Paisaje sublime que colma la mirada en busca de libertad. Aunque dura lo que la vista en el cielo, porque hay demasiadas restricciones y regulaciones que impiden disfrutar del entorno como hace años hacíamos. Hoy no se puede ni sacar una silla plegable para comerte un bocadillo con tranquilidad. Todo son amenazas y posibles multas. Hay que ir a consumir y a pagar a los pocos establecimientos ( camping o refugio).
Y escalar,...pues dificil rambien. Los unicos meses que se puede escalar en roca seca a la sombra en Espelunga, a dia de hoy esta prohibido. Ahhh cuando llegan las lluvias y la nieve,...entonces se puede. Lastima que ya no podamos acariciar esa roca. En fin...es lo sue hay.