Un desastre de Castillo, nada recomendable pagas 9 Euros que si en una familia sois 2 adultos son 18 € para ver una dejadez de castillo donde se ríen del turista de una forma descarada. Está todo dejado, el jardín principal son hiervas y su fuente central abandonada desde hace mucho tiempo (claro está sin agua y con síntomas de grietas en la misma fuente que se duda de su buena funcionalidad) la zona de las carrozas es para dos solo y el techo está para caerse (No dejan entrar en la caseta supongo por el peligro que se te caiga el techo) y lleno de telarañas y para colmo tienen cosas abandonadas dentro ves a animales disecados con telarañas! tremendo ver cosas así en valle de Loire, pero esto no acaba aquí entras en el castillo y no hay nadie, me remito nadie un desastre! Paredes dejadas a la mano de Dios agrietadas, pintura dejada y que salta de no cuidar la estancia, eso sí las salas que son solo 8 están bien pero no por su calidad sino adornadas, tienen en la habitación más importante unos sofás! Que de tan deteriorados que están le ponen trozos de tela enganchados agujas al sofá donde sus filos son visibles, que si tienes niños pequos Ojo! Es peligroso!! Todo está sucio o maquillado, nada está protegido a los ojos de los visitantes supongo por su valor como indica el dueño de sus siglos lo estarán, pero tiene una sala curiosa de cubiertos y regalos de su historia en el castillo y sus dueños, la sala es muy pequeña pero es interesante. De los 15 castillos que vi este es el único que es una pena! te sientes engañado es como si pagarás por nada. Añado entras al recinto del castillo y el recinto no corresponde a la entra, si no, que en el castillo vive gente con sus coches aparcados dentro sus sillas de camping, sus juguetes de sus niños y su zona familiar en la misma zona de los jardines!! vamos un desastre para toda turista en Loire. Pero una cosa positiva su pueblo es muy bonito dentro de los pueblos más bonitos de Francia, su río, sus zonas de picnic y sus exposiciones de noche en el río recomendable. Visita el pueblo y toma fotos del castillo desde fuera y recuerda no entres te sentirás mal pagar por eso. (Respecto al propietario, es de agradecer que responda, pero sería mucho mejor anotar las recomendaciones y mejorar mucho lo que pretenden vender por 9 Euros cuando vas cualquier castillo por el mismo precio y sales entusiasmado! Si tanto queréis el patrimonio de Francia defenderlo con esfuerzo entusiasmo y no en ánimo de recaudación. En fin espero que les deis la vuelta a todo lo que tenéis en el recinto Fuente, jardines, castillo, mantenimiento etc... tenéis...
Read moreDans l'embrasement de l'été 2023, où le soleil dardait ses rayons sur les vallées verdoyantes de la Touraine, je découvris le Château de Montrésor. Tel un joyau de l'histoire, il se dressait, majestueux et intemporel, au cœur d'un des plus beaux villages de France. Ses pierres, imprégnées d'histoires de chevaliers et de rois, murmuraient des échos du passé, révélant les intrigues et les passions qui avaient animé ses murs.
La chaleur extérieure, presque palpable, contrastait avec la fraîcheur bienvenue des vastes salles du château, où chaque pas m'entraînait dans un voyage à travers les âges. Ici, dans le logis seigneurial, les tourelles coniques et les échauguettes en encorbellement racontaient des histoires de défense et de prestige, tandis que l'escalier en colimaçon, un chef-d'œuvre en acajou et bronze doré, témoignait de l'élégance et de la richesse des époques révolues.
Au détour d'un couloir, je fus frappé par la richesse artistique du lieu. Des œuvres d'art, héritages de la famille Branicki, racontaient l'histoire de la Pologne, mêlée à celle de la France. Chaque portrait, chaque pièce d'orfèvrerie semblait porter en lui une part de l'âme des anciens habitants du château, des échos de leurs joies et de leurs peines.
En sortant, le village de Montrésor, avec ses ruelles pavées et ses maisons anciennes, m'accueillait dans un écrin de quiétude. Le murmure de la rivière Indrois, les sourires des habitants et les étals colorés des marchands composaient une mélodie douce et harmonieuse, invitant à la...
Read moreI loved this great little Château. Although not very large it is very charming and each of the rooms are fully furnished. They have been left as they were when the Polish Count lived there, who died a 100 years ago.
Very evocative of a bygone era and you can easily imagine the Count with his family and friends living in the rooms.
A quite steep hill to climb to get to the entrance but worth it. Car park nearby and a free motorhome aire very close where you...
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