Monastery of San Pedro de Arlanza — Attraction in Hortigüela

El monasterio de san Pedro de Arlanza, ubicado en un recodo del río Arlanza, es uno de los más antiguos de Castilla.   Del monasterio benedictino tan solo quedan hoy las ruinas, encajado entre los cañones excavados por el río y rodeado de una frondosa vegetación de encinas, robles y sabinas. Según cuenta una leyenda Fernán González, conde de Castilla, se encontraba cazando en estos bosques cuando vio un enorme jabalí al que persiguió.   En ese momento se encontró con un eremita llamado Pelayo con el que entabló conversación.   El ermitaño le profetizó un futuro brillante y que él y sus descendientes llevarían a Castilla a lo más alto.   Tiempo después el condado de Castilla se segregó del reino de León, así que el conde, agradecido por el presagio, regresó a donde estaba la cueva donde vivía el eremita y mandó construir la ermita de san Pelayo, cuyas ruinas se pueden ver desde aquí en lo alto de un cercano promontorio.   Algunos años después, este mismo conde ordenó la construcción del monasterio de san Pedro. Aunque, en realidad, el monasterio fue fundado a principios del siglo X por Gonzalo Téllez, conde de Lara, mediante la donación de estas tierras para la construcción de un santuario que sirviera de culto a los numerosos ermitaños que vivían y oraban en aquellos bosques repletos de cuevas.  Unos años después fue ratificado por el conde Fernán González, lo que llevó a san Pedro de Arlanza a convertirse durante los siglos X al XII en el más importante e influyente de Castilla.   Con los años estos ermitaños abandonaron las cuevas para comenzar una vida monacal.   En este monasterio debieron estar los sepulcros del propio conde Fernán González y su esposa doña Sancha. Con la desamortización de Mendizábal en 1836 el monasterio quedó abandonado, siendo vendido a manos privadas, lo que provocó un paulatino y progresivo deterioro.   En 1841 se trasladaron los sepulcros del conde Fernán González y su esposa a la cercana Colegiata de Covarrubias en donde se encuentran actualmente.   A finales del siglo XIX se produjo un grave incendio que destruyó buena parte de la iglesia.   Esto motivó el traslado de la portada principal de la iglesia al museo Arqueológico Nacional en Madrid a finales del siglo XIX.   Y buena parte de los frescos que adornaban la iglesia fueron despojados de este monasterio, recayendo en distintos museos, como el museo Metropolitano de Nueva York o el de Arte de Cataluña en Barcelona.   También desaparecieron buena parte de los códices y libros que se guardaban en el monasterio. La Iglesia original románica del siglo XI tenía planta basilical de tres naves y tres ábsides semicirculares en su cabecera, que aún se pueden apreciar hoy día.   También se pueden ver los dos claustros, las estancias monacales y la torre, de traza defensiva, del siglo XII. Durante los siglos XVI y XVII se acometieron obras de restauración y ampliación de la iglesia, el claustro y la hospedería, así como la creación de la portada Este, abandonando parte de su apariencia medieval. Recientemente se realizaron unas obras de restauración que han frenado el grave deterioro que había sufrido el monasterio, permitiendo así que pueda ser visitado nuevamente con total seguridad. La entrada al monasterio se realiza por su cara este, a través de una portada renacentista del siglo XVII en la que destaca la imagen de un caballero, posiblemente el conde Fernán González atacando a un enemigo y sobre este un gran escudo real.   La entrada es gratuita y se puede visitar de miércoles a domingo de 10 a 14 y de 16 a 19 horas.   La visita no lleva más de una hora. Hay un amplio aparcamiento gratuito en uno de los laterales de la carretera. El monasterio fue utilizado como escenario para 'El bueno, el feo y el malo' de Sergio Leone, representando en la película la Misión de San Antonio. Un lugar mágico que merece la pena ser visitado para conocer parte de nuestra historia.   Por otra parte, recomiendo la subida hasta las ruinas de la prerrománica ermita de san Pelayo, con unas vistas espectaculares del monasterio y...

¡Un sitio cargado de magia y toda una joya del patrimonio histórico de Castilla y León! Merece la pena desviarse un poco y acercarse a descubrir esta maravilla.

Situado en la provincia de Burgos, el Río Arlanza rodea las ruinas del histórico Monasterio de San Pedro Arlanza, testimonio artístico del románico. Fundado y dedicado por El Conde Gonzalo Téllez y su esposa Doña Lambra, a San Pedro, el 12 de enero del año 912. Renovado en el siglo XVII y XVIII en su doble claustro, y dependencia de hospedería, pero no escapando de la terrible desamortización. La Iglesia muestra la planta del templo románico y en el exterior se aprecia influencia del románico tardío.

Las ruinas del Monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza se encuentran en la sierra de las Mamblas, en el término de Hortigüela. En un recodo del tramo encajado del Arlanza, donde la labor erosiva del río sobre la roca caliza ha convertido el valle en agreste cañón, tupido de bosques de encina y sabina albar. Según la leyenda, su origen se remonta a un modesto santuario que surgió, aprovechando unas antiguas construcciones romanas y visigodas, para permitir el culto de los anacoretas que vivían en las abundantes cuevas de los alrededores. Según se describe en varios documentos, de dudosa autenticidad, el cenobio fue fundado en el siglo X por los condes de Lara, Gonzalo Fernández y Muniadona, progenitores de Fernán González. Por este motivo, se convirtió en el monasterio más influyente de la Castilla condal gracias al apoyo de dicho personaje castellano. Siguiendo sus deseos, el conde Fernán González y su esposa doña Sancha estuvieron enterrados en el monasterio hasta su traslado a la Colegiata de Covarrubias en 1841.

¡Ganas de volver a...

Only part of the monastery was open to visitors as restoration works were ongoing. Absolutely wonderful and so good to see the Spanish authorities looking after their historic monuments. Interesting to find out it had been a location for the Clint Eastwood film, The Good, the Bad and the Ugly. We have watched the film again recently but couldn't recognise the monastery. A must to visit if you are...