El monasterio de san Pedro de Cardeña se encuentra ubicado en un valle de gran belleza a unos 10 kilómetros de Burgos. Está habitado por una pequeña congregación de monjes Trapenses. Fue fundado a finales del siglo IX mediante una donación de tierras del conde de Castilla Gonzalo Téllez. Aunque es posible que fuera erigido sobre una abadía más antigua de origen visigodo, posiblemente del siglo VI. Poco años después de que Abderramán III se proclamara como el primer Califa de Córdoba, éste realizó diversas campañas militares contra las marcas fronterizas con los reinos y condados Cristianos al norte del río Duero. El monasterio fue destruido en la primera mitad del siglo X y los doscientos monjes que allí vivían fueron martirizados y asesinados. En el siglo X el monasterio fue de nuevo repoblado gracias al apoyo del conde Fernán González, lo que llevó al cenobio a una época de esplendor hasta el siglo XIII, especialmente en lo relativo a su scriptorium con la elaboración de códices y libros. A partir del siglo XIII comienza un lento declive del monasterio hasta que en 1836, tras la desamortización de Mendizábal, se produjo la exclaustración de los monjes y el abandono del monasterio provocando un progresivo deterioro del edificio. A partir de los años 40 del siglo XX se realizó una restauración del edificio, restableciéndose, nuevamente, la vida monástica. Este monasterio es célebre por su relación con el Cid Campeador. Según el Cantar de mio Cid, cuando Rodrigo Díaz de Vivar es desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI, dejó a su esposa Jimena y a sus dos hijas bajo la protección de los monjes. Tras su segundo destierro el Cid conquista la ciudad de Valencia en 1094, intitulándose como Príncipe. En 1099, muere el Cid en Valencia, quedando su esposa como Señora de la ciudad. Unos años después los almorávides se encuentran a las puertas de Valencia con un numeroso ejército, por lo que doña Jimena decide abandonar la ciudad. Así, el Cid fue exhumado de la catedral de Valencia y llevado hasta San Pedro de Cardeña, en donde fue sepultado de nuevo. Aquí permanecieron sus restos hasta 1921, en que fueron trasladados junto a los de su esposa a la catedral de Burgos, a una tumba ubicada en el crucero bajo el cimborrio de la catedral. Del antiguo monasterio románico no queda casi nada, tan solo una parte del claustro y la torre de doña Jimena. Adosada a esta torre se construyó la nueva iglesia, erigida en el siglo XV en estilo gótico. Tiene planta de cruz griega con tres naves y capillas laterales, cubierta con bóvedas de crucería y sostenida por grandes columnas fasciculadas. La fachada de la iglesia es austera, destacando la puerta con arquivoltas apuntadas y un grupo escultórico en el tímpano que representa a un obispo arrodillado ante san Pedro y san Pablo. La fachada del monasterio de estilo barroco, data del siglo XVIII con un cuerpo central enmarcado por dos torres, en el que destaca la estatua polícroma del Cid a lomos de un caballo, similar a las imágenes que representan a Santiago Matamoros. Frente a esta fachada hay un monolito en el que se dice que allí se encuentran los restos de Babieca, el caballo del Cid. El claustro conserva una parte del antiguo románico con arcadas de medio punto sostenidas por columnas con capiteles corintios y dovelas rojas y blancas que recuerdan a la mezquita de Córdoba. La Capilla del Cid es una obra del siglo XVIII de estilo barroco, en el que destacan los sepulcros del Cid y doña Jimena, esculpidos en el siglo XIII por orden del rey Alfonso X el sabio para albergar sus restos óseos. Cabe destacar la escalera de caracol, una obra de cantería y geometría del siglo XVI que comunica con el archivo del monasterio. El monasterio es visitable de lunes a sábado de 10 a 13 y de 16 a 18 horas. El precio es de 2’50 euros/pax y la visita es guiada por un monje del monasterio con una duración de una hora y con explicaciones muy interesantes sobre la historia y aspectos artísticos del monasterio. Hay una tienda en la que venden productos artesanos, como cerveza, vino...
Read moreMarco una estrella por que no me permite 0, pero espero que mi explicación muestre la calificación que menciono. Fuimos el 17 de Febrero a las 12:35 a visitarlo y nos dijros un monje y otro caballero vestido de negro, que se encontraban en la tienda, que no podiamos unirnos a la visita, porque habia comenzado a las 12:15. Indicar que la respuesta se la dieron a mi esposa de una forma un poco "despeciva" o digamos "sin gana", como si les molestara a estos caballeros el preguntar fuera de hora. Nos indicaron que podiamos ir a la iglesia , pero que solo pidoamos pasar hasta la reja. Eso hicimos, y a la vuelta a la tienda, pregunté yo si habia que reservar para las visitas de la tarde, a saber 16:15 y 17:15, como indica la web y me dijero que nó habia que reservar , que con acudir a la hora mencionada a la tienda, alli se sacaban lo tikets y se hacia la visita guiada. Siguiendo estas indicaciones, regresamos de nuevo al monasterio el domingo 18 de Febrero y estabamos alli a las 15:55 . Habia otras 8 personas deambulando por los alrededores, que habian llegado antes que nosotros y a eso de las 16:05, 4 de as personas que he mencionado y nosotros 2, estabamos delante de la tienda y vimos asomarse durante unos segundos y en dos ocasiones, a un caballero vestido de negro por la puerta de la iglesia, que dista unos 50 metros de la tienda. El nos vió perfectamente y nosotros a el. Supusimos que vendria a abrir la tienda y a comenzar la visita guiada, pero a las 16:30, como no aparecia, algunas de estas personas, fueron a la iglesia y llamaron para ver si acudia alguien, sin resultado. Por tanto, una persona de las que se encontraban esperado , llamo al telefono de contato y después de 2 llamadas, hablo con alguien, que le dijo .... " que habia salido , pero que no habia nadie esperando ... que hasta las 17:15 ya no habia visita y que las personas que estabamos esperando con suficiente tiempo de antelación, tenian que esperar hasta la visita de las 17:15 ...." poco más o menos, pero repitiendo la "mentira" de que no habia nadie. No hay información de ningún tipo en el exterior de la tienda y en la iglesia que indique como se realizan las visitas ni donde ni como hay que esperar a la persona que lo atiende y ya el colmo es que nos digan que somos "invisibles". Tengo una fotografia que muestra al caballero que se "asomo" y no nos ve, pero, lógicamente, por protección de la intimidad, no la publicaré. En fin, una visita muy positiva de 3 dias a Burgos, este caballero se encargo de fastidiarla, aunque realmente, si quieren documentarse, la historia del Cid, su esposa, sus hijas y yernos no es tal como se relata, es más una leyenda e incluso los nombres no son reales .... espero que este caballero, y/o sus compañeros y superiores, sean perdonados de sus "mentiras" ... he leido referencias y parece que cuando no responden correctamente a su "misión", es culpa de las normas del abad ....que sean...
Read moreSe sale de Burgos en dirección sureste hacia la Cartuja de Miraflores y, tras pasar por el paraje natural de Fuentes Blancas, se llega al monasterio de San Pedro de Cardeña, situado en el fondo de un valle de abundante vegetación. Es benedictino en su origen, del siglo IX, pero actualmente lo habita la orden del Císter. Desde el estanque colocado enfrente de la abadía, puede verse una atractiva estampa del conjunto del convento e iglesia. La fachada está flanqueada por dos torres cuadrangulares e iguales, y en el centro, la portada barroca recoge sobre el portón de entrada la figura ecuestre del Cid Campeador aniquilando a los musulmanes. Por uno de sus lados, la hilera de las ventanas de las celdas confluye con la portada de la iglesia gótica, que reemplaza a otra iglesia románica anterior. De tres naves, con bóvedas de crucería y elevadas columnas, en el lado derecho se abre la capilla del Cid y el claustro de los Mártires, en recuerdo de los monjes asesinados por las tropas de Abderramán III en el año 934. Cuando se visita este monumento hay dos cuestiones importantes: La primera es que el Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, partió al destierro en 1081, dejando al cuidado del abad don Sancho, dentro de las estancias de Cardeña, a su mujer, Jimena, e hijas. Este suceso determinó que el héroe castellano y su esposa fueran enterrados aquí hasta 1836. Hoy yacen en la catedral de Burgos. Por eso, un juglar o clérigo anónimo, autor del Cantar del Cid, ruega al abad Sancho que "a ella y a sus hijas y a sus dueñas" las atienda. Y de esta manera, dice el juglar que "salieron de la iglesia, ya quieren cabalgar/ el Cid a doña Jimena íbala a abrazar". La otra cuestión hace relación al extraordinario "scriptorium", que fue uno de los más importantes del alto medievo en Castilla. Fruto de la labor artesana y sabia de traductores, copistas y miniaturistas son el Beato de Cardeña, la Biblia de Burgos y el menos conocido Cartulario Gótico de Cardeña, un códice o libro en el que aparecen palabras escritas en castellano del siglo IX. En definitiva, uno de los testimonios escritos más antiguos del romance castellano. Solo por estas razones históricas y lingüísticas, el viajero debe acercarse a este monasterio, solo a 10...
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