Paseo aventura clima Safari a 20 minutos de Montevideo
Visite ¨La Macarena¨ - Al final del Humedal, un domingo soleado de noviembre. Buscaba un lugar para almorzar con algun plus de campo y me encontre con una experiencia intensa e impactante, un verdadero Safari, en clima de aventura lleno de novedades, informaciones valiosas de biodiversidad y producción de frutas, en una continua acumulacion de experiencias sublimes. Camuflado como un proyecto para el avistamiento de aves es en realidad el mejor proyecto agroturístico ecológico del Uruguay. La recepción es un centro de Avistamiento de aves, atrás de la curiosa construcción hay mesas al aire libre donde se puede almorzar en contacto con la naturaleza. El menú gastronómico no es el fuerte del paseo pero es aceptable. La pareja responsable, Mariano y Graciela, secundados por Charo (gastronomía) y Nestor (guia, guarda ecológico) son generosos en todo. Hay un paseo de Jeep 4 x4, estilo Parque de los Dinosaurios, con paradas para recorrer senderos y apreciar la biodiversidad de plantas autóctonas, llegando a un embarcadero, donde comienza la inusual experiencia de un paseo en bote por los canales y ríos que circundan la región. Hay un sabor a safari y aventura presentes, los peces saltan por arriba del bote. Se usan chalecos salvavidas y la embarcación está habilitada para este tipo de paseo. A la vuelta nos espera agua fresca y sombra, después de un breve descanso arranca un paseo de jeep por la zona productiva, donde se conocen técnicas productivas de frutas. Hay un parada para recolectar y comer frutos de la planta, en mi caso fue arándanos. Es una experiencia emocionante, fue mi primera vez de comer frutos cosechados por mis manos. El entorno del humedal es una vision única, y en este caso es presentado de forma atractiva, entretenida y educativa. Mejor Imposible. Pero al llegar quedaba una merienda, café servido como en el campo con degustación de tortas y mermeladas hechas con las frutas cuya producción observamos. Vimos el proyecto de acuicultura, pudiendo alimentar los peces en creación, donde futuramente funcionará un ¨pesque y pague¨. Imperdible, es una escapada que todos los que vivimos la rutina de una gran ciudad deberíamos hacer una vez al año para recuperar un poco de nuestra...
Read moreFuimos un fin de semana en vacaciones de Julio con nuestra nena al almuerzo. Llamamos previamente para reservar, donde nos dijeron que el menu podia ser el plato del dia, minutas y pastas.
Al llegar al lugar, hacia muchisimo frio, el local estaba apenas calefaccionado con una estufa a gas hogareña, por lo que nos quedamos todos encamperados. Estuvimos unos 15 o 20 minutos esperando a que nos atendieran. Cuando finalmente nos atendieron, nos ofrecieron el plato del dia, preguntamos por otras opciones, y ahi resulto ser que las "minutas" se limitaban a una hamburgesa al pan, y las "pastas", no tenian, pero luego de mucho insistir nos dijeron que podian ofrecernos unos tallarines con tuco. Un tanto desilucionados, optamos por el plato del dia, ya que ir a cualquier otro lugar nos hubiera implicado unos 45 minutos en auto. Un detalle no menor, es que en ningun momento nos ofrecieron una carta, de modo que no teniamos ni idea del precio de los platos.
La comida llego un rato despues, estaba bien, pero no era nada del otro mundo, una carne al horno con papas, boniatos y ensalada de lechuga y tomate. Luego de almorzar, la idea original era hacer alguna actividad al aire libre, pero, corria tanto viento y hacia tanto frio que se nos fueron las ganas. Igualmente, cada actividad (desde andar en los botecitos hasta recolectar fruta o recorrer monte nativo) tiene un costo, y eso es algo que hay que tener en cuenta.
Finalmente, decidimos volvernos, ya que no aguantabamos mas el frio (y para entonces, habian llegado otros comensales, por lo que nos sacaron la estufa de al lado para ponersela a ellos, y nos estabamos congelando). La ultima sorpresa fue la cuenta. Casi $1100 pesos por dos platos de comida sencillos, un postre, una jarra de coca (con poco gas) y una copa de vino. La verdad, hemos comido mucho mejor por no mucho mas en restaurants hechos y derechos.
No se, quizas tuvimos mala suerte, pero no lo recomendamos. Mala atencion, propuesta un tanto precaria y mala relacion calidad / precio. Quizas en verano sea mas disfrutable, pero no volveremos...
Read moreLa Macarena es un escape para quienes viven en zonas urbanas densamenta pobladas. Un lugar oculto de Montevideo en Melilla, sobre los Humedales de Santa Lucía. 40 kilómetros cuadrados de puro paisaje donde la naturaleza se fusiona con la mano del hombre; con una atención gastronómica de calidad y servicios anexos para ocio bien competentes: mini golf, salón de eventos, futbolito, piscina, juegos de mesa, red saltarina, paseo en jeep y lancha, animales domésticos, etc.
El paisaje impecable: diseñado. Arquitectura estilo rústica con buenas terminaciones; puentes colgados pasarelas encima de estanques; pasto cortado en áreas estratégicas y maleza salvaje transitable por senderos. El sitio evoca por momentos la experiencia de como sería la interacción con una naturaleza intacta.
La atención gastronómica impecable y respetuosa. Cocina con calidez familiar y variedad de platos a elegir. Ingredientes frescos y bien condimentados. La experiencia completa en un día incluye un almuerzo completo con tres platos: entrante, pato principal y postre; en la tarde una merienda suntuosa con comida y dulces elaborados por ellos mismos.
Las experiencias usuales incluyen: caminatas por senderos, cosecha de manzanas, recorrido en jeep y paseo en lancha por el río hasta llegar al Arroyo Colorado que divide los departamentos de Canelones y Montevideo.
Los dueños con una sabiduría notable sobre la chacra y la conservación de la biodiversidad; todo el tiempo estuvieron atento sobre la atención y el cuidado de los detalles. Te hacen sentir parte de la comunidad.
En La Macarena se respira la calma y la paz imposible de encontrar en la ciudad. Con miles de espacios para simplemente meditar, contemplar o compartir con tu familia. Está claro que estas experiencias tienen un público específico y si tú, que estás leyendo esto, va contigo la buena vibra de sentirte en contacto directo con la naturaleza; respirar un aire impecable; observar aves bien de cerca, esta es una buena experiencia que puedes vivir en familia.
Un lugar para...
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