Paupérrimo. Lo primero y peor es que hay un local de sushi apestando una zona del museo, ya desde ahí se nota el poco respeto hacia el arte que hay en el museo. Después las visitas guiadas a cargo de jóvenes que necesitan urgentemente capacitación y seriedad a la hora de mostrar las obras de arte. Vinculaban constantemente cualquier obra a " la dictadura " o al terremoto del 44, incluso obras muy anteriores a esos sucesos históricos como por ejemplo " La Madre " que es de 1938. Hay una bajada de línea política notoria y la ignorancia que se propaga ahí dentro le quita todo el atractivo al museo. No quise hacer más preguntas porque no tenían idea de nada los que hacían las visitas y tampoco se los notaba interesados en lo que hacían. Quizás no fuera culpa de los jóvenes sino de quién los expone a realizar esa actividad que no está relacionada con sus estudios. Museo con buenas obras, pésimamente presentado. Suerte.