Pasamos 24h en la Reserva Nacional Pacaya Samiria y vimos que la infraestructura, la logística y el personal es bastante precario. Claramente, el gobierno peruano debería invertir esfuerzo, dinero y recursos para mejorar la reserva que protege el entorno natural del Amazonas.

El personal que nos atendió fue amable y atento con nosotros, las instalaciones del punto PV1 de control es un sitio acogedor en mitad de la selva, pero podría estar más decente.

Las comunidades nativas sobreviven por ellas mismas, desprovistas de recursos. Es cierto que han tenido contacto con ciudades, pero viven en unas condiciones paupérrimas, con falta de higiene y salubridad, en un entorno salvaje. La falta de recursos hace que estos pueblos prosperen y es fundamental que el turismo los visite, pero el gobierno debería ayudarles para mejorar la calidad.

Hay, al menos, una empresa dedicada al traslado de turistas a lo más profundo de la selva a comunidades nativas, como la llamada '20 de enero' o la llamada 'Buenos Aires'. Esta 'empresa' está inscrita y está recomendada en un lista oficial de turismo de Perú, que os facilitarán en la oficina de turismo de Iquitos.

Creo que es bastante importante que los integrantes de la Reserva cuiden el entorno y ojalá el gobierno ponga las ayudas necesarias para proteger la selva y el Río Amazonas, porque lo cierto es que existen grandes problemas como el avistamientos de plásticos en el río, existen zona anegadas de plantas acuáticas por la escases de espcies marinas que se alimentan de esta vegetación, entre otros afectos adversos por la falta de recursos.

Pese a las carencias, es un bello lugar que ojalá se proteja para que tenga una larga vida el espacio natural.