Precioso! Hay lugares que no se pueden describir con justicia, que se tienen que vivir. Y este mirador al mar es, sin duda, uno de ellos. Es difícil poner en palabras la sensación que se experimenta al llegar, respirar hondo y dejar que el horizonte te envuelva.
El acceso es sencillo y bien indicado, aunque el camino final puede tener su encanto rústico, lo cual solo suma a la experiencia. Al llegar, lo primero que impresiona es la vista infinita del mar: un azul profundo que se pierde más allá de donde alcanza la mirada, acompañado por el sonido constante y tranquilo de las olas rompiendo abajo. Es un lugar que invita al silencio, a la contemplación, al momento presente.
El mirador está muy bien cuidado. Tiene una barandilla segura, bancos para sentarse y, si vas a la hora adecuada, también sombra. Lo visité al atardecer y fue absolutamente mágico. El sol bajando sobre el mar, tiñendo el cielo de dorado, naranja y violeta, con la brisa marina acariciándote la cara… una postal viva. Ideal para fotos, sí, pero aún mejor para cerrar los ojos y simplemente sentir.
Es también un lugar perfecto para llevar algo de comida o bebida y hacer un picnic tranquilo con vista privilegiada. Muchos visitantes van en pareja, otros en familia, y hay quien prefiere ir solo, con un libro o sus pensamientos. Todos los ritmos caben aquí.
En días claros, se puede ver cómo el mar se funde con el cielo en una línea apenas perceptible, y si tienes suerte, hasta puedes avistar algún barco cruzando en la distancia o gaviotas planeando cerca del acantilado. Y si vas de noche, el cielo se llena de estrellas como pocas veces se ve en zonas urbanas.
Este mirador no es solo un lugar bonito. Es una experiencia. Es pausa. Es recuerdo. Es uno de esos puntos que te hacen sentir pequeño frente a la grandeza del mundo, pero inmensamente agradecido por formar parte de él.
Muy recomendado para quienes buscan un rincón especial para desconectar, inspirarse o simplemente respirar profundo...
Read moreEs un sitio emblemático dentro del Parque Natural Cabo de Gata con unas vistas excepcionales de la punta más al sur posible de europa. Puedes ver el propio Cabo de Gata y toda la costa que rodea desde una altura considerable consiguiendo con ello unas vistas idílicas. Recientemente han reparado y mejorado un poco el acceso ya que es bastante pequeño y apenas caben unos 8 o 10 coches a la vez coma pero la verdad es que como la visita no dura más de 15 20 minutos pues con la alternancia se consigue que no haya problema y normalmente cuando llegas puedes aparcar y disfrutar de las vistas además de hacerte algunas fotos. Recomendable para todo aquel que visite el Parque Natural Cabo de Gata la zona de rodalquilar, ojo también visitar las ruinas mineras, así como visitantes de La Isleta del Moro...
Read moreEl Mirador de las Amatistas, se encuentra poco después de pasar por el kilómetro 9 de la carretera AL-4220 si viajamos desde la población de Rodalquilar a Isleta de Moro. Aquí encontraremos una zona de estacionamiento, una caseta de información turística y el inicio de un camino, que después de recorrer unos 80 metros nos situará en el Mirador de las Amatistas. Las panorámicas desde el mirador son esplendidas ya que si dirigimos nuestra mirada hacia el norte veremos el "Cerro de los Lobos" y de la "Punta de la Polacra" y si dirigimos nuestra vista hacia el sur, observaremos el "Cerro lo Guarda'' y la ''Punta del Barranco del Negro'' en primer término y ''Los Frailes''...
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