Una vez a la semana llevan los restos de las carnicerias de Tremp a este lugar, donde tradicionalmente los pastores dejaban el ganado muerto, para que buitres leonados, buitres negros, rompehuesos y otros carroñeros tengan un pequeño complemento a su dieta habitual. Des la llegada a la oficina del pueblo puedes verlos sobrevolar el coche amarillo de la comida, y, en la lejania del mirador podras ver unos 150 metros como se alimentan. Algunas fotos que salen aqui es de una excursión privada que te deja justo donde comen pero vale 70 euros (no es esta). Esta actividad es gratuita y con reserva previa La guia y la información de la oficina es completisima y los buitres vuelan bastante cerca. Impresiona y vale mucho la pena.