Casa de la tortura — Attraction in Guanajuato

El museo se me hizo interesante. Lo que no me gustó es que intenten estafar a la gente.

Adentro hay una mesa con una persona que dice ser minero, y que por problemas con los administradores de su mina, les permiten sacar minerales para vender y así sacar para sus gastos. Vende piezas que las hace pasar por plata auténtica, pero es obvio que no lo es. Aretes que supuestamente tienen piedras preciosas, pero que evidentemente no lo son.

Dice que te vende una pieza de veta de plata con una cadena. Pero es una simple cadena galvanizada, y la veta es de hematita. ES SIMPLE HIERRO.

No compren cualquier cosa que les ofrecen en museos y tiendas así. Mejor investiguen antes de comprar, y no se dejen engañar por gente sin escrúpulos.

Y para los administradores: que poca madre que intenten estafar así a la gente. Y sí esa persona no es realmente parte de su organización, ojalá que tomen cartas en el asunto, porque el hecho de que quieran aprovecharse del poco conocimiento de los turistas, habla...

Buen lugar para la ficción, pero si nos vamos a datos históricos todo lo que dicen adentro está mal, el toro de falaris siendo de la inquisición es una mentira, nisiquiera hay registro de que se haya utilizado como un arma de tortura realmente. La mayoría de objetos fueron utilizados por inquisiciones civiles de países protestantes como Inglaterra, Alemania, Holanda o Francia y no por países católico-cristianos, muchos datos erróneos y eso que nisiquiera me gusta la religión, pero no hay que ir por ahí...

Precio general $60, propina voluntariamente a fuerzas, si bien no es obligatorio te hacen notar si no les cooperas, el recorrido es corto pero tratan de hacerlo participativo, tengan cuidado con el vendedor de piedras y gemas, te manipulan psicológicamente para que les compres porque supuestamente no reciben paga de ningún tipo y que viven de las propinas, o bien te engañan con que es plata o alguna piedra que vale la pena comprar, en realidad es pirita o imitaciones al parecer, solo no hay que creer todo...