Castell de Mur — Attraction in Sant Esteve de la Sarga

Don’t expect to gain access to the buildings during “opening” hours. We arrived at 12:45 and were told to wait for the next tour in 1hr 15 minutes - it was 38 degrees outside - and then the doors were all locked. The people inside the church on the current tour were all locked inside! There was very little shade outside so we decided to leave. Other visitors with us at the time did the same. There is no way to visit any of the site without joining the tour. This is not a private building, it is publicly owned and...

👍🍺😎☕🤠 A su abrigo hubo el pueblo castrense de Mur, abandonado desde muy antiguo, al que pertenecía la iglesia de Santa María de Mur. Se trata de un notable poblado alto medieval, con restos de muralla ciclópea y numerosos restos de suelos de habitación tallados en la roca, descubiertos en las prospecciones arqueológicas realizadas sobre todo en 1977.

Documentado desde el año 969 en un documento perdido, pero citado por el Padre Villanueva en su Viaje literario a la Iglesias de España, fue uno de los castillos que estuvo en posesión de Arnal Mir de Tost. Este noble de Urgel fue quien tomó la iniciativa en la nueva organización territorial de la frontera y a quien Ramón IV de Pallars cedió en feudo el castillo como dote cuando en 1055 se casa con Valença, hija del conde. A la muerte de Arnau Mir de Tost, la posesión del castillo y territorio regresó al conde del Pallars en virtud de su testamento, dado al siguiente conde de Pallars, que fue su nieto. Los años sucesivos, sus dominios crecieron de tal manera que pronto se añadieron más fortalezas como los castillos de Guardia, Estorm, Moror, l'Alzina y Puigcercós. Al morir Arnau Mir, entregó sus posesiones a su hija Valença, y a su nieto Arnau. A partir de aquí, las siguientes generaciones continuarían haciendo crecer el patrimonio heredado. Continuó en manos de los condes de Pallars, hasta que, más adelante, en su época más esplendorosa, perteneció a la familia Mur, que tenían el centro...

GUÍA MALEDUCADA Y BORDE. Al acudir allí no sabíamos que SI O SI había que contactar con guía (lo cual veo absurdo y evidentemente monetizador) y en ningún momento vimos un cartel o algo que indicara que había que adquirir el servicio previamente. Pues hemos subido unas escaleras y al entrar a una parte del castillo oh sorpresa, estaba un montón de gente con una "guía", que nos ha tratado de manera muy despectiva (aparte de que claro, con su trato desagradable todos los presentes nos han visto de la misma forma en plan: qué hacéis aquí) y nos hemos quedado de piedra. La guía nos ha dicho de muy mala gana y malas maneras ( y en catalán asumiendo que es un idioma universal, que igual perfectamente podríamos haber sido de Estados Unidos, Francia) que si algo que nos hiciéramos por ahí y que ya se vería el precio o tarifa. Nos ha parecido un trato grosero y despectivo. Si queréis atraer turismo "lo estáis haciendo genial". A ver si os regula alguien sensato y le para los pies a esta gente que se creen Dios. La mujer está andando entre nubes casi. Es una pena porque el sitio es muy...