Salinas do Ulló — Attraction in Vilaboa

La GRANJA JESUITA das Salinas do Ulló (Orden Religiosa Católica Compañía de Jesús) tuvo un impacto significativo en la comunidad local, tanto en términos económicos como sociales:

Desarrollo Económico:

Durante su época de actividad, las salinas fueron una fuente importante de empleo para los habitantes de la zona. La producción de sal, un recurso esencial para la conservación de alimentos, generó ingresos y fomentó el comercio local.

Innovación y Tecnología:

La construcción de diques y sistemas de compuertas para controlar las mareas representó un avance técnico notable. Esto no solo benefició a la producción de sal, sino que también sirvió como modelo para otras iniciativas similares en Galicia.

Impacto Cultural y Social:

La presencia de los jesuitas, quienes gestionaron las salinas durante un tiempo, dejó una huella cultural en la comunidad. Además, la granja asociada al complejo con CAPILLA integrada, proporcionó vivienda y recursos para los trabajadores, creando un microcosmos social alrededor de la actividad salinera.

Legado Ambiental:

Aunque las salinas dejaron de operar, el área se transformó en un espacio natural protegido. Hoy en día, las marismas y los restos de las salinas son un refugio para la biodiversidad y un lugar de interés para la educación ambiental y el turismo.

La GRANJA de los JESUITAS das Salinas do Ulló también se entrelazan con la historia de la Desamortización de Mendizábal. Este proceso, llevado a cabo en España durante el siglo XIX, consistió en la expropiación y venta de bienes eclesiásticos, incluyendo propiedades de órdenes religiosas como los jesuitas.

En el caso de la GRANJA de los JESUITAS de las Salinas do Ulló, éstos habían gestionado estas instalaciones desde finales del siglo XVII, pero con la expulsión de la orden en 1767 por Carlos III, las propiedades pasaron a manos de la Corona,  que marcó el fin de la influencia jesuita en lugares como las salinas.

Este proceso tuvo un impacto significativo en la economía y la estructura social de la época, ya que muchas tierras y bienes pasaron a manos privadas, alterando el equilibrio de poder en las comunidades locales.

En el caso concreto de Vilaboa y las Salinas do Ulló, la DESAMORTIZACIÓN marcó el inicio de su abandono progresivo. Las salinas, al ser subastadas y privatizadas, ya no contaron con el respaldo institucional ni el mismo nivel de inversión para seguir operando. Esto impactó negativamente en la economía local, ya que las salinas habían sido una fuente importante de empleo y de actividad económica. La falta de rentabilidad, sumada a la competencia de otras formas de conservación de alimentos, llevó al cese definitivo de la producción de sal en la zona.

Hoy en día, el legado de ese proceso histórico se puede ver en las ruinas de las salinas y la GRANJA de los JESUITAS, que son un testimonio silencioso de los cambios sociales y económicos que se vivieron en...

Las salinas de Ulló. Éste es uno de esos miles de lugares desconocidos de Galicia. Las salinas datan del siglo XVII y fueron una empresa de gran importancia durante muchas décadas. Los impulsores de éstas salinas fue un colegio de jesuitas, que solicitaron la concesión de éstos terrenos al ayuntamiento de Vilaboa. El crecimiento de las salinas fue muy rápido, se puede las ruinas dan claro ejemplo. Llegar a las salinas es muy fácil, está bien señalizado desde la carretera que lleva a Pontevedra a su paso por Vilaboa. Hay un aparcamiento justo enfrente, a veces se queda escaso, y el ayuntamiento tendría que mejorar la carretera de acceso, habilitando más zonas de aparcamiento. Nada más llegar, podemos ver la gran superficie que ocupa la salina y sus alrededores. Podemos ver un largo pasillo de tierra, delimitando con una pared, a nuestra izquierda, la salina principal. Al lado derecho, podemos ver otra gran superficie "pantanosa"... Que a mi entender, necesitaría una barandilla, para evitar que alguien se caiga (o por lo menos en las zonas con "más peligro"). Esta zona pantanosa es lugar de gran importancia para aves migratorias que pasan por nuestra península, además es una zona de interés a nivel natural, de flora y fauna. Es un lugar para pasar un par de horas, muy fácil para caminar, entre que se recorre todo el perímetro de las salina y comtemplas el entorno. Caminar por la pared que delimita la salina y el mar, es poco aconsejable para personas que "miedo", sobre todo con la marea alta, pero da la sensación de estar caminando en medio del mar. No dejéis de ver las instalaciones de la antigua fábrica, para hacerse una idea de lo importante que fueron durante décadas. Junto al aparcamiento, había un pequeño puesto ambulante, donde pudimos comprar unas botellas de agua después del paseo (1€ la botella). Una visita muy recomendable, aunque sea un lugar...

Las salinas son del XVII situadas al final de la ría de Vigo explotadas por los jesuitas. Otro de los lugares a visitar son los restos de unas casas de piedra, en ruinas pero que conservan elementos arquitectónicos interesantes como escaleras, cocinas y chimeneas; supongo que vivendas de los jesuitas o de los que trabajaban en las salinas. Igualmente hay unos restos de molinos de mareas de los que solo quedan restos. Tenemos también zona de marismas y un buen paseo que recorre toda la zona final de la ría hasta prácticamente la desembocadura del río Verdugo. Un paseo muy cómodo para hacerlo con niños sin problemas y seguro que les encanta cruzar la ría por el muro...