Pues fuimos a una "cata" y resultó que era una degustación. Yo creo que si te visitan 50 personas, a las 14 h, habría que haber previsto algo de aperitivo y por otro lado no explicar tanto la casa, y detallar más lo vinos, qu se supone que era a lo que ibamos. Fue un desastre ya que a algunas personas le sirvieron vino y comieron antes que la mayoria. Además lo peor es que la dueña solo hablapa para algunos y no tenia el concepto de hablar para el grupo. Bueno y cuando nos fuimos ya cansados de tanta charla infructuosa, va la buena Sra. y sale gritando en la puerta acusándonos de que nos llevábamos los vasos de beber el vino : "OIGAN QUE LOS CATAS NO SON PARA QUE SE LOS LLEVEN". Deja mucho que desear que sin habernos viso si quiera que nos llevabamos nada salga chillando y nos acuse, cuando no nos llevábamos nada, sino una decepcion y un dolor de cabeza de escucharla. No recomiendo...
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