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VISITA GUIADA: El gran fallo es el poco profesionalismo del guía.
A la hora de la explicación, quitando algunas carencias, se puede decir que bien, el problema es el momento de la cata.
Te sirven muy poco vino, un poco más y lo tienes que mirar con lupa
El viejo que sobra en las botellas, que algo si que sobra, no te lo ofrece, no sé si lo tira o lo da a otros visitantes
Antes que ofrecer el vino se lo bebe el propio guía, no es broma. Cuando le pregunté si le quedaba un poco más, me dijo: "no queda no, me lo he chiscao todo". Digo yo, si estás trabajando no es para que te pongas ciego a vino, que yo creo que si te hacen soplar al salir de la bodega das positivo. Digo yo también, si sobra algo en las botellas, lo tendrás que ofrecer primero a los clientes y oye, si nadie quiere, pues ya bebertelo o guardarlo, lo que veas. En la cata primero se ponía una copa el, lo bebía (todo bien porque sería para probarlo y comentarnos después como era el vino en boca, los toques que tenía, etc.) pero luego también se veía otra copa y otra.
Es una pena, porque al final uno va para saber cómo se hace el vino pero también para probarlos y a partir de allí comprarlo o recomendarlo, pero con el poco vino que me pusieron no puedo decidir si comprarlo o recomendarlo, no lo probé.
Les deseo lo mejor y que se tomen esta crítica como algo constructivo, no como algo malo. Pero lo dicho, si sopla al salir de la cata da positivo y todos los clientes...
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PARA REPETIR.
Muy buena bodega para visitar y realizar cata.
ADVERTENCIA: Abstenerse los que vayan pensando en salir almorzados, y menos por cinco euros. No ponen queso ni jamón, porque, entre otras cosas, no distinguirías el sabor del vino. Para eso te vas a un bar y comes y bebes lo que quieras... y lo pagas.
Esto es una visita y cata, no un almuerzo ni tomar el vermut con los colegas. Para acompañar la cata te pondrán unos pistachos y ya.
Una vez dicho esto, la visita merece mucho la pena, te lo explica, y muy bien, uno de los propietarios y fundadores, de esta empresa familiar. Muy honesto en sus explicaciones, no todas lo harán. Encantado de que la gente le haga preguntas.
La cata es de dos vinos por cinco euros, pero al final, como al paisano le gusta lo que hace y disfruta con ello, nos dio a probar cinco vinos, y me dicen que siempre suele ofrecer alguno más de los dos vinos que incluye el precio. Es una, si no la que más, de las visitas y catas más baratas de la Ribera del Duero.
No te llenan la copa (para los que vayan con la idea equivocada de salir borrachos), es una cata, no un bar. Te echan un poco, para probar, saborear, ver colores, olores, sabores.... siguiendo sus explicaciones.
REPETIRÍA SIN DUDA.
ME...
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Wonderful family run winery, producing some of the best wines you can find in Spain. Tour and tasting is done by one of the owners and is both educational and great fun in an relaxed and informal setting. Highly...
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