping del Parque 2 de Febrero esté bastante más agitado por la Fiesta de las...

Caminar por el Parque Intercultural 2 de Febrero es como entrar en un museo abierto sin horarios ni paredes. Lo que más me gusta es esa sensación de libertad: no hay entradas, no hay rejas, simplemente un espacio enorme donde la naturaleza y el arte conviven y cualquiera puede disfrutarlo. Ir con amigos, en familia o incluso solo, siempre termina siendo distinto, porque cada visita te regala una experiencia nueva.

El parque tiene vida propia. Durante el día, los senderos invitan a pasear bajo la sombra de los árboles, con niños jugando en el césped y gente haciendo deporte. De noche, cuando se iluminan las esculturas, el lugar adquiere un aire mágico, como si todo el entorno se transformara en una galería que respira. Y lo mejor es que esas esculturas no se quedan solo ahí: están repartidas por todo Chaco, lo que convierte a la provincia en un museo a cielo abierto. Esa idea de que el arte no está encerrado sino compartido me parece de lo más valiosa.

En las fiestas populares o los festivales culturales, el parque se llena de música, danza y familias enteras disfrutando. En esos momentos uno siente de verdad lo que significa que sea un espacio intercultural: todos encuentran su lugar, desde los que quieren contemplar tranquilos hasta los que prefieren bailar hasta tarde.

Para mí, el Parque 2 de Febrero es un símbolo de lo que debería ser un espacio público: abierto, gratuito, diverso y vivo. Un lugar donde siempre vale la...

El Parque 2 de Febrero de la ciudad de Resistencia, capital de la provincia del Chaco, es un espacio verde público de 11 hectáreas ubicado en el centro de la ciudad. El parque fue inaugurado oficialmente en 1947, aunque anteriormente era conocido como Parque Indígena. Historia En un principio, el parque fue el primer cementerio de la ciudad, hasta que se construyó el cementerio Solano. Se lo llamó Parque Indígena porque frente a la actual avenida Ávalos residían grupos de nativos del Chaco, que luego fueron desplazados un poco más lejos del centro, donde se edificó el denominado Barrio Toba, casi sobre la Ruta Nacional 11. Actualidad El parque 2 de Febrero es un espacio verde público que cuenta con una gran variedad de árboles y plantas, un lago artificial, juegos para niños y un monumento al General José de San Martín. Es un lugar de esparcimiento y recreación para los habitantes de la ciudad de Resistencia. Ubicación El Parque 2 de Febrero está ubicado en el centro de la ciudad de Resistencia, en la intersección de la avenida 25 de Mayo y la...