EL CASTILLO DE VILLAPADIERNA y SU CURIOSO TUNEL.
Ayuntamiento de Cubillas de Rueda. LEÓN.
El castillo de Villapadierna se localiza en la llamada «La Cota de Villapadierna». Paternus y maternus se usaron en la Edad Media como nombres personales. Padierna deriva de paterna, por lo que Villapadierna significa villa paterna o villa de Paterno.
Fue mandado construir con una finalidad militar por orden del Almirante de Castilla Fadrique Enríquez, que recibió la villa de manos de Juan II en 1431. Pasó más trade a la casa de Alba por el matrimonio de la hija del Almirante de Castilla doña María Enríquez, con el primer duque de Alba.
A finales del siglo XVIII pertenecía a la marquesa de Villafranca, quien en 1797 firmó un documento en el que autorizaba al vecindario a colocar en su torre las campanas de la parroquia «por hallarse de inmediato a la capilla que ha construido en la referida villa».
El pequeño castillo de estilo gótico del siglo XV y señorío de Doña Berenguela (2ª esposa de Alfonso IX) fue construido a bases de mampostería y sillería, con una planta cuadrada y estructura simple, estaba formado por una torre cuadrada, rodeada por un doble recinto. La muralla y los muros interiores y la torre se ejecutaron en cal y canto, ante la falta de piedra de talla en la zona. Si bien todos los ángulos, las jambas de las aspilleras, troneras, portón y poternas se construyeron con sillares de granito tallado de buena factura. La torre central, en cuya parte superior se abren ventanas de amplia flecha, es de mampuesto menudo, con sillería en los ángulos y sillarejo para enmarcar los vanos de los ventanales. El acceso al interior se realiza por la 2ª planta de la torre. La torre sufrió en el XVIII obras que la convirtieron en campanario parroquial.
Los Villapadierna son un antiguo linaje asturleonés que cuenta entre sus miembros caballeros de las Ordenes de San Juan, Santiago, Alcántara y Calatrava. Según la leyenda estuvieron en la batalla de Clavijo, fueron conquistadores de Chile y descienden entre otros del Infante don Vela de Aragón y de las Casas de Quirós, de la Barca, de Quiñones, Mendoza, Ayala, Barba, Mogrovejo y de Prado. Fueron señores desde la primera Reconquista del Castillo de Villapadierna, Lugartenientes de la flota del Almirante de Castilla y Adelantados de Tierra de Campos. En la familia nació Santo Toribio, arzobispo de Lima y evangelizador del Perú.
Como interesante curiosidad, se dice que, para su mejor defensa, el castillo estaba rodeado por un foso, con agua, que venía traída desde el río Esla a través de un túnel de unos dos kilómetros de longitud, que comunicaba dicho río con el castillo. La entrada al túnel se encuentra situada en la parte inferior de una de las paredes de la torre, es una especie de semicírculo tapado con tierra, de modo que hace que se hace imposible entrar por él. Además, detrás del castillo había una herrería y una fuente donde se enfriaba el hierro. Estos detalles, pueden hacer que la importancia del lugar cobre más peso, debido a los restos encontrados, no obstante, el tiempo es el sabio conocedor de
los otros secretos que guarda este castro Vadiniense. En la cercana Villapadierna se encontró una estela vadiniense, con lo que podemos pensar en el importante transito comercial que por estas tierras circularon las gentes desde muy antiguo. La posibilidad de que el tuner fuera anterior al castillo es muy clara, debido a que el castro debió estar habitado con anterioridad posibilitando el uso de agua para los molinos, sin duda de uso romano y quizás anterior a Roma.
La posibilidad de que este lugar en el Neolítico fuera un lugar sagrado, es notable. La forma de montículo cerca de una cuenca fluvial, y rodeado por foso, nos acerca a la posibilidad de que fuera un recinto sagrado, de rituales. Posiblemente relacionado con los dioses del sol y del agua, o lo que es lo mismo, los antagonistas que forjan la alquimia de los metales. Sin duda todo un lugar sin estudiar, lleno de sorpresas y de historias que el tiempo guarda en el...
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