Castro de San Chuis — Attraction in Allande

Castru de San Chuis (s. VIII AC), sobre el pueblo de Samartín de Beduléu (Celón, Allande, Asturies). En el Altu San Chuis (783 m. de altura) se erige este asentamiento castreño del que desconocemos su nombre, descubierto (1952) por el paisano José Lombardía Zardaín y excavado científicamente (1962-63, 1979-86) por el arqueólogo alcoyano Francisco Jordá Cerdá (1914-2004), profesor en las universidades de Oviedo y Salamanca. Poblado astur paésico, intensamente fortificado, con una muralla de módulos de 3 m. de anchura, un sistema defensivo imponente de profundos y anchos fosos y contrafosos (5 al S., 3 a W. y NE); 2 barrios diferenciados, 2 modelos arquitectónicos: uno prerromano de plantas únicas oblongas o circulares y otro romano de plantas rectilínias o con esquinas redondeadas, cuadradas y rectangulares, de espacios múltiples o sencillas. Un emplazamiento privilegiado, vías de comunicación y su situación en un entorno de importantísimos recursos auríferos le confieren un papel preponderante en la nueva estructura administrativa romana. Estaba pavimentada, con aceras, con canales de abastecimiento de aguas y...

Emplazamiento espectacular. El Castro fue durante algún tiempo un lugar donde los romanos guardaban el oro para su traslado a Roma. Más tarde fue también una especie de desierto para monjes. A día de hoy, en el 2024, después de las excavaciones y de la reconstrucción que se hizo, está completamente abandonado y dejado de la mano de Dios. Es una vergüenza que el Principado pues tiene dinero a excavar lo y luego lo deje a su merced. Las plantas lo invaden todo y se está deteriorando a ojos vista punto para eso habría sido mejor que lo volvieran a enterrar punto y así se pudiera preservar...

Es una auténtica vergüenza el estado en el que las autoridades competentes tienen este sitio arqueológico. Absolutamente intransitable, literalmente devorado por zarzas, espinos y todo tipo de vegetación que claramente no se ha retirado en mucho tiempo. El problema no es que la maleza desbocada invada los senderos sino que penetra sin compasión por las piedras de los diferentes recintos domésticos que componen el castro. Lamentable que llegues a un lugar que no es un paseo y prácticamente te tengas que volver porque es imposible vislumbrar apenas nada...