Dag Shang Kagyu Buddhist Center — Attraction in Graus

Tras la inevitable fascinación producida por el exotismo de encontrarte en un templo budista tibetano en plenos Pirineos para hacer un retiro... ¡Llegó una profunda decepción!

Ya queda poco del honesto y sincero origen de Dag Shang Kagyu (DSK) que había leído y que me narraron los habitantes y habituales de la zona: "DSK se ha convertido en el Disney World del budismo", me dijo una mujer que conocí cuando salí del centro.

Y qué razón tenía, porque este sitio es una S.A. como cualquier otra: tienda, bar, restaurante, visitas guiadas, casas de alquiler, desarrollo inmobiliario... con sus horarios, precios, taquillas, datáfonos, cajas registradoras... En fin, ¡un 'budibusiness' en toda regla!

Ojo, me parece genial (soy empresario), pero surgen aquí tres graves problemas:

1. La mezcla de negocio y espiritualidad es muy peligrosa, le obliga a uno a estar muy alerta, atento y vigilante; a separar la paja del trigo, la bondad del beneficio económico, la gratuidad del cebo mercadotécnico.

2. El equipo de DSK está tan sumamente ocupado con el negocio que en muchos momentos desatienden o interfieren con su función original ("no se puede pasar al templo, hay una visita guiada", sucedió en el descanso entre una y otra sesión de mi retiro).

3. El volumen de trabajo y negocio es tal, que emplean algo llamado "Karma Yoga", una forma de trabajar gratis (digo yo) que te aporta buen karma (añaden ellos). Como lo emplean ahora, es una trampa.

Puede que los budistas nos saquen milenios de experiencia a los occidentales en todo lo relacionado con la meditación (que es mi interés), pero nosotros se la sacamos a ellos en cuestiones de marketing y gestión corporativa (que es mi profesión): no fue difícil separar la paja del trigo y ver claramente que el negocio está allí superando con creces a la espiritualidad.

Pero esto fue lo más duro de todo: los días que estuve en DSK S.A., coincidí con varias personas drogodependientes (las buenas gentes del lugar me informaron que es algo habitual allí). Todo mi amor y compasión para ellos, son enfermos que han perdido su voluntad.

El primer día amanecí con una persona completamente colocada de opiáceos, no sólo se le permitió deambular por el albergue a la vista de todos en este estado, balbuceante y tambaleante se le permitió entrar en la primera sesión de la mañana ("mientras se respeten las normas de la sala interior, está permitido el acceso", me respondieron, heavy, ¿eh?). Como colofón, esta persona pasó su tremenda resaca a la vista de todos.

Cuando apelé a su responsabilidad y conciencia sobre este tema, asumiendo que un adicto es un enfermo y que todo enfermo necesita personas formadas, sensibilizadas, acreditadas y capacitadas para atenderles (en DSK S.A. no las hay), me respondieron con un contraataque, empleando una experiencia personal que les había comunicado como arma arrojadiza.

A los adictos a las pastillas les da toda libertad, a los fumadores nos mandan a la entrada del centro (caminando 2km, cuando DSK S.A. tiene más de 120 hectáreas) porque molestamos. Sin embargo, los coches, las hormigoneras, las excavadoras, las grúas, las tuberías, las excursiones turísticas... campan como los drogadictos allí, a sus anchas.

Cuando les hablé del imparable desarrollo inmobiliario que vive en la actualidad DSK S.A. y que este desarrollo supone hundir las garras de una excavadora en plena naturaleza, matando a innumerables seres sintientes (hormigas, lombrices, gusanos, pequeños roedores...), una de las peores acciones que cualquier budista puede hacer en la vida, garantizando su reencarnación en los infiernos del samsara, me dieron la callada por respuesta.

Cuando llegué acababa de haber un incendio a las puertas del centro (justo donde nos mandan despectivamente a fumar), donde no hay ni un banco ni nada techado ni tan siquiera un cenicero por seguridad medioambiental ("ese es vuestro problema", me dijo uno de allí). Me callé y cuando salí de la corporación budista llamé al Seprona para poner en su conocimiento semejante despropósito, porque mi único templo es ya...

Lugar de paz espiritual, hemos ido unas 4 o 5 ocasiones, nos parece un lugar precioso, en plena naturaleza, rodeado de montañas. Cabe destacar que el lugar tiene presencia por sus principios y valores, los cuales fomentan contínuamente. Personal amoroso y amable, además de divertido. Hemos hecho enseñanzas para probar la primera vez eran las de "Lo Jong"(puede haber un error, no lo recuerdo bien) y hemos ido el resto de veces a realizar el taller de yoga y meditación con el "Gurú" Tsering, no podéis no probarlo, tan solo puede aportaros positividad, elasticidad, bondad, alegría y satisfacción. Yo fuí con un lumbago importante y me fué genial para estirar y mejorar la zona, además del resto del cuerpo y mente. El tema del alojamiento está muy bien porque tienes varias opciones, puedes desde dormir en la parte de albergue, habitación amplia con literas compartidas, zona mixta o zona de mujeres muy barata la noche, tmb tienes la opción de anexo que es una habitación en un edificio aparte dnd hay de 2 o 3 personas o incluso si la kieres para 1 solo puedes cogerla tmb. Por otro lado estan las casitas de retiro que si tienes la suerte de coger una, estan súper bien porque tienes tu independencia completa, aunque cabe decir que si puedes, deberias probar la comida del cocinero principal: Nuno, su gran "pinche" Pilar y otras ayudas de todos los residentes. Tanto alojamiento como la comida es muuuy barato, y muuuy rico, comida vegetariana, sana, riquísima y muy buena cantidad, sales rodando :) esta vez fuímos con la peque de la casa y aprendió mucho 🥰. Si o si os recomiendo que paséis un fin de semana ya sea solo o acompañado, disfrutarás y abrirás tu círculo porque allí encuentras almas lindas......

Centro Budista de Panillos, la verdad yo no soy seguidor de esta religión, aunque no tengo nada contra ella. Yo soy una persona que me gusta visitar sitios históricos y paisajísticos de la zona de Aragón y Cataluña. Estoy a acostumbrado a ver catedrales y castillos y todo tipo de arquitecturas, pero la de el centro budista. És diferente a las que yo estoy a acostumbrado a ver, con grandes edificaciones y vistas panorámicas de los lugares donde están enclavados, los diversos edificios o lugares de visita.

Yo la verdad me esperaba ese centro budista mas grande la verdad, acostumbrado a ver grandes edificaciones. El recinto es muy pequeñito, pero supongo que debe hacer sus necesidades de este centro, yo lo desconozco.

Pero el lugar es tranquilo, para lo que este hecho, la gente que me encontré, que supongo que estaba de meditación, era amable, no es muy normal por donde voy, que la gente me saludé, y allí tuve una grata sorpresa, por la poca gente que me encontré.

También me pareció un recinto muy abandonado, con poco mantenimiento. Las banderas y esos banderines que había por ahí estaban muy deteriorados, se le notaba un cambio de imagen...