Interesante visita a las bodegas Yllera. Comenzamos por la bodega que está situada a las afueras de Rueda, unas instalaciones grandes y modernas. Allí explican en las diferentes salas todo el proceso de los diferentes vinos o caldos que producen, blancos, tintos, mosto y frizzante, desde que recogen la uva hasta que embotellan, etiquetan, reservan y distribuyen. La guía nos explicó en detalle toda la cadena. Tras esta primera parte salimos en coche a la segunda etapa de la visita en las bodegas que tienen en Rueda, el Hilo de Ariadna. Estas instalaciones tienen mayor encanto al guiarte por un laberinto subterráneo que además amenizan con una fábula que nos acompaña por todo el recorrido. Esta parte tan original nos gustó mucho, además que la decoración y disposición lo hacen agradable y muy acorde a lo que pudiéramos imaginar sobre antiguas bodegas. Acabamos la visita con una cata en una de las salas del laberinto con una tapa de queso y chorizo. Destaco el Yllera verdejo, que nos sorprendió gratamente Nosotros comimos en el restaurante allí mismo, el menú Ariadna. Además del buen trato, la comida estaba realmente buena, las judías con chorizo riquísimas, muy bien desgrasadas. De segundos probamos el bacalao y las carrilleras, también muy ricas. Y la degustación de postres para terminar, si llegas con apetito suficienta para probar otro bocado, ponen un buen final a una jornada bastante recomendable. En cuanto a las instalaciones, nosotros íbamos con un cochecito de bebé, en la primera bodega, menos una zona que tiene escaleras, es bastante accesible. En hilo de Ariadna hay ascensor para bajar al comedor y al laberinto, por lo que se recorre sin ningún problema