La colegiata de san Pedro se encuentra en una pequeña loma en la parte más alta del pueblo de Cervatos. Se trata de uno de los templos románicos más peculiares y mejor conservados de Cantabria. El origen de la colegiata podría estar en un pequeño cenobio fundado en el siglo IX, durante la política de expansión y repoblación impulsada por la monarquía asturiana en este territorio. Años después, debido a la concesión de un fuero por Sancho García, conde de Castilla, el monasterio se vio beneficiado con ciertas donaciones y concesiones económicas, convirtiéndose así en un centro religioso de gran poder en la zona, controlando buena parte de la producción agrícola de su entorno a lo largo de varios siglos. A partir del siglo XIV el monasterio pierde su condición monacal y se convierte en iglesia con rango de colegiata, abandonando los monjes la regla benedictina y pasando a ser canónigos regulares de san Agustín. Desde 1851 la colegiata pasa a ser iglesia parroquial. La iglesia actual es una construcción de finales del siglo XII, durante el reinado de Alfonso VII. Se trata de un templo románico de una sola nave con ábside semicircular y una torre campanario adosada en su lado oeste. La nave está dividida en tres tramos cubierta con bóvedas de crucería añadidas en el siglo XVI, las cuales, probablemente, sustituyeron a otra cubierta anterior de madera. Durante el siglo XIV se añaden nuevas dependencias en su lado norte, como el baptisterio, con el fin de adaptarlo a las nuevas funciones parroquiales. En el interior cabe destacar un coro alto enfrentado al ábside y una pila bautismal románica en una capilla lateral. Hay que destacar, también, la capilla del Cristo con una extraordinaria bóveda de crucería estrellada, así como una imagen en madera policromada de la Inmaculada Concepción del siglo XVII, obra realizada en el taller de Gregorio Fernández. El ábside, en el que se encuentra el altar, está separado de la nave a través de un doble arco de medio punto sostenido por dos grandes columnas adosadas y rematadas por capiteles en un excelente estado de conservación. Hay un segundo arco de medio punto que se encuentra únicamente sostenido por dos ménsulas cortas. En el exterior la portada principal está ligeramente adelantada sobre la fachada. La puerta está formada por un arco de medio punto con siete arquivoltas sujetas por columnas con capiteles algo deteriorados y decorados con motivos animales. El tímpano está decorado con motivos geométricos y con animales fantásticos. La entrada está cubierta con un tejaroz sostenido por trece canecillos con diversas figuras humanas, algunas en actitudes muy explícitas que representarían diversos pecados capitales y otras portando objetos musicales. El ábside está dividido exteriormente en tres cuerpos y sujeto por pequeños contrafuertes. En su parte más alta los contrafuertes pasan a ser columnillas rematadas en capiteles y que junto a buen número de canecillos sirven de sujeción de la cornisa superior. Sin embargo, lo más destacable de la colegiata de san Pedro de Cervatos es la gran cantidad y calidad de canecillos que rodean la iglesia a lo largo de la cornisa de su fachada sur y el ábside, en los que priman los de carácter sexual, lo que le ha dado el sobrenombre de 'catedral del arte erótico románico'. Así, se pueden ver diversas figuras humanas de hombres y mujeres en posturas provocativas, aunque, también, se pueden ver distintas figuras de animales o de personas tocando instrumentos musicales. La entrada a la iglesia cuesta 2 euros/pax. En el caso de que la iglesia esté cerrada, hay un papel en la puerta de la iglesia con los teléfonos de dos mujeres voluntarias con las que se puede contactar para realizar una visita guiada por el interior y el exterior de la iglesia y que dan unas explicaciones muy interesantes y detalladas sobre la historia y el arte del templo. Una visita imprescindible para los amantes del Románico. Recomiendo completar la visita con la iglesia de Santa María la Mayor en Villacantid, el Centro de Interpretación del Románico...
Read moreUn lugar espectacular y muy curioso, lleno de cosas interesantes, también el pueblito es un encanto, precioso, muy bien cuidado por sus gentes.Daba gusto. Sin embargo, el guía que está en la Colegiata, una persona muy antipática, que parece que está hablando como una locución grabada y sin aportar nada de emoción a la visita. Nada que ver con la señora del castillo de Argüeso, que para dar una breve charla se le notaba el cariño por el lugar o la chica de las ruinas de Julióbriga que súper atenta y con ganas de que conociéramos el lugar y la historia. Podíamos habernos ido de la Colegiata y su pueblo con mejor sabor de boca si no es por este personaje que dista mucho de ser un...
Read moreEs famosa por sus canecillos con motivos eroticos. No es la unica que presenta estas tallas, pues en el medievo se utilizaba para avisar a los fieles de los peligros terrenales. De estilo romanico, destaca tambien por su portada. El timpano y dintel estan decorados con petalos entrelazados. Destacan los leones esculpidos en el friso sobre el dintel. En los capiteles se presentan anumales. Las ventanas presentan un arco y columnas a cada lado de bella factura. La torre destaca para mi por sus ventanas con arcos ojivales que evidencia por influencia gotica que fuera construida posteriormente. Si la visitas, observa bien todos sus de, te...
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