Es un punto de referencia en la ciudad. La maquinita es una Locomotora de vapor que representa la historia ferrocarrilera de Toluca de Lerdo, México. Ubicada en la glorieta conocida por el mismo nombre.
Este monumento es uno de los más populares y representativos de la ciudad de Toluca, además de la glorieta, ser una de las más concurridas en la ciudad.
En el año de 1977 la maquinita fue donada por el aquel entonces gerente de los Ferrocarriles Nacionales de México; Luis Gómez Z.
Esta maquinita identificada con el número 269 perteneció al periodo de la Revolución Mexicana, fue por ello que fue donada, ya que formó parte importante de la Revolución porque además de transportar insumos, transportó tropas y a las "adelitas" a los campos de batalla. Esta máquina de vapor, podía transportar cuatro mil quinientos galones de agua y dos mil quinientos galones de aceite.
Además de llevar las siglas "FNM" y el número 269, tiene una leyenda la cual dice: "Ante todo, seguridad".
La maquinita, a pesar de haber sido remodelada en 2016, mantiene todas sus partes originales, incluyendo la vía sobre la cual...
Read moreLa Maquinita es un parque recreativo que se ha convertido en un punto de encuentro esencial para la comunidad. Con sus amplias áreas verdes, juegos infantiles y espacios para el deporte, ofrece una experiencia de ocio integral. Las instalaciones están bien mantenidas y hay una gran variedad de actividades para todas las edades. Además, su ambiente familiar y seguro lo hace ideal para pasar un día al aire libre. La Maquinita fomenta el esparcimiento y la socialización, siendo un verdadero oasis urbano que promueve el bienestar físico y mental de...
Read moreEs una vista muy agradable, por quien colocó esta máquina real como monumento del recuerdo, de aquellas épocas cuando se veía venir y alejarse con expulsiones de humo mientras sonaba el silbido de vapor, a como lo siguen haciendo los carritos vendedores de camotes, era impresionante estar presenciando su paso, al viajar en sus trenes de pasajeros, colocándose después unos tapones auditivos, comprar todos los antojitos que ofrecian a bordo como en cada parada del tren, y toda un aventura de vistas y paidajes, páginas del libro de la vida...
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