El monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, aun hoy habitado por una comunidad de monjes blancos, esta situado sobre la orilla del río Jalón. Rodeado de tierras fertiles y con buena provisión de agua. Declarado Monumento Nacional en 1882. En el interior de sus muros, encontraremos un mundo ajeno a las prisas y al ruido. Es un lugar ideal para el retiro y la oración. Los huéspedes pueden participar en los oficios cantados de los monjes y disponen de una arboleda para completar su retiro con paseos para la reflexión.
El cenobio fue fundado por el rey Alfonso VII, en cumplimiento de una promesa que hizo en el cerco de Coria. Para este proyecto, el rey trajo en 1142, desde la abadía de Berdoues en Gascuña (Francia), una comunidad de monjes cistercienses, con su abad Rodulfo.
El monasterio ofrece al visitante, toda una gama de estilos, pero siempre con la sencillez y la pureza de lineas del estilo cisterciense. Consecutivas obras y añadidos en determinados lugares; distraen un poco de la sobriedad original cisterciense, pero sin llegar a hacer desaparecer su esencia y consiguiendo un equilibrado al conjunto monástico, donde podemos ver estilos arquitectónicos des del románico al gótico-plateresco.
La Iglesia tiene 3 naves. En su interior destaca el Retablo Mayor de estilo barroco y los sepulcros y urnas románicos de la familia Finojosa. El coro construido en el siglo XVI y cerrado por una reja. Al lado se halla el sepulcro de Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, que quiso ser enterrado en este lugar.
El refectorio es una de las partes mas interesantes y una obra maestra del arte cisterciense. Tiene una sola nave muy luminosa que se cubierta con bóvedas ojivales. Destaca la escalera calada, abierta en el muro a través de arcos por la que se acceda al púlpito de lectura.
El claustro, formado por dos pisos, se sitúa en el lado norte del templo y fue construido en el siglo XIII. El piso inferior está formado por arcos apuntados que en su interior poseen un arco de medio punto semitapiado y encima un óculo. El piso superior de estilo renacentista,con arcos muy rebajados adornados con medallones de santos.
La sala capitular se encuentra junto al corredor este del claustro. Aunque está muy reformada posee elementos de la primitiva obra románica como los ventanales y el acceso.
Junto al claustro gótico se sitúa el claustro de la hospedería. Fue construido en 1583 en estilo herreriano. En el centro se sitúan las esculturas de San Martín de Finojosa y Rodrigo Jiménez de Rada. Este espacio, en la actualidad, continua cumpliendo función...
Read morePara las personas que gustan de ver arte románico, gótico, incluso herreriano o plateresco resulta visita obligada. Horario verano de 10 a 13 y de 16 a 18 horas. Creo que con hora y media es suficiente para admirar los detalles que encierra. Actualmente hay obras de restauración en algunos sitios, debido a que la piedra arenisca con la que está construido se encuentra muy degradada. Se accede por la puerta de la iglesia y ante la gran reja del siglo XVIII se tuerce a la izquierda para entrar en la tienda donde el monje encargado (entrada 3€) nos proporciona un díptico muy simple como simple es la visita; en él hay un sencillo dibujo con números de la planta del monasterio. Sólo hay que seguir fijos números y sus correspondientes explicaciones. A destacar: arquerías sepulcrales en primer claustro, el retablo superbarroco de la capilla mayor (7) y ahora, porque han sacado el retablo barroco que lo tapaba, un interesante vestigio de cómo era primitivamente la decoración de un altar románico en la segunda capilla a la derecha de la capilla mayor. Como el coro no se puede visitar es difícil admirar desde abajo su sillería y el órgano ( lástima no poderlo oír). Otras joyas son el antiguo refectorio de los monjes (12) y el de conversos (14). La primera planta del claustro (11) está realizada en estilo gótico, puro cisterciense, aunque por desgracia muchas arquerías se encuentran semicegadas y con muchos capiteles en muy mal estado. Pero la segunda planta en estilo plateresco resulta muy interesante. En fin sólo hay que seguir la numeración...
Read moreSobre el año 1162 monjes herederos del Císter, en la Borgoña francesa, fundaron en el sureste de Soria, entre Medinaceli de Castilla y Ariza de Aragón, el monasterio de Santa María de Huerta. Emplazado en la localidad del mismo nombre, un muro circular recorre la cintura del cenobio, a orillas del río Jalón, y por uno de sus lados se accede a la fachada de la iglesia, que es la actual entrada al monasterio. Ya el románico cede el paso al estilo gótico, ya los monjes negros dejan su hueco a los monjes blancos de Bernardo de Claraval, para superar algunas prácticas inoportunas de la orden benedictina. El monasterio tiene en mi opinión dos aspectos singulares: La construcción de dos claustros, el gótico del siglo XIII, hermosamente trazado, y el plateresco del siglo XVI, donde vive la comunidad actualmente. Es posible ver la silueta de algún monje sentado en actitud de estudio a través de los cristales de la planta superior. El otro aspecto es precisamente la presencia de monjes en el cenobio, no llegan a veinte, y el acogimiento a cualquier persona en la hospedería del convento. El refectorio o comedor, alargado y de amplias vidrieras para dar luz a los comensales de antaño, contrasta con el cierre de bajo techo de la cilla o almacén, convertido en sala audiovisual en la que se proyecta un video muy interesante del pasado y presente del cenobio. Apenas media hora de duración. La iglesia de cruz latina es la parte inseparable del monasterio. No dude el viajero en descolgarse desde la autovía para visitar esta formidable fábrica...
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