Información Web: El castillo de Caracuel es una construcción militar de origen musulmán edificada en diferentes épocas a partir del siglo lX, pasando por el Xll y Xlll. Está situado en la localidad española de Corral de Calatrava, perteneciente al municipio de Caracuel de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real (Castilla-La Mancha)
Historia Fortificación de fundación musulmana reutilizada y trasformada por la Orden de Calatrava. Cuenta la leyenda que en este castillo vivía una reina árabe llamada Clara. El nombre de Caracuel derivó de caracruel por la cara tan cruel que habría tenido dicha reina. En 1085 con la caída de Toledo pasa a poder de Alfonso VI, aunque debió ser solo de jure, ya que años después formó parte de la dote de la mora Zaida en el año 1091. Perdido y reconquistado en varias ocasiones pasó a propiedad de la Orden tras la batalla de las Navas.
Descripción Conserva restos de murallas, de dependencias y torre albarrana pentagonal.
Conservación A pesar de encontrarse bajo la protección de la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español se encuentra en estado de ruina, sumido en un proceso de progresivo deterioro por abandono y hundimiento de sus
Se piensa que este castillo pudo ser la antigua mansión de Carcuvium, la cual aparecía en el itinerario de Antonino, si bien más tarde se convirtió en un municipio. Además de estar situado en el cruce de los caminos que van desde Toledo a Córdoba y desde Extremadura a Levante, ha sido escenario de distintos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, los cuales lo bautizaron de distintas formas: Carquer, Caracoi e incluso Karakuy.
Asimismo, fue el lugar en el que se fundó en 1170 una de una de las encomiendas más antiguas del Campo de Calatrava, la de Caracuel. Aun así, pocos años después fue recuperado por los musulmanes hasta la victoria de Alfonso VIII en las Navas de Tolosa en 1212.
Principalmente, destaca la torre pentagonal del castillo, que forra a otra más antigua, de época almohade. Hoy en día, se conservan restos de lo que fue su recinto cuadrado e incluso los restos de un aljibe. Podemos acceder al castillo a través de un camino de piedra angosta que empieza detrás de la Ermita del Santo Cristo de Caracuel de Calatrava. Se puede recorrer en cualquier...
Read morePequeño testigo de la grandeza del pasado. Amenazador continuo de ruina y desplome. En la actualidad, un tanto inseguro por las grietas actuales, que aseguran en el futuro cercano a la techumbre que aun perdura en lo alto, toparse con el suelo. Visitable aunque situado en tierras privadas. Como en todas las ruinas, lo importante no es lo que queda, sino lo que nos cuenta eso que queda, lo que nos cuenta qué fue. Este castillo formó parte de la dote de Isabel, que fue una de las esposas de Alfonso VI, aquella que dio el único hijo varón al mismo. Isabel, antes de convertirse al cristianismo, se llamaba Zaida, la mora Zaida, y alguna que otra noche durmió en este castillo... Situado en un cerro muy usado anteriormente, por culturas prerromanas y dominando el mismo cruce de caminos que hizo que Carcuvium, de la cual ya nos habla el itinerario de Antonino, se ubicara en principio, como "mansio" romana (parada y fonda) para los que iban y venían por estos lares. Si visitas el castillo, (del que hay que decir que pertenece a tierras de Corral de Calatrava) no dejes de pasear por las calles de la localidad de Caracuel que, con su iglesia y ermita, conforman un pueblo típico manchego, tranquilo, de aires limpios y gente buena. Así, mientras desciendes por las sendas del cerro en dirección al pueblo, estarás dando los mismos pasos que dieron, hace siglos, musulmanes y...
Read moreYo, Castillo, vigilo atento el llano. Aún levanto con orgullo mi silueta de murallas que se desmoronan sin guerra ni batallas. A mis pies, duerme Caracuel. El Campo de Calatrava abarca mi mirada. Ayer, castillo de califas; hoy, castillo de nadie. Ayer, castillo de mampostería; hoy, castillo de naipes. Yo, Castillo, Patrimonio Nacional del Deterioro, del Hundimiento lento y paulatino en el tiempo. Derrotado por estos atardeceres fríos y desolados de invierno…, barnizado de escarcha, azotado por el viento. ¡Qué...
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