Bodegas Horola — Attraction in Baños de Río Tobía

Más vale calidad que cantidad.

Hoy hemos visitado está desconocida y pequeña bodega familiar y hemos probado los vinos que elaboran con tanta pasión y esfuerzo, vinos únicos que te hacen viajar a través del paladar. Nos han hecho sentir como en casa, tanto que se nos ha hecho tardísimo y nos hemos ido porque teníamos una reserva para comer, si no llega a ser por la reserva seguiríamos todavía allí. Se nota que lo llevan en la sangre y que el vino que elaboran lo hacen con mucho mimo, de ahí salen los vinos los cuales no puedes soltar la copa hasta no terminar la botella, y si a esto le sumas catarlos con el mejor embutido de la zona y con un trato familiar se convierte en la mejor bodega que hemos visitado. Recomendable 100%. Quieren ampliar la bodega con una zona para hacer las catas con un porche el cual tenía muy buena pinta para venir con buen tiempo. Repetiremos sin dudarlo. 1000 gracias por la amabilidad y por enseñarnos el trabajo tan...

Esta bodega representa un proyecto familiar muy especial que busca expresar a través del vino el amor por la tierra que tienen sus creadores. Pocas veces uno entiende a través del gusto y el olfato lo que las personas sienten, anhelan, y pueden alcanzar. Javier e Isabel nos hicieron sentir como en casa, y nos llevamos un grato recuerdo a nuestro rincón en el Caribe, sabiendo que en la distancia, damos las mismas batallas y queremos tener el mismo impacto. Esta es una visita a bodega altamente recomendada para el que busca una experiencia auténtica, genuina, y de resistencia a un mundo del vino cada vez más comercializado. No todo vino está destinado a ser grande, pero un vino de altísima calidad como el de Bodegas Horola, puede salir de cualquier lugar gracias al esfuerzo y la persistencia...

Bodega pequeña y familiar. La visita a la bodega fue como cuando un amigo te enseña su casa. Éramos un grupo pequeño, por lo tanto, se podría decir que fue una visita individualizada, las explicaciones sin apresurarse, deteniéndose en el detalle y respondiendo a nuestras inquietudes. Después de la visita estuvimos catando unos vinos, amenizados con un gran "tentempié", durante el cual continuamos con la charla del mundo del vino, sin escatimar el tiempo de los propietarios y guías de la visita. La pasión con la que hablan de su "trabajo" indica su amor por el mundo del vino.

Al día siguiente visitamos una bodega antigua y grande, y la visita fue muy bien, pero el trato cercano y cálido que nos dieron, ya no fue el mismo que nos encontramos aquí, en...