El 25 de diciembre de 1892 los padres de Pedrín (Eugenio Bravo Pardo y Gumersinda Bravo Palacios) denunciaban la desaparición de uno de sus cinco hijos (Ezequiel nacio despues del caso) en El Escorial.
Despues de 48 dias de busqueda sin descanso por parte de autoridades y vecinos, el cuerpo del niño Pedro Bravo Bravo aparece en las inmediaciones de un risco conocido en el pueblo como Risco Enmedio. Lo encuentra un capataz forestal llamado Jose y un guarda forestal llamado Pastor que andaban cazando por la zona. Estos hombres jamas olvidaron tan horripilante vision del cuerpecito molido a golpes, roto, destrozado...
El medico titular forense ayudado por otros tres doctores redacta en el acta:
Las erosiones que presenta el cuerpo en munecas son debidas a que ha estado atado fuertemente. Las marcas de la espalda, provienen de golpes recibidos al producirse a las miltiples violaciones a la que fue sometido. Tambien le habian sacado los ojos y axfisiado con la mano izquierda hasta su muerte.
A los cinco dias de la desaparicion, el Juez y la Guardia Civil se personan en una casa del barrio del Romeral, donde viven a duras penas tres hermanas con un hermano y un cunado.
Se interrogo a toda la familia incluido al miembro varon llamado Julian Garcia conocido como " el Chato" que ya estaba detenido en las comandancias por robar leña. Tras hacer las oportunas investigaciones y averiguaciones se da por hecho de que el Chato es el autor del crimen y su cunado y hermanas complices de ocultarlo.
Maria y Francisca Garcia Jorge: 12 anos y un dia de reclusion.
Concha Garcia Jorge: 6 anos y un dia de prision.
Juana del Valle Jorge: 6 meses y un dia de correccional.
Crisanto Jorge Cano: primero fue condenado a Pena de Muerte por garrote, luego idultado de esta Pena Capital permutadosela por la de Cadena Perpetua.
Julian Garcia Jorge: primero una condena de 33 anos por homicidio, luego transformada en cadena perpetua por asesinato en primer grado. A los 21 años de condena en una carcel de Tanger fue RARAMENTE indultado.
El padre de Pedrín, picapedrero de profesión, construyó por sí mismo una preciosa cruz de piedra, sin permitir que nadie más que él extrayese el material de la cantera, y cuya cruz se ve colocada por su misma mano en el inicio de la cresta del monte Abantos, donde fue hallado el cadáver.
Aunque nos recuerda este terrible y salvaje suceso, decir que esta cruz es de un trabajo y una ejecucion maravillosa. De mis...
Read moreEl 25 de diciembre de 1892, el niño de tres años Pedro Bravo y Bravo ("Pedrín"), salió solo de su casa en busca de sus hermanos para ir a la misa de la Natividad que se celebraba en el Monasterio. Al regresar sus hermanos a casa, la madre, Gumersinda la Roceña, preguntó por el menor de los hermanos y dijeron que no lo habían visto. Cayó la noche y el niño no aparecía, por lo que los padres movilizaron a todo el pueblo para buscarlo.
No se volvieron a tener noticias hasta el 10 de febrero de 1893 cuando unos cazadores encontraron el cadáver del niño en la ladera del monte Abantos.
El cuerpo se encontraba boca abajo, con la cabeza dirigida al monte, presentaba gusanos y numerosas heridas provocadas por animales carroñeros. Los forenses dictaminaron que el niño debió morir 12 o 15 días antes por estrangulación después de haber sido atado y violado y que el cuerpo fue dejado en aquel lugar hacia el 6 de febrero. Junto al cadáver apareció un pañuelo con las iniciales J. G.
La policía investigó el origen del pañuelo y una joven lo reconoció como el pañuelo de su hermano Julián García Jorge, "El Chato". Durante el juicio, se sentenció a El Chato como autor del crimen y también se inculpó a sus hermanas Francisca, Concha y María, al marido de ésta, Crisanto Jorge Cano y a Isidoro Muñoz, amigo de El Chato.
En el juicio se dictaminó que Julián García mantuvo encerrado en su casa al niño Pedrín durante un mes torturándolo y alimentándolo con pan y leche. Fue sentenciado a 40 años de cárcel de los que cumplió 23. Terminó sus días ciego y mendigando por las calles de Madrid, defendiendo su inocencia hasta el final.
La cruz que se levanta en el lugar donde fue encontrado el niño fue esculpida y erigida por su padre, Eugenio Bravo, cantero de profesión.
(Fuente: "El crimen de El Escorial" de Julio...
Read moreLa cruz para el recuerdo del niño Pedrín en el Monte Abantos.
Paseaba el pasado fin de semana por los alrededores del Monte Abantos en busca de una cruz de piedra que me habían mencionado, y allí estaba. En ella puede leerse:
"El 10 de Febrero de 1893, fue hallado en este sitio el cadáver del desgraciado niño Pedrín Bravo y Bravo, victima de brutal salvajisimo"
Parece ser que se trataba de un niño de 8 años, monaguillo del Monasterio de El Escorial, que desapareció según dicen, la mañana del 25 de diciembre de 1982. Según la familia, que aquella misma noche alertó a los vecinos y la guardia civil, el niño había ido por la mañana al monasterio, y no había regresado. Salieron a buscarlo, pero el clima y la espesa nieve, no ayudaron.
Pasaban los días, y no había señales. Hasta ese 10 de Febrero de 1893 inscrito en la piedra, cuando, cazadores de la zona, encontraron el cadáver de un niño brutalmente maltratado y en descomposición.
Nunca quedó del todo claro quién fue el autor de semejante atrocidad, pero, Julian García, apodado "El Chato de El Escorial" y con antecedentes múltiples por intento de violación, fue acusado por el crimen.
Emilio Carrere Moreno, poeta, periodista y narrador español, escribió sobre los hechos en sus poemarios "Románticas" y "El Caballero de la Muerte", donde explica como Julian García cumplió una condena de 23 años y quedó ciego acabando en la mendicidad por las calles de Madrid, donde gritaba, "¡Los frailes! ¡Fueron los frailes!" a todo aquel que tras todos estos años todavía se acordaba le recordaba aquella hora atroz en el monte Abantos.
Hoy en día, no esta claro quien fue el verdadero autor de los hechos y hay mucho misticismo alrededor de la cruz, donde, muchos ciudadanos, dicen haber visto y dialogado con el...
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