Nuestro objetivo era poder visitar de primera mano una granja de leche. Tuvimos que esperar un buen rato después de la hora concertada. En verano hay dos visitas, una por la mañana y otra por la tarde. Fuimos cuatro personas, dos niños ya mayores, pero esto en si no tiene ningún límite de edad. En primer lugar nos reciben unos perros super simpáticos A los que les encantan los mimos, no se separan mientras reciban caricias. Lo que menos nos gustó de todo fue la charla del dueño. Un monólogo sobre las explotaciones ganaderas y cómo está en contra de Mercadona por su política de compras. Algo, que sinceramente no pega para nada en unas charlas y visitas, principalmente con niños. Los nuestros eran grandes y pueden aguantar pero la gran mayoría son niños pequeños que quieren ver a los ternerinos...y aguantar la charla en un poco tedioso. Debería plantearse este tipo de charla. Y hablar algo más genéricamente sobre las grandes superficies... Imagino que las políticas de compras serán iguales las de Mercadona, Carrefour, Lidl, etc. Por favor, una jornada agradable y no una charla casi política. La explicación del resto de la granja bien, pero no vemos nada más de las instalaciones, solamente donde están las vacas lecheras y los terneros. El momento más top era darle de mamar a los terneros con el biberón, claro que a veces hay mucha gente y un número limitado de biberones... La entrada a la visita cuesta dinero a todos, y a grandes y chicos nos gusta esa experiencia, por eso vamos.... habrá que ver si tienen que tener un cupo. Después de la visita tuvimos una degustación de productos. Productos de calidad y auténticos. Eso sí, la degustación... Muy pequeña en cantidad, podía ser un poco más espléndidos cuando saben que la mayoría de las visitas compra algo. Nosotros nos llevamos un queso madurado, uno fresco y una quesada. Todo muy rico. Pero creo que las porciones de degustación no pasaría nada porque fueran más generosas. Cómo experiencia para niños pequeños muy buena, si se les entretiene con las cosas que hay en la granja (camas elásticas, pequeña tirolina, etc) porque si no se cansan...
Read moreNo me parece una visita enfocada a los niños. Empezamos dando el biberón a los terneros 5 minutos. A mí hijo no le gustó, no paraba de preguntar por qué tenían a los terneros encerrados en una jaula y por qué no les dejaban estar con su mamá. El resto de la visita consistió en un largo monólogo sobre la industria de la Leche, la situación de los pequeños ganaderos... todo de pié en el mismo lugar. La explicación está dirigida a los adultos . La verdad es que me resultó muy interesante... lo poco que pude escuchar, rodeada como estaba de niños que se aburrían y lloriqueaban o pedían a sus padres que les acompañaran a las camas elásticas... y mi propio niño aburrido tirándome de la manga por la misma razón. Una visita familiar debería ser más variada, interactiva, con más cosas para ver y para tocar o hacer. Por otro lado, mucho mejor que mi hijo no escuchara las explicaciones! Porque el guía contaba con toda franqueza -y crudeza- que los terneros que no iban a producir Leche se iban directo al matadero, sin ahorrarse ni los detalles sobre el despiece. Un poco fuerte para un niño, y más después de haber creado un vínculo con el animal y de darle el biberón! No nos enseñaron las instalaciones, ni dónde se ordeñan las vacas, ni dónde se elabora el queso, ni nada. Había leído en un blog en el que se recomendaba la visita a esta granja que organizaban una especie de búsqueda de tesoro para los niños, pero no hubo nada de eso. La tirolina estaba rota. Lo que sí estuvo muy bien fue la degustación, variada y abundante. Exquisito todo. Compré sobaos, quesada y queso de Nata, todo delicioso! Volvería a la granja, pero sólo para comprar sus productos, que son de gran calidad. Para terminar, no me parece que las vacas de granja Cudaña sean vacas felices. Están allí hacinadas para producir, comiendo comida preparada. No salen nunca a pastar. Les arrebatan a los terneros desde el primer momento y los alimentan exclusivamente con biberón,...
Read moreFuimos con la idea de conocer como es una granja por dentro, como funciona, como vive el ganado, como es el trabajo en primera linea del sector primario, el proceso de la elaboración de los quesos y la leche..
Lo que nos encontramos fue un señor dando lecciones de política y capitalismo. Transformando una aparente charla sobre su granja a un mitin populista.
A grandes rasgos intentaba trasladar el mensaje de que la sociedad tenemos que comprar productos frescos y de proximidad, porque si no al final acabaremos bebiendo leche en polvo de Polonia, que el capitalismo se nos está comiendo y que no nos damos cuenta, y que el bienestar de los animales es lo primordial para dar un buen producto, así que apostar por comprar en granjas españolas siempre es mejor opción.
No me quiero meter en la dirección del discurso porqué de hecho, estoy bastante de acuerdo. Pero lo que no puedo entender es que esta granja monte un mini park dentro para que vayan facturando familias con niños, cobre 10e por persona para estar escuchándole 30 minutos, dar de comer a unos terneros, que debían tener meses, con 30 personas rodeándoles, gritando, tocándoles con todo ese estrés que conlleva para ellos y lo peor es que sacaron a un ternero recién nacido (el día anterior) fuera de su reciento para que los niños y no tan niños lo pudiesen tocar. La imagen era desesperante, un ternero sin entender nada, queriendo huir todo el rato y un montón de gente a su alrededor intentando acariciarle.
Sin vender el discursito de que el capitalismo bla bla bla y que sus vacas se sabe sus nombres y se las quiere mucho, ya da mucha pena todo el montaje que hay allí, habiendo escuchado todo el discurso, no se aguanta por...
Read more