Si quieres conocer algo más, continua con la lectura: Blas Infante, nacido en Casares (Málaga) en 1885, cursa estudios en la Facultad de Derecho de Granada y gana las oposiciones de notarías en 1909. Se casa en el pueblo sevillano de Peñaflor con Angustias García Parias, residiendo en Sevilla, Isla Cristina y Cantillana. En 1931 se instala definitivamente en Sevilla y manda construir la casa de Coria del Río, sobre una loma exenta desde la que se divisa el paso del Guadalquivir.
La villa, que se encarga personalmente de diseñar tanto a niveles decorativos como constructivos, se inspira principalmente en la arquitectura de Al-Andalus, aunque cuenta también con elementos ornamentales propios de otros estilos, situando estilísticamente al edificio dentro de la corriente historicista.
Desde este sitio, que habitó desde 1932 a 1936, vivió el líder andalucista períodos claves de su trayectoria política, tales como el proceso de reconocimiento del gobierno de la República a las nacionalidades del Estado Español y el comienzo de la redacción de los estatutos de las futuras comunidades autónomas, entre ellos el de Andalucía.
El proceso constructivo comenzó con el levantamiento de una vivienda para albergar a los guardeses que se encargaría de explotar y vigilarían, en adelante, la finca y las obras de la casa.
La construcción de la Santa Alegría se produjo en dos fases. La primera comprendió la edificación de la galería principal con estancias a derecha e izquierda. En el momento en que la familia se trasladó a la vivienda estaban construidos los dormitorios, el despacho, el comedor, la cocina (con su despensa) , una alacena, un cuarto de baño, un comedor pequeño que hacía las veces de recibidor y cuarto de la plancha un pequeño pasillo que separa esta estancia del cuarto de baño. A través de una escalera se accedía a la segunda planta donde se ubicaban tres dormitorios y una terraza. Con posterioridad se iniciaría la segunda fase hasta completarse la totalidad de la obra.
En la construcción de la casa participó el propio Blas Infante como diseñador y director de la sobras, en ella participaron el pintor Juan Alonso Garzón, El ceramista Pedro Navia, y un elevado número de trabajadores pertenecientes a la localidad de Coria del Río. La casa constituye una versión particular del regionalismo andaluz en su vertiente neomudéjar y plateresca. Recrea las alquerías que poblaron el Aljarafe en tiempos de Al-Andalus y refleja aspectos constructivos que Blas Infante contempló en su viaje a Marruecos en 1924. A esta intención responden también elementos ornamentales del primer cuerpo, tales como las yeserías, pinturas murales, carpintería y azulejería. A su vez los elementos ornamentales del segundo cuerpo del edificio son muestra de la importancia que daba Infante al afán del humanismo andaluz por recuperar los valores de la época clásica y castellana en Andalucía. En definitiva el edificio está concebido para plasmar, con el espíritu integrador y conciliador que caracterizó a su creador, las ideas más profundas del andalucismo histórico. Igualmente es una síntesis de la sucesión de grandes culturas en Andalucía, tales como la tartésica, la clásica, la oriental y la humanista, así como de la convivencia entre las influencias religiosas judeocristianas e islámicas. También el jardín de la villa es importante y significativo, al estar diseñado como mirador del Guadalquivir y contenedor de variadas especies autóctonas, traídas de diferentes puntos de Andalucía y como muestra de su diversidad. Si te gustado dale un Like, Gracias. fuente IAPH, y...
Read moreNo voy a subir fotos, porque sinceramente, no he querido perder no un segundo en contemplar y disfrutar cada detalle de la casa, de los jardines, de la Exposición permanente, y de casa detalle de la historia de Blas infante.
Pienso que cada andaluz y cada andaluza debería estar obligado/a a visitarla y conocer de dónde venimos, y sobre todo, saber quiénes fueron esas personas que dieron y sacrificaron su vida y la de sus familias por construir la Andalucía libre que disfrutamos hoy en día.
Y dar las gracias a Ángela Velasco, de Engranajes Culturales, por una visita guiada inolvidable. Fijaros que, aunque para nosotros fue ha sido un privilegio, sólo estábamos los cinco de la familia. Ni un visitante más. Una lastima, pero que nos permitió visitar el Museo de la Autonomía Andaluza de un modo muy...
Read moreImpresionante. Visita obligada para conocer más sobre nuestra historia. Fue una visita guiada muy bien explicada, amena e incluso emocionante. Lo único que falta es que la casa y el museo sean accesible cognitivamente para todas las personas. Esto quiere decir, por ejemplo, los textos que explican cada detalle y espacio de la casa, folletos y planos estén en lectura fácil como para que todo tipo de personas puedan entenderlo. Así sería accesible para todo los Andaluces, aunque eso faltaría en la mayoría de museos de toda España. Espero y deseo que poco a poco la sociedad y los altos cargos puedan entender y acercarse más a la accesibilidad cognitiva. Aparte de esto, tanto el museo, la casa como la guía genial,...
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