Visitar la Finca Enrique Mendoza es sumergirse en un mundo donde la viticultura se convierte en arte. Nuestra experiencia estuvo marcada por la hospitalidad de Julián, quien no solo nos atendió con amabilidad, sino que también nos brindó una clase magistral sobre la complejidad de los suelos y el entorno que da vida a sus viñedos. Julián nos explicó con detalle la importancia de entender el entorno para aprovechar al máximo las características de los suelos, la orientación (pudimos ver como la cara norte estaba llena de vegetación mientras las cara sur Sierra del Cuchillo era más pobre) logrando vinos de identidad y carácter excepcionales.

Además, conocer la edad de los viñedos nos permitió apreciar el proceso evolutivo que la bodega ha seguido a lo largo de los años (desde 1982), siempre en busca de la excelencia. Otro tema que captó nuestra atención fue el relato sobre los viñedos con suelo de arena. Julián nos habló sobre la corriente de arena que, procedente del centro de España, fue desplazándose hasta dejar bancos de arena en la región, llegando finalmente a Elda y formando lo que hoy conocemos como "El Arenal de l'Almorxó".Comprender cómo este fenómeno geológico ha influido en la composición del suelo de sus viñedos aporta una perspectiva única sobre la riqueza y diversidad del terroir en esta zona.

En definitiva, una visita enriquecedora que no solo ofrece un recorrido por la tradición vinícola, sino también una profunda apreciación por la naturaleza, la historia y el conocimiento detrás de cada botella. Sin duda, una experiencia que recomendaría a cualquier amante del buen vino. Gracias Julian y Joaquin (Anforae Vinos Singulares)