Bodegas Vi Rei — Attraction in Llucmajor

We were looking round for somewhere to go for a couple of hours break from the pool and the beach when we discovered this wine tour paradise. We booked a time slot on line and paid just €18.50 each. We set out on the journey and knew we had arrived when we saw a gigantic wine bottle at the entrance. We arrived at the Bodega just before the start time of 12 o’clock. We were welcomed by a representative who checked our booking. We then went outside to board the “train” which was to transport us round the vineyard. We only saw a part of the 100 hectares of land planted with different variety of vines, olive trees and some vegetable beds. We passed the on site hotel and viewed the deer that live in the woods on the estate. After a fascinating trip through more vines than we had ever seen before. During the journey the representative did her best to relate the history of the vineyard. We returned to the main building and were escorted round the processing plant. Full of state of the art, high tech equipment used to produce their brews. We then came back into the main building for the best part of the trip the wine tasting. We have been to similar experiences when you are given a very meagre sample of wine to taste but this was not what we were offered here. We tried five different wines, each introduced by the representative and each time we were offered a generous sample of each wine. They were accompanied by some cheese and olive tapas with delicious wine pearls. Although there were wine tasting spittoons I did not see anyone use them. We made our own notes on each wine and decided on those we would like to try in the future. One of the best things was that there was no pressure to buy the wine on offer just to try and appreciate their excellent produce. We did buy a bottle of our favourite to drink later. My wife also bought a Save water Drink wine T-shirt and we had to take some wine pearls home with us. We can recommend this great experience to anyone who wants to spend a couple of hours learning about a great wine...

Si pudiera pondría menos de una estrella. He ido a diferentes eventos privados en esta bodega y muy bien. Pero hoy he ido a una cata de paellas, por 20€ sin incluir ninguna bebida. Hemos llegado una hora y media antes del evento y hemos consumido unas cuantas botellas de vino, entre cinco personas. A la hora de comer la paella, hemos tenido que pelear para poder conseguir un plato con unos cuantos granos de arroz, y solamente hemos podido elegir entre paella mixta o fideuá mixta, nada del resto de las 5 paellas más que se ofrecían, porque ya no había. Mientras nosotros no teníamos ni una muestra de las paellas, había gente que repetía por segunda vez. En definitiva, hemos pagado 20€ por una prueba de paellas que no hemos probado, y el vino pagado aparte. La sensación al final ha sido de que nos han timado. Ahora estamos preparando nosotros una paella para cenar y no tener la sensación de haber perdido el día.

Lo que se nos ha dado no es una cata. No pago 20€ para tener que pelearme con el vecino para poder probar una paella (no digo comer, sino probar), y encima hemos tenido que conducir casi una hora para este fiasco.

Ha habido gente que se ha quedado pidiendo que les pusieran los restos de arroz pegados a la paellera. Lo siento, pero si pago por algo, no quiero tener que suplicar por unos pocos granos de arroz...

En definitiva, una experiencia mala, muy mala. No he pedido la devolución del dinero por no perder más tiempo allí, pero la sensación de haber sido timado no me la quita nadie.

EDITO PARA RESPONDER A Лена К.:

Comencé mi reseña diciendo que había asistido a otros eventos en los que salí plenamente satisfecho, pero quiero puntualizar un par de cosas.

En primer lugar, si organizan un evento con personal externo, pero ellos dan la cara y ponen el nombre, la responsabilidad es toda suya. Si el evento no se merece ni una sola estrella, no es culpa de quien hace la valoración, que tire por tierra el trabajo de años, es culpa de los responsables de la bodega que no mantienen unos mínimos de calidad y son ellos los que tiran por tierra esa reputación.

En segundo lugar, yo fui a la famosa "cata" del sábado. Vista la experiencia y vistos los comentarios, tenían tiempo de corregir algún defecto, pero, por lo visto en los comentarios del domingo, pocas correcciones hubo.

En tercer lugar, nosotros eramos cinco personas, y, en total, nos gastamos más de 150€ en el evento, entre tickets y vino. Al salir, nos fuimos a casa de uno de nosotros a hacernos una paella, porque yo no me comí ni un plato entero.

La gente valora según su experiencia, y yo aprecio tu lealtad y amistad hacia los propietarios, pero en esta ocasión no han estado a la altura en muchos aspectos. Una actitud profesional es reconocer los errores, aceptar las críticas, valorar las situaciones y corregir y mejorar. Suele ser más aprovechable una crítica detallada que un montón de alabanzas sin más.

Dicho esto, si algún responsable de la bodega quiere una valoración más detallada de los errores que se cometieron y de cómo se pueden solucionar, no creo que nadie tenga problemas en detallárselos. Al menos, yo...

Esta es una de esas veces en la que el saldo del balance Expectativa vs Realidad es NEGATIVA. Fuimos a lo que parecía que iba a ser una agradable velada de degustación de 7 paellas, pero en cuanto llegamos ya vimos que no iba a ser tan agradable. Habría del orden de unas 200 personas haciendo diferentes colas. Tuvimos que preguntar a los clientes que estaban en las diferentes colas, para entender la idiosincrasia de esa algarabía de gentío, pues no había nadie de la bodega, ni una sóla, organizando a la multitud que íbamos llegando. Cuando ya hicimos la cola para recoger el voucher del arroz, hicimos otra para comprar la bebida y finalmente fuimos a recoger el vino. La señora que nos abrió la botella, se tomó la libertad de oler ELLA MISMA el corcho (no se con cual proposito!). Pero bueno, nos indicó que subieramos a la planta de arriba, donde estaban haciendo la cocción de los arroces y estaban dispuestas las meses circulares de 8 comensales cada. En cuanto subimos ya nos dimos cuenta que, o faltaba arroz o, por el contrario, sobrabamos gente. Para empezar ya no había más lugar en las mesas circulares junto a las paellas, y a mi reclamación, me dijeron que en la planta baja había muchas mesas vacías. No era nuestra intención hacer viajes subiendo y bajando escaleras con platos de arroz, pero bueno. Gracias a Dios, encontramos una mesa olvidada en la terraza, y como nadie la reclamó, la cogimos nosotros mismos y la metimos al salón, nos buscamos unas sillas y nos acomodamos en un rinconcito. Mission 1 accomplished.

Cuando el arroz estuvo hecho, en vez de alguien de la organización, ORGANIZAR a las más de 200 personas que estábamos apiñados frente a los arroces, por inercia, o más bien...por hambre, nos fuimos amontonando frente a las paellas, donde poooco a poooco nos fueron dando platos de arroz. Nos cogimos el platito de arroz y nos fuimos a la mesita terracera. Mission 2 accomplished.

Todavía no entendemos en que parte nos perdimos en la degustación, porque sólo pudimos probar 2 tipos, a mi intentona de repetir arroz, me encontré que las paellas estaban más vacías que un ayuntamiento a las 4 de la tarde.

Bueno, ahogaremos las penas en vino, pero el vino, ese que nos lo habían olido previamente, tenía más posos que un café turco. No sabemos si para leer el futuro o para qué, a la foto me remito.

Los cocineros buenos, felicidades a los maestros arroceros, especialmente por la paciencia que han tenido al ver a las personas que queríamos repetir, y nos hemos vuelto con nuestro platito de corcho a nuestras respectivas mesas.

En dedinitiva, una experiencia pésima, MALA organización y degustación inexistente.

Zapatero a...