Extremely interesting historical park, showing how the mine used to function. We were lucky and got Sandy as our guide, she spoke English as well as Spanish, she was able to explain some things that I did not understand in English also - all the literature around the park is in Spanish, valenciano and English. Most of the guides are local, as were the people that worked in the mines in the fifty's, work that was extremely hard and poorly paid ( though not as poor as the farm labour, that was the other option). So if you go and don't speak Spanish be sure to ask for Sandy!. Open all year round, shut...
Read morePARC MINER DEL MAESTRAT.PARQUE MINERO DEL MAESTRAZGO. CASTELLÓN. Situado en el “Alto Maestrazgo” a una altura cercana a los 800 metros encontramos este interesante y didáctico parque de minas de hierro. Se ubica en un paraje de gran belleza (La Fontanella). A 8 km de la localidad de Culla. La visita debe ser guiada obligatoriamente y también necesariamente. Compramos las entradas, nos ponemos los cascos y montamos en un trenecito y visitamos la Mina Victoria. Recorremos las galerías de unos 2 kilómetros de longitud y la guía nos explica todo lo relacionado con los procesos y la vida en la mina que es la vez museo. Vemos muchos utensilios, herramientas, vagonetas, pozos, y también varios minerales y nos asombra como estaban reforzadas por piedras, para evitar derrumbes. Hay también un audiovisual muy interesante contado por las personas que las trabajaron. Después de un recorrido de cerca de una hora montamos en el trenecito y visitamos la Mina Esperanza. En total habremos empleado 2 horas. Las minas se cerraron en 1964 al dejar de ser rentables. El precio de las entradas con carácter general es de 11 euros. Descuentos para grupos, niños y otros colectivos. Nos ha gustado mucho el experto conocimiento y el ameno dialogo de guía, que hacen que la experiencia sea aún más grata y agradable. Recomendable....
Read moreMaravillosa experiencia en familia 😍 En un entorno precioso encontramos este parque minero donde, a pesar de venir expresamente pensando en los niños, finalmente resulta igual de atractiva a pequeños y mayores por igual. A la espectacularidad de caminar por una auténtica mina se unen las didácticas explicaciones de una guía que no solo nos informa de la mina y su funcionamiento sino también de la historia y realidad social de la época en la comarca, y todo ello mientras lidia con niños y con adultos (que aveces son aún peores, y que nadie se dé por aludido porque me refiero a mí) sin perder en ningún momento la simpatía. Al terminar la visita existe un restaurante, merenderos, pista deportiva y parques infantiles en el entorno para los más peques. Y por si aún tenéis ánimo, se puede hacer una pequeña y fácil ruta senderista hasta el mirador de la mina. El único punto a mejorar es la escasez de zonas de sombra en los meses estivales, aunque no resulta tampoco algo vital llevando previsión, gorra, agua y crema solar. Lo que sí es vital es reservar con antelación la visita a través de su página web, además de ser fácil e intuitivo, llevan una atención exquisita, incluso llamándote por teléfono para recordarte...
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