El epitafio de la tumba de Santo Tomás Moro dice lo siguiente: Año 1532 Tomás Moro, nacido en la ciudad de Londres, de familia honrada, sin ser célebre, y un tanto entendido en letras, tras haber ejercido en el foro durante algunos años de su juventud y administrado justicia como Under-Sheriff en aquella ciudad fue llamado a la corte por el muy invicto rey Enrique VIII ( que fue el único entre los reyes que mereció el justo título de Defensor de la Fe, como verdaderamente lo demostró con la pluma y con la espada: renombre hasta ahora desconocido). Se le nombró miembro del Consejo, siendo creado Caballero, luego Vice-Tesorero, más tarde Canciller del ducado de Lancaster y, finalmente, por admirable favor del rey, Canciller de Inglaterra. Entre tanto, se le había elegido Speaker de los Comunes, siendo además embajador del rey en diversas ocasiones y lugares: la última de las veces en Cambrai, como acompañante y colega adjunto a Cutberto Tunstall, el jefe de la misión, que era entonces obispo de Londres y poco después lo fue de Durham, persona a la que difícilmente habrá hoy en el mundo quien aventaja en sabiduría, prudencia y bondad. Con grandísima alegría intervino allí como embajador, y vio renovarse la alianza entre los monarcas supremos de la Cristiandad, y restablecerse en el mundo la paz por tanto tiempo deseada: Quiera el cielo consolidar esta paz y hacerla perpetua. En el desempeño de estos oficios y honores fue tal su conducta que ni el rey desaprobó sus acciones, ni se hizo odioso a los nobles ni desagradable al pueblo. Causó pesar, en cambio, a los ladrones, a los homicidas y a los herejes. Su padre, el Caballero Juan Moro, elegido por el rey magistrado del King's Bench hombre cortés, afable, inofensivo, dulce, indulgente, justo e incorruptible; avanzado en años, pero físicamente lozano para su edad- luego de ver alargada su vida hasta contemplar al hijo como Canciller de Inglaterra, y juzgando que había morado bastante en esta tierra, partió ganoso al cielo. Pero muerto el padre, su hijo -a quien mientras aquel vivió se le solía apellidas “el joven", y el mismo así lo creía- echando de menos al difunto padre, y considerando su progenie de cuatro hijos y once nietos, empezó a envejecer para sus adentros. Y la impresión que esto causaría a su ánimo se le recrudeció al declarársele a continuación una dolencia maligna al pecho, como indicio de vejez que se desliza. Harto, por consiguiente, de estas cosas perecederas renunció a los honores y obtuvo al fin, por incomparable beneficio de su muy Graciosa Majestad -y si Dios favorece su empresa- lo único que casi desde la misma niñez había siempre apetecido: que le quedasen en su existencia algunos años libres en los que, apartándose poco a poco del trajín de esta vida, pudiese meditar sobre la inmortalidad venidera. Trasladados los huesos de su primera esposa, cuidó la construcción de este sepulcro para avezarse, día a día, a la idea de que la muerte se acerca arrastrándose sin tregua. Y para que no haya erigido en vano esta tumba mientras vive, y no tiemble ante el horror de la inminente muerte, sino que la acepte con alegría por ansias de Cristo, y para que la muerte no le sea cruda extinción, sino entrada a una vida más feliz: Te suplico, buen lector, que le ayudes en vida tus piadosas oraciones, y que las continúes cuando muera. Aquí yace Juana, querida mujercita de Tomás Moro; sepulcro destinado también para Alicia y para mí. En los años de mi mocedades estuve unido a la primera: gracias a ella me llaman padre un chico y tres chicas. La otra fue para con ellos -cosa rara entre madastras- madre cariñosa, como si de hijos propios se tratara. De igual modo vivo con ella como viví con la anterior: difícil es decir cuál de las dos me es más querida. ¡Ay, qué gran suerte sería estar juntos los tres! Ay, qué dicha si lo permitieran la religión y el destino! Y por eso pido al cielo que esta tumba nos cobija unidos, concediéndonos así la muerte lo que no...
Read moreLocated in Old Church road in Chelsea Embankment. This Church used to be the Parish Church of the Chelsea Village before it was part of London. The building, as it stood before the war, consisted of the Chancel, dating probably from the 13th century, with Chapels on the North and South (about 1325), and the Nave and Tower (1670). The cupola was removed in 1815, but the weather vane remains.
Both Chapels were private property, that on the North, now known as the Lawrence Chapel, belonging to the Lord of the Manor of Chelsea. The present arch leading from the Chancel is a reproduction of the original 14th century one, which collapsed in 1784 and was only partly restored.
#Chelsea...
Read moreMade it a point to visit here to see where the Queens of Henry VIII worshipped. Also wanted to see the Sir Thomas More statue. Knew they had kneelers that were crocheted with some of the worshippers over the years. I am from Maryland and was told there was a kneeler to a Marylander in the Church. Thomas Lawrence was a Royal Governor of Maryland about 40 years after my ancestor, Thomas Greene who was from Bobbing, Kent. I really loved the tombs that belonged to the Tudor era figures. The Dacre monument was probably my favorite along with the Stanley and Cheney tombs. Stayed for Vespers....
Read more