Ethnographic Museum of Grandas de Salime — Attraction in Grandas de Salime

Museo muy muy interesante para visitar si estás por esta zona de Asturias tan preciosa. Va a gustar tanto a niños como a grandes. Es muy curioso admirar la gran colección que alberga este museo y la posibilidad que brinda de dar un "paseo" por la historia reciente no sólo de Asturias, si no de España. Es muy recomendable. Lo visité en verano de 2020 y las medidas por la pandemia eran correctas. La distancia entre visitantes se podía mantener perfectamente y había sentido de visita para así no cruzarse con otras personas. El personal es muy amable y hay incluso demostraciones de cómo fabricaban objetos de madera artesanalmente (DEMOSTRACCIONES DE TORNERÍA): el "torneiro" del Museo muestra a los visitantes el funcionamiento del torno de media vuelta, cuyo manejo dio lugar a la creación de un oficio con entidad propia que, ya extinguido, fue recuperado en el Museo. En él se fabricaban las piezas de la vajilla de la casa campesina, que era casi en su totalidad de madera. Explica cuáles eran estas piezas y el uso que se les daba. Este mes de agosto (hasta el 26) hay VISITAS GUIADAS SOBRE HÓRREOS, PANERAS Y CABAZOS todos los miércoles y jueves a las 12:00. Este verano La Asociación Amigos del Museo Etnografico de Grandas de Salime ha organizado actividades especiales GRATUITAS (incluidas en el precio de la entrada al museo) como TALLERES DE JUEGOS TRADICIONALES: dan a conocer las reglas del juego de la rana, la llave y la herradura; dejarán probar los zancos, enseñarán a tirar la peonza, saltar a la cuerda o rodando los aros. Grandes y pequeños están invitados a probar y participar. Fechas y horario: 3, 17 y 24 de julio y 7 y 21 de agosto de 2021, de 16:00 a 17:45 horas. El aforo se establecerá conforme a las medidas vigentes de prevención del COVID-19. No es necesaria reserva previa. El Museo fue fundado en el año 1984 sobre la base de la colección etnográfica reunida por J. Mª Naveiras Escanlar, Pepe el Ferreiro, quien fue su impulsor y director hasta el año 2010. Inicialmente instalado en los bajos del Ayuntamiento de Grandas de Salime, el Museo se trasladó a su actual ubicación en 1989, ocupando la antigua Casa Rectoral de la villa, que fue rehabilitada para la ocasión. Desde entonces el Museo ha continuado creciendo y hoy sus instalaciones ocupan una superficie de más de 3.000 m2. Las áreas de exposición se distribuyen en tres edificios principales que ejemplifican la arquitectura tradicional de la zona: Casa Rectoral, Casa del Molinero y A Casoa. Los espacios abiertos de tránsito se encuentran jalonados por arquitecturas menores y elementos muebles de finalidad específica, que también se integran en la exposición y entre los que se encuentran el molino, el hórreo, la panera, el cabazo o la capilla. El núcleo central de la colección lo compone el elenco inicial recopilado por D. José María Naveiras Escanlar. Con posterioridad ha sufrido un incremento constante por adquisición pero, sobre todo, por donación y depósito de particulares. El repertorio material se centra en el modo de vida rural campesino tradicional y los oficios desarrollados en dicho medio, remitiendo su ámbito geográfico a los concejos del occidente asturiano, pero incorporando también muestras procedentes de otras zonas de Asturias, de diversas regiones peninsulares y de distintas...

The true gem on this journey was a little village we stumbled across called Grandas de Salime. We walked through the streets… it was almost like a ghost town few humans around. They had a museum built by the people in the village to display the history of the villiage for all prosperity. We found ourself walking around in awe at the displays and every corner was different .. from a full on barber shop to a doctors surgery with old fashioned birthing table (yup my mothering birth pains made me cross my legs) The wooden shoes display showed how wooden clogs for the peasants used to be made. The storage houses for the winter harvest were rat proofed in an amazing way. I had seen theses houses doted all over the place and wondered what they are. Every conceivable way of living was displayed here, even bleach laundry with wood ash (going to try this) The cost of this epic historical journey was a mere €1.50 each . ( would have paid €10 to go in here best museum we have seen in ages. Highly recommend bringing children here .. magnificent Staff...

El museo está muy cerca de un recoleto parque con fuente de agua fresca, a la salida de la carretera que lleva al embalse, en la calle del Ferreiru. La entrada es una fachada de piedras con tejaroz de pizarra, y un portalón de madera. Fue creado en 1984 por el vecino grandalense José María Naveiras, Pepe el Ferreiru, con la aportación de su propia colección, que fue ampliándose con donaciones de particulares. Desde 1989, el museo instala su residencia en la casa rectoral, rehabilitada para esta ocasión. Muchos de sus enseres y trebejos están reunidos en la casa, pero otros muchos han ido ocupando diferentes espacios, hasta conformar un ámbito de más de 3000 metros cuadrados. Desde el principio, la visita no desmerece ni el más pequeño rincón. Comienza el itinerario en el "cabanón", lugar de recogida del carro y aperos de labranza. Dentro de la rectoral, el llar o lareira atrae singularmente la atención, pues ahí pasaban nuestros antepasados las horas largas del invierno, remedando la ropa o recordando romances de moras y cristianos o cancioncillas de antaño, lo más granado de la literatura popular asturiana. Al lado, el cuarto de estar y el "cuartín", destinado a dormitorio, así como un telar, pues el cultivo del hilo y de la lana fueron muy importantes en esta zona. En la planta baja se encuentran expuestos útiles de gremios, la mayoría desaparecidos, como la fragua o "forxa", la carpintería, la cantina, la bodega y la zapatería. Ya en el exterior de la casa del cura, se exhiben construcciones tradicionales, tales como el hórreo y la panera, custodios de los alimentos frescos; el "balagar" o "meda", donde se prensa la hierba hasta su secado; el molino hidráulico, alimentado por un arroyo natural, y de connotaciones picarescas tan asturianas como recuerda el cantar que dice que "los molinos no son casa, porque están por lo regueros, son cuartitos retirados para los mozos solteros"; el batán; el "cortín", una tapia circular de piedras para proteger la miel del oso; y una ermita rural, centro de referencia religiosa de los campesinos. Por último, es apreciable la casona, que se construyó en 1999 con materiales procedentes de una casa asturiana del siglo XVII. Distribuida en dos plantas, el visitante debe disponer de todo el tiempo del mundo para apreciar su contenido, barbería, sastrería, abacería...especialmente la escuela, "la escuelina", como decían nuestros antepasados. Allí hay mesas aparejadas con tintero para cargar las plumas, la mesa del maestro sobre una tarima de madera, una vitrina con enciclopedias, y de las paredes cuelgan grandes mapas de España y Europa, donde los niños cantaban a coro los ríos, villas y ciudades. De vuelta al exterior, los recuerdos nos reconcilian con el pasado tradicional de Asturias. No solo deben visitar el museo las personas adultas, sino sobre todo los más jóvenes y niños para que entiendan la esencia de la historia popular asturiana y, en definitiva, la valoren como se merece. Visita ineludible al santuario etnológico de Asturias, el museo de Pepe el Ferreiru,...