La Basílica está asentada sobre la orilla del Río Paraná, por donde pasan 3 arroyos. Hace años la Virgen María apareció en el campito y allí la comunidad levantó el templo y se organizaron los locales de venta de distintos rubros para los visitantes. En automóvil son tres horas de viaje aproximadamente desde la ciudad de Buenos Aires, yendo por Panamericana por la autovía a Rosario. Unas cuatro horas si para en algún vivero de San Pedro a comprar jazmines y una bolsa de naranjas o duraznos. En Santuario tiene al costado izquierdo el ingreso al estacionamiento, con un bono de $300 la estadía, para colaborar con la obra. Tiene pasto y árboles, y también baños. Si tiene oblea de vehículo para discapacitados, el estacionamiento es gratuito. En la entrada están las canillas que traen agua del pozo de agua que hizo brotar la Virgen, así que cuidado si la usa para tomar mate, está bendita, no la desperdicie. Para ir al camarín de la Virgen hay ascensor. Para bajar a donde cayó el rayo, es sólo por escalera. Allí también puede ver un conjunto de distintas advocaciones de América. La imagen de la advocación de Lourdes que cambió a color celeste, ahora está arriba, para mejor acceso del público. También está la imagen de San Nicolás (papá Noel) en un lugar preferencial. Cada vez que vaya verá un cambio porque el templo sigue en construcción. Del lado izquierdo está la tienda de recuerdos, también para ayudar a la obra. Acepta tarjetas de crédito en 3 cuotas sin interés y Mercado pago y efectivo. Del lado de afuera, en la vereda, hay distintos puestos de vendedores de artículos religiosos. La mayoría acepta Mercado pago con transferencia o con el recargo por tarjeta. A pocos metros de la basílica se encuentra un lugar para comer que recomendamos. Cierra a las 16 hs. Acepta efectivo, tarjetas de débito y crédito y Mercado pago. Los precios rondan de $800 a $1.500 y las porciones son gigantes. Lo que le sobre se lo envuelven para llevar a casa. Los locales de alrededor de la basílica venden también objetos religiosos, agua para el mate, bebidas, helados. Detrás de la basílica, hacia el río, hay una zona de recreación para pasar el día. Por la tarde, nada mejor que disfrutar del Ecoparque, con flora y fauna local, senderos para caminar, para andar en bicicleta, y bajada al río para botes y kayacs. Un lugar para meditar, dar gracias y conectarse con...
Read moreUn Refugio para el Alma, un Abrazo de la Madre Hay lugares a los que uno no va simplemente de visita, sino que peregrina con el corazón en la mano. Y al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás se llega así, buscando algo que a veces las palabras no pueden nombrar: paz, consuelo, una respuesta, o simplemente un silencio que abrace. Escribir sobre este lugar es difícil, porque la experiencia trasciende lo visible. Es intentar describir un sentimiento. Desde el momento en que uno se acerca y divisa la cúpula, el espíritu empieza a aquietarse. Pero es al cruzar el umbral del Santuario cuando todo cambia. El murmullo del mundo exterior se desvanece y es reemplazado por una paz inmensa, palpable, un silencio sagrado que no está vacío, sino lleno de oraciones, de esperanzas y de una presencia que lo inunda todo. La imagen de la Virgen del Rosario no es una simple escultura; es la mirada de una Madre que parece conocer cada una de tus penas y tus alegrías sin que digas una sola palabra. Estar frente a ella es sentirse verdaderamente escuchado. Es un lugar donde las lágrimas brotan solas, pero no de tristeza, sino de una emoción profunda que desarma, de gratitud, de sentirse infinitamente amado y comprendido. Uno llega con sus cargas, sus pedidos y sus agradecimientos. Y al estar ahí, en la inmensidad de ese templo, rodeado de miles de otras almas que buscan lo mismo, sentís una comunión única. Cada vela encendida es una historia, cada rosario entre los dedos es un anhelo. Irse de San Nicolás no es dejar un lugar atrás. Es llevarse un pedazo de esa paz en el alma. Es una caricia que perdura, una certeza de que no estamos solos y una esperanza renovada que te acompaña en el camino de vuelta. No es un destino turístico, es un hogar para el espíritu. Un lugar al que siempre, siempre, se necesita volver para encontrar el abrazo...
Read moreLa Virgen del Rosario de San Nicolás es una de las muchas advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo. El día 25 de mayo del año 2009 fue coronada y sus apariciones en San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires, fueron aprobadas por el Obispo y por el Vaticano el 25 de septiembre del 2016. Esta imagen genera uno de los fenómenos de peregrinación católicos más importantes de la República Argentina.
En 1884 se inauguró el templo parroquial de San Nicolás de Bari, que albergó una imagen de la Virgen del Rosario.
En el siglo XX, la señora Gladys Quiroga de Motta declaró que había recibido una serie de apariciones de la Virgen María en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos y que habrían iniciado el 25 de septiembre de 1983.
Cronología editar 1884: se inaugura el Templo Parroquial de San Nicolás de Bari, al cual se dona una imagen de la Virgen del Rosario. 1983 - 25 de septiembre: en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Gladys Quiroga de Motta, madre de dos hijas, manifiesta haber visto y oído a una imagen de naturaleza sobrenatural que no pudo reconocer 28 de septiembre: se produce la segunda aparición a Gladys Motta, quien lo comenta a familiares y vecinas de confianza 7 de octubre: luego de un bloqueo emocional, pregunta a la imagen qué era lo que quería y recibe entonces la visión de una capilla 12 de octubre: Gladys Quiroga confía lo sucedido al presbítero Carlos Pérez 14 de octubre: la supuesta vidente es recibida en audiencia por el obispo de San Nicolás en ese momento, monseñor...
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