El castillo de Gormaz es una fortaleza de origen andalusí situada junto al municipio homónimo (Soria, España). A pesar de que parece construida sobre una fortaleza anterior, la estructura actual fue realizada durante el Califato de Córdoba, específicamente por el califa al-Hakam II, quien ordenó al general Gálib su ampliación, tarea que se emprendió entre los años 965-66. Según algunos historiadores como Roger Collins, fue la fortaleza más grande de Europa en aquella época.
El castillo de Gormaz se convirtió en pieza clave de la defensa musulmana contra los reinos cristianos del norte y contribuyó a mantenerlos alejados de Medinaceli. Su situación y sus excelentes condiciones de visibilidad permitían controlar una de las rutas de acceso hacia el norte y el río Duero y fue una de las posiciones estratégicas más codiciadas por musulmanes y cristianos durante los siglos IX y X, por lo que ya existía una fortaleza anterior a la actual.
Las crónicas cristianas mencionan que la zona fue reconquistada por los musulmanes en 925 y 940, indicando que cambió en varias ocasiones de manos debido a su posición fronteriza. La fortaleza actual fue construida o reconstruida por Gálib en 965-66, el general de los ejércitos del califa de Córdoba al-Hakam II (r. 961-75), y se considera la fortificación más grande construida por el Califato de Córdoba en esta región y la más grande de Europa en aquella época, según el historiador Roger Collins. Las primeras menciones del castillo en las crónicas islámicas fueron documentadas por el historiador al-Maqqari en el siglo XVI. Además, en la cercana ermita de San Miguel de Gormaz se encontró una piedra fundacional con una inscripción mencionando el nombre del califa y actualmente ubicada en la catedral de El Burgo de Osma, por lo que quedaría una prueba material de la fundación.
En 974-75 el conde García Fernández, aliado con Sancho II de Pamplona y Ramiro III de León, bajo la regencia de su tía Elvira Ramírez, asedia el castillo pero, mientras lo hace, es atacado por un ejército de rescate al mando de Gálib y sufre una humillante derrota. Vuelve a intentarlo en el 978 con éxito y lo mantiene hasta el 983, cuando lo toma Almanzor. Aunque existen algunas referencias documentales de que durante la Caída del Califato de Córdoba se prometió la entrega de la fortaleza a Sancho III de Pamplona en 1009 o 1011, se desconoce si finalmente este hecho tuvo lugar. Aunque ciertas fuentes citan la conquista cristiana definitiva a manos de Fernando I de León en 1059, estas mismas fuentes también insinúan que su ocupación fue breve, especialmente porque se han descubierto algunas reparaciones y remodelaciones del castillo por parte de los musulmanes en la década de 1060.
Tras su definitiva conquista cristiana, la fortaleza fue entregada a diversos señores. El monarca Alfonso VI de León nombró a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, como señor de Gormaz en 1087. Será en esta época en que se funda el pueblo de Gormaz, a los pies del castillo. Durante el siglo XIV tuvo un papel relevante durante la Guerra de los Dos Pedros (1359-69) entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, cuya contienda hizo que el castillo cambiara de manos en diversas ocasiones y tuviera diversas restauraciones y fortificaciones.
El castillo consta de dos partes diferenciadas y separadas por un foso. Al este se encuentra el alcázar, la torre del homenaje, la "torre de Almanzor", el aljibe y los aposentos califales. En la parte oeste se encuentra una alberca para dar de beber a los animales y una gran explanada donde acampaban las tropas. Cuenta con una gran puerta que denota su origen islámico, la Puerta Califal. En la cara oeste de la muralla hay tres estelas, una de origen romano y otra claramente islámica, que se colocaron allí para espantar los malos espíritus.
El castillo de Gormaz llegó a ser la fortaleza europea más grande de su época: con un perímetro amurallado de 1200 m, 446 m de largo, 28 torres y una forma muy alargada en...
Read moreFortaleza de origen musulmán, cuya construcción comenzó en el siglo IX. En el alargado cerro en que se asienta debió haber desde este siglo una construcción militar, pero más pequeña que la actual, pues sólo ocuparía el sector oeste del mismo. La fortaleza califal de Gormaz, la más grande de Europa en su clase, se encuentra sobre un cerro datado en el período cretácico de planta alargada que puede verse desde muchos kilómetros de distancia en la llanura soriana, se convirtió en el origen y bastión de numerosas razias o ataques de las tropas musulmanas sobre las tierras cristianas del norte del Duero. La de Gormaz es la fortaleza musulmana más larga de Europa (tiene 1.200 metros de perímetro) con murallas y torres cuadradas de origen árabe y su material constructivo está basado en sillería a soga y tizón en las partes inferiores y mampostería en las superiores.
En el siglo X, toda esta zona estaba sometida a continuos y feroces ataques por el dominio de la frontera del Duero. Su aspecto imponente, capaz de albergar ejércitos y situado en la orilla norte del Duero, suponía una amenaza constante para las repoblaciones cristianas de esta parte de España. Así, en el Cantar del Mío Cid, se describe como “castiello tan fuort”. Esta fortaleza ha sido testigo de personajes como Galib (general de Abderramán III), Almanzor o Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, de la que fue alcaide en 1087. Aún en el siglo XIV, con motivo de las guerras de Pedro I, fue objeto de importantes obras de reparación y reconstrucción.
En la actualidad el edificio es propiedad del Ayuntamiento de Gormaz.
Descripción:
Recinto amurallado de origen musulmán ubicado sobre un promontorio rocoso desde el que se domina el valle del Duero que discurre a sus pies.
La fortaleza, realizada casi en su totalidad de sillares labrados, cuenta con dos zonas diferenciadas y separadas por un foso, hoy cubierto: el alcázar y el recinto amurallado. En el alcázar encontraremos la torre de Almanzor del S. X, la sala de armas y la Torre del Homenaje, con aparejo califal y vigas empotradas califales reutilizadas, y que hace de puerta de entrada al alcázar; además, encontramos una poterna califal hacia el norte y los restos de un aljibe.
En total son siete las torres que hay en esta parte de la fortaleza. En el recinto amurallado, de unos 1200 metros de perímetro, 446 de largo y 60 de ancho, con lienzos de 10 metros de altura, se asentaba la tropa, las caballerizas, almacenes y una alberca o depósito abierto de planta cuadrada de grandes dimensiones excavada en la roca.
La torre de Almanzor y la del Homenaje, modificada ésta también en el siglo XIV en estilo mudéjar, custodian el alcázar, lugar de residencia del alcaide y los señores del castillo. En el patio interior cisternas y aljibes aseguran el suministro de agua en caso de sufrir prolongados asedios. La puerta en codo en la torre del homenaje dificulta el paso al alcázar en caso de ataque y un portillo cercano asegura una vía de escape si fuere necesario huir con celeridad. Desde el camino de ronda se vigilaba el recinto y, a día de hoy, siguen existiendo las escaleras y es posible recorrerlo y admirar el extraordinario flanco Sur de la fortaleza con sus 28 torres. En la explanada central, lugar que albergaría a las tropas, así como las cuadras, cocinas, almacenes, etc. se alza la entrada principal al castillo, una puerta de doble arco califal formado por dos torres unidas, y con un segundo arco interior y las dos puertas del S. XIV con sus marcas de canteros.
Fuente:...
Read moreMonumento Nacional desde 1931, nos encontramos ante uno de los grandes exponentes de la reconquista de la frontera del Duero.
La fortaleza califal de Gormaz, la más grande de Europa en su clase, situada sobre un cerro cretácico de planta alargada que puede verse desde muchos kilómetros de distancia en la llanura soriana, se convirtió en el origen y bastión de numerosas razias o ataques de las tropas musulmanas sobre las tierras cristianas del norte del Duero.
En el S. X toda esta zona estaba sometida a continuos y feroces ataques por el dominio de la frontera del Duero. Su aspecto imponente, capaz de albergar ejércitos y situado en la orilla norte del Duero, suponía una amenaza constante para las repoblaciones cristianas de esta parte de la estremadura. Así, en el Cantar del Mío Cid, se describe como "castiello tan fuort". Esta fortaleza ha sido testigo de personajes como Galib, Almanzor o Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, de la que fue alcalde en 1087.
La fortaleza, realizada casi en su totalidad de sillares labrados, cuenta con dos zonas diferenciadas y separadas por un foso, hoy cubierto: el alcázar y el recinto amurallado. En el alcázar encontraremos la torre de Almanzor del S. X ,sala de armas y la Torre del Homenaje,con aparejo califal y ménsulas califales reutilizadas, y que hace de puerta de entrada al alcázar, una poterna califal hacia el norte y los restos de un aljibe.
En total son siete las torres que hay en esta parte de la fortaleza. En el recinto amurallado, de unos 1200 metros de perímetro, 446 de largo y 60 de ancho, con lienzos de 10 metros de altura, se asentaba la tropa, las caballerizas, almacenes y una alberca o depósito abierto de planta cuadrada de grandes dimensiones excavada en la roca. Cuenta con varias poternas hacia el norte, y la fabulosa puerta califal con alfiz o arrabá en un cuerpo formado por dos torres unidas, y con un segundo arco interior y las dos puertas del S. XIV con sus marcas de canteros.
El recinto termina en forma de punta siguiendo el contorno del cerro, y en la torre trapezoidal que forma el espolón de poniente, por la parte exterior, se pueden contemplar tres estelas simbólicas anteriores al resto del recinto, que en alguna ocasión se han identificado como símbolos mágicos cuya finalidad sería ahuyentar los espíritus de la noche una vez que se pone el Sol, precisamente por ese lado de la fortaleza. Sea como fuere, no cabe duda que se encuentran en una situación especialmente simbólica.
En total cuenta con 26 torres, generalmente rectangulares, realizadas en sillares a soga y tizón a bandas de tizones, siendo las de la muralla macizas hasta el primer piso. Entre el alcázar y el recinto amurallado se encuentran los restos de varias barreras, según...
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