Es un templo dominico que fue destinado a la orden desde 1530, sin embargo, en 1555 la familia de Cortés y la Corona de España entraron en conflicto, interrumpiendo el trabajo hasta 1560. La obra siguió su cause al año siguiente con menos de 100 personas, durante la etapa en que los indígenas dejaron de ser multados por asistir con obligación. En 1521 las epidemias diezmaron la población de la zona, del 80% de mixtecos y 20% de zapotecos que correspondieron a unos 38 mil habitantes, para 1595, se contaba con sólo el 10% de la población. El templo abierto se volvió el proyecto principal, siendo el único en terminarse para su uso eclesiástico. El diseño, según unas fuentes, fue del lego portugués Fray Antonio de Barbosa y el vicario Fray Domingo de Aguiñaga. Otra hipótesis menciona la participación del maestro arquitecto Diego Díaz de Lisboa, Portugal.

Es uno de los más altos e impresionantes de la entidad oaxaqueña. Se encuentra a unos 10km de la capital. En 1677 el templo estaba deteriorado y los habitantes dejaron de pagar tributo a cambio de restaurarlo. Aunque no fue terminado, es famoso debido a que albergó a quien el 14 de febrero de 1831 fuera asesinado en la población que lleva su nombre, Vicente Guerrero, héroe de la historia mexicana. Además que puede darnos una ejemplificación de los modelos constructivos y de ingeniería de la época.

La primera sección construida fue la capilla abierta, pero el templo no se terminó y rondan muchas leyendas al respecto. La fachada e interiores incorporan elementos platerescos, con eclecticismo entre componentes decorativos mudejares, lombardos y rastreables hasta el toscano, según el mandato de Sebastián Serlio que dictaminaba "...un arco mayor para el acceso principal y dos menores a los lados". En la fachada se observa una heráldica de la orden de Predicadores, con dos perros, que son símbolo del voto dominico "El perro del señor" (domini canis) y el presagio de su nacimiento. También se encuentran relieves de dos apóstoles, entre sendas veneras de Santiago el Mayor, apóstol y alguno que es difícil reconocer por el desgaste. Las columnas ornamentales adosadas y estriadas con hojas de acanto y dos torres circulares con campanario.

Su planta basilical consta de tres naves, separadas por arcadas de columnas de basa lisa que tenían la intención de sostener el techo. Las torres terminan en bóveda cónica rematadas con una cruz. Posee una pila bautismal con elementos tequicqui, algunas leyendas la comparan a las pilas sacrificiales, por lo que eran importantes en los procesos de evangelización. Hay una lápida tallada del sistema de escritura mixtecs y dos volutas de significado desconocido. Al interior del convento se encuentran con poca preservación, grisallas de las órdenes dominicas. Requisitan mucho tiempo de observación.

La leyenda más famosa de la región da cuenta de un pacto con Satán que, en venganza, impidió la terminación de la construcción. Suele ser contada por locales.