Comienzo con lo bueno:
El personal es muy amable, atento y cordial; claramente hacen un extra para complacer a la gente y ayudarlas en todo momento. La temperatura de la alberca, muy buena. La naturaleza; flora y fauna de la pequeña isla, sorpresivamente, es muy versátil. Me sorprendió ver ardillas. ¿Cómo llegaron ahí?. El pasto está muy, muy bien cuidado y es una maravilla caminar por él descalzo. Había varias zonas de jardines, está precioso. La cama me pareció suficientemente cómoda (subjetivo). La presión del agua de nuestra cabaña estaba riquísima, y la temperatura también, solo de repente variaba la temperatura pero no fue problema.
Continúo con lo regular: La comida. Estuvo, realmente, más o menos, y creo que mi paladar normalmente no es exigente. No hay mucha variedad de alimentos, y lo más importante es que te piden no llevar tu propia comida chatarra porque hay una tienda en la isla, pero la tienda solo tiene bolsas Sabritas, botellas de refresco, de agua (muy pocas; intentamos comprar 6 y sólo tenían 4 disponibles) y cerveza. Creo que aquí podría ser opcional el traer tu propia botana o bien, expandir el inventario de la tienda. La cafetería es una habitación larga con varias mesas y todo con ventanas, todo bien excepto que en la mañana se vuelve muy caliente (esta reseña es en primavera) (esto ya es mucho detalle; con un short y una playera ligera no creo que sea problema). Sabíamos que habría zona de fogata, pero cuando fuimos a apartar nos dijeron que no había leña, y en la noche vimos a otro grupo de personas en la zona teniendo una fogata. No sabemos qué pasó ahí, probablemente elles se acabaron la madera para la fogata o traían la suya, pero eso sí, sólo había un espacio para fogata.
Sigo con lo malo: La alberca es algo pequeña, no hubieran cabido todas las personas hospedadas si es que quisieran entrar al mismo tiempo. La higiene de la cabaña dejó mucho que desear; había ropa de cama con pasto seco. el piso no estaba limpio. las sábanas y las almohadas tenían manchas amarillas. no tienes privacidad en el baño; prácticamente solo separa una pared de plástico (que no termina hasta el techo) el baño de la habitación. Todo se puede escuchar. TODO.
Termino con lo maravilloso: La vista; en todo momento y para donde pusieras el ojo, era precioso. Los amaneceres y los atardeceres son mágicos con esas vistas. La hamaca para cada cabaña. Esto es muy subjetivo, porque a mí me encantan las hamacas. La isla se oscurece completamente en la noche, hay muy poca luz y se siente aislado, lejos de todo. Esta es una maravillosa sensación para mí (subjetivo).
Por suerte no tuvimos ninguna emergencia, y no se me ocurrió preguntar qué medidas toman para las mismas. Considero una pregunta importante para realizar previo a ir ahí, porque no creo haber visto una zona dedicada a urgencias, pero de nuevo, no investigué.
En general, un lugar rústico y bello, con algunas cosillas por perfeccionar, pero que tiene una aventura bella para aportar a...
Read moreTengo sentimientos encontrados, la comida es la más rica que he probado y entre semana te atienden muy bien ya que eres el único en el lugar. La alberca la tienen con calentadores aunque los prenden demasiado tarde, deberían encenderlos desde las 7 para que al levantarte este calientita, las tumbonas ya están algo viejas y hay mucha basura atrás de ellas.
Las hamacas están todas rotas y les hace falta algún juego para pasar el tiempo ya que si no estás en la alberca no hay nada más para hacer.
Las cabañas tienen muchos detalles estéticos y la limpieza no es la mejor. El primer día había basura de otros huéspedes y cuando lo reportamos nos la limpiaron. Y dejaron un aroma rico como debía ser desde el momento 1, siempre se tienen que limpiar antes de que entre el huésped, no dejarlas limpias de días atrás para que tenga ese aroma así siempre.
Las cortinas todas rotas y no sellan bien en la ventana entonces siempre está la intriga de que alguien te está viendo.
Las puertas no tienen pasador ni seguros adicionales por dentro que siempre dan un sentimiento de seguridad.
La regadera está muy vieja y la cabeza de la regadera es la más barata de plástico que venden en todos lados. Cuando debería ser tipo lluvia.
Lo más importante es que solo hay internet dentro de la cabaña y eso está pésimo, debería tener también las zonas comunes
Fuera de eso estuvo muy bien todo y si volvería, aunque deberían...
Read moreEn general está muy bien. Tu estancia incluye los tres alimentos del día, mismos que son muy bastos y de buena calidad. Si bien no son los de mejor sabor o excepcionales, son ricos y quedarás muy satisfecho para todo le día. Lo malo, es que se sirven a determinadas horas y debes ajustarse a ello. Las cabañas en general son cómodas, sin tener ningún lujo o amenidades que sobresalgan y cuentan con lo básico esencial para una buena estancia. El lugar es ideal para irse a relajar con familia o pareja. Considera que estarás un poco limitado de movilidad, pues tal cual debes ser llevado en lancha a la isla o a tierra. Hay unos pocos recorridos en lancha a la compuerta de la presa Zimapán (el que más vale la pena), a los alrededores de la isla o a las aguas termales, también puedes rentar kayak, pero los precios no son tan accesibles. En conclusión, para pasar un fin de semana tranquilo y desconectarse, está muy bien. Estadías más largas a dos noches quizás sería algo cuestionable. Por último, leo en el resto de reseñas que en verano hace mucho calor y hay muchos mosquitos. Mi visita fue en otoño (noviembre) y el clima fue muy agradable, con mucho viento, fresco y sin mosquitos. Cada cabaña tiene su propia red de wifi que sin bien no es muy potente ni rápida, cumple su función y NO hay señal...
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