Carmen de los Arrayanes — Attraction in Paradas

No diré nada y lo diré todo pero es un lugar para encontrarse o perderse uno mismo.

—¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería, el día que tú naciste grandes señales había! Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida, moro que en tal signo nace no debe decir mentira.

Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría: —Yo te lo diré, señor, aunque me cueste la vida, porque soy hijo de un moro y una cristiana cautiva; siendo yo niño y muchacho mi madre me lo decía que mentira no dijese, que era grande villanía: por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría. —Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía. ¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían!

—El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita, los otros los Alixares, labrados a maravilla. El moro que los labraba cien doblas ganaba al día, y el día que no los labra, otras tantas se perdía. El otro es Generalife, huerta que par no tenía; el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía. Allí habló el rey don Juan, bien oiréis lo que decía: —Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría; daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla. —Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda; el moro que a mí me tiene muy grande...

José Luis Romero Núñez ha construido durante doce años un verdadero palacio nazarí, para vivir con su familia. Ahora se puede visitar por una módica entrada. Destacan las paredes de la piscina, el magnífico patio al aire libre y una torre maravillosamente decorada. Un gigantesco jarrón, copia de la Alhambra, y los sillones también son dignos...

Sin palabras, impresionante. Se reserva y nos atiende el hijo de los dueños. La señora de la casa tambien se acerca en ocasiones. Con una grabacion con texto del propio dueño e ideador sobre cada sala y el trabajo realizado. De veras que tras la visita uno queda fascinado. Precio 4€ por persona. Duracion de la visita...