No puede mencionarse Autol, sin una referencia a esas joyas de la Naturaleza. Maravillas geológicas, que admiran a los extraños y enorgullecen a los Catones: nuestros Picuezos. Los mágicos cinceles del tiempo, en una labor de siglos, han modelado esas misteriosas esfingues, protectoras de los Catones, mudos testigos de nuestra historia, al pie del guerrero Castillo y a orillas del "Padre Cidacos".
Se trata de dos monolitos rocosos de 45 m. de alto, por unos 10 m. de diámetro el primero, y unos 30 m., la segunda. Al más alto, se le da el carácter varonil, otorgándole el nombre de Picuezo, y Picueza, por ser más pequeño, a su compañero. Hay, a su lado, una forma redondeada y plana, conocida como la Harinosa o la Torta y se dice que fue la causa de su conversión en dura roca por negarse, esta pareja, a compartir su pan con un pobre.
No obstante, la leyenda más difundida es la que cuenta que el Señor del Castillo poseía una viña muy especial, que daba exquisitas uvas, que alguien estaba robando. Una noche, el guarda sorprendió a una pareja que ocultaba algo en una cesta; les pidió que lo mostraran, sospechando que eran uvas, a lo que la pareja se negó y tentó al diablo diciendo: "que nos volvamos piedra, si son uvas lo que aquí llevamos".
La maldición cayó sobre ellos por mentir, porque eran uvas del Señor lo que ocultaban. Cualquiera que fuera la causa de su conversión en piedra, esta pareja de enamorados sigue guardándose eterno amor y, en ocasiones, nocturnos paseantes los han sorprendido susurrando suaves palabras de amor. ¿O quizás es el viento?
Nadie lo sabe, como nadie conoce su origen o quién les dio esos nombres tan extraños. Lo cierto es que el río y la erosión del viento les ha dado forma de hombre y mujer o de "frailes capuchinos", depende de los ojos con los que se mire. Ahí están sus nombres y formas, ambos...
Read moreCamino de la Cueva, en Autol, se alzaba el castillo.
¡Cúantas haciendas poseía su dueño, el señor!
Si de todo se mostraba ufano, su predilección estaba en aquella viña cuyas cepas trajo de lejanas tierras.
Reyes, príncipes, señores se regalaban con el fruto que su dueño, celoso, guardaba en sus bodegas.
Más de la viña preferida faltan los ricos frutos. Se extrema la vigilancia y aquella noche, tras el toque de queda, los que velan han visto:
Un hombre y una mujer amparados por la oscuridad se llevan las uvas en grandes cestos.
Y viene el interrogatorio, al que ellos altivos contestan:
«Que Dios nos vuelva piedras, si son uvas las que ocultamos».
Y la maldición se cumplió.
Allí están como dos enormes monolitos, formando extraña pareja junto al castillo ─tan ruinoso ya─ el Picuezo...
Read moreEstas formaciones geologicas de arenisca son impresionantes, ver como por la accion del viento y del agua han quedado esculpidas, hay un aparcamiento pequeño bajando que te deja al lado de ellas, hay un pequeño lago con patos, unos banquitos de piedra alrededor para sentarnos y relajarnos disfrutandolas, si el agua esta en calma podemos hacer una foto muy chula en la que se reflejen las dos en el agua, podemos pasear a ambos lados para observar en un lado por una pasarela de madera una impresionante oquedad que usan para escalar, y hacia el otro lado podemos ir hasta un puente, cruzarlo y ver una pequeña ermita...
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