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Mas de ocho siglos nos contemplan y el Monasterio de San Andrés De Arroyo, aún cumple su función, estando habitado hoy en día, por la comunidad de monjas de clausura cistercienses. Año 1189, doña Mencía, registra su inicio y construcción, como abadesa, patrocinado por el Rey Alfonso VIII de Castilla. El monasterio está apartado de los núcleos de población, como ordena la regla cisterciense. Aquí, el tiempo pasa sin notarse, hay que escuchar el silencio. Compramos nuestros tickets para la visita y una monja de clausura que lleva más de 73 años en el monasterio nos acompaña, lenta y pausadamente, recorremos las estancias, comenzando por el viejo almacén y de forma asombrosa se abre ante nosotros la joya del Monasterio, el claustro, con sus galerías originales conservadas, aunque la oriental es del siglo XVI, momento en el que se añadió una planta superior. Recorremos el claustro y nos detenemos en el capitel del ángulo noroeste, con esos tallos calados, como si flotaran en el aire, maestría del escultor que lo talló. Vemos el resto de capiteles, más de cincuenta dobles, con sus composiciones vegetales, sin figuras, para que no distraigan la oración. Sin duda es lo mejor que existe en todo el románico español y europeo. Si fueras una monja “ conversa “, es decir que sigues la regla cistercienciense, pero te dedicas a las tareas más duras del campo entras por ésta puerta, pero si eres “ profesa “, estás liberada de estas tareas manuales y puedes dedicar más tiempo a la oración. Seguimos en el claustro del monasterio y vemos la puerta central con más arquivoltas y columnas que las demás, es la puerta “ procesional “. Un poco más adelante, la sala “ capitular “, donde tú lector o lectora, si estuvieras aquí y pertenecieras a ésta comunidad religiosa cisterciense, deberías sincerarte ante tus iguales y confesar tus faltas, públicamente y aceptar las consecuencias, si fuera necesario entonces, muy cerca tienes la estancia de reclusión y castigo, por si hay que reconducir alguna conducta personal. En la sala capitular se encuentra el sepulcro de su fundadora, fue enterrada con un finísimo sudario de seda musulmana, conservado impecablemente. También se encuentra el sepulcro de su hermana de sangre y sucesora, doña María. Si estás aquí en esta sala “ Capitular “ , sólo tienes que mirar arriba, al techo y ver la inmensidad de la sala capitular, su altura te sobrecogerá. Salimos y volvemos a la galería del “ claustro “ y llegamos a la iglesia, vemos el ábside de grandes dimensiones en la cabecera, presbiterio recto y dos capillas laterales, más pequeñas. Los siete ventanales del ábside semicircular te impresionarán, su luz te llena, imagínate, cierra los ojos un instante y mira en tu interior un monasterio con poca luz, sólo alumbrado por velas, y la luz de la mañana llenándolo todo, eso que percibes, es la sensación de la luz, del ábside central. Al dejar el monasterio, te preguntarás quienes y cómo pudieron ejecutar tal preciosidad hace más de ocho siglos, pues, sólo lo descubrirás si vienes al Monasterio de San...
Read moreAbadia de monjas cistercienses fundada a finales del S. XII por la condesa doña Mencia, primera abadesa cuyo sepulcro es uno de los que se encuentra la Sala capitular.
El monasterio no ha sido nunca abandonado, quizás sea el motivo de su buen estado de conservación. El número de monjas, algunas de clausura, ahora es muy reducido. Aún así, una de ellas te hace de guía, su compañía hace que la visita sea más curiosa y monacal, sobre todo por la conversación mantenida, con preguntas sobre el monasterio y la vida.
Sobre la arquitectura destaca el claustro, motivo principal de mi visita, por sus arcos apuntados con columnas pareadas, con bellos capiteles decorados con motivos vegetales típicos del Císter. Es uno de los más espectaculares y mejor conservados que he visto.
Por encima de todo destaca una de las columnas del claustro. Su forma y escultura exquisita la hacen única, tanto por su fuste tallado con franjas en zig-zag y flores, como por el capitel, con motivos vegetales imposibles de esculpir que sin que nadie te lo diga te hace saber que estás ante algo único.
La Sala capitular, de estilo gotico, destaca por su bóveda y por la ausencia de columnas, seguramente existan otros similares pero para mí el primero que he visto con esta arquitectura.
Su origen se debe según la tradición de la talla de San Andrés encontada en el arroyo que bordea...
Read moreDicen que es de lo mejor del románico de la zona, y que es imprescindible su visita. Contacté con quien gestiona las visitas con días de antelación porque es imprescindible reservar cita antes. Pero cuando llegué, con cuatro minutos de retraso, no encontré a nadie en el recinto. Finalmente encontré un torno donde me atendieron y me dijeron que fuese a comprar la entrada pero me echaron la bronca por llegar tarde. Me dijeron que me podía incorporar al grupo, aunque la explicación ya había comenzado, lo cual no me importaba porque era muy poco tiempo después. Pero al entrar al recinto me recibió una monja con mucho genio y poca caridad,, que me dijo que no podía ser que llegase con retraso. Intenté explicar que había llegado 4 minutos retrasadla pero que el resto de los 6 minutos había estado intentando encontrar alguien que me atendiese, en vano...se cerró rotundamente a que entrase con el grupo. Luego se quejan de que no tienen medios para subsistir...si hubiese entrado hubiese pagado la contribución normal y probablemente hubiese comprado unos dulces por ayudarlas. Pero fueron odiosas. Mucho mejor ir a iglesias pequeñas, donde te encuentras con gente del pueblo dispuesta a enseñártelas y con quienes estableces una relación familiar. No puedo entender cómo puede estar...
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