Haras L'etalon — Hotel in Buenos Aires

Antigua estancia de campo a unos cuantos kilómetros de Pergamino. El camino no está mal salvo que llueva mucho y tampoco es que se pone muy fiero, pero hay que tener cuidado si cayó mucha agua. Es ideal si queres descansar y tenes niños porque no hay mayores riesgos: pileta con zona baja, juegos, mucho verde, perritos, caballos y vacas. Te olvidas del peligro y disfrutas. Y también es ideal si solo queres descansar y alejarte de las noticias con todas las letras. Mucha sombra para sentarse a tomar mate, leer o merendar. Alejandra te hace sentir que estás visitando a la tía o a la abuela en esa cocina llena de fuentes y platos, bandejas y heladeras, así que calculo que si viajas con niños hasta podes pedirle algo en particular para las comidas. Recomiendo solicitar pensión completa en el caso que se quiera ir a descansar y no manejar hasta ningún lado. En Pergamino tampoco es que hay mucho para ir y defraudarte, así que mejor la comida casera y en cantidad de la que te daba la nona hasta que decías basta. Falta mucho mantenimiento dentro del hotel, los colchones son cómodos pero las almohadas duras. Por fuera se entiende que no haya mayor cuidado sabiendo que estas en el campo y que las vacas pueden llegar a comer a metros de donde estas sentado; no hay televisión en las habitaciones, si en la sala de estar, tampoco hay aire acondicionado, si ventiladores. Hay metegol, mesa de pool, juegos de mesa y espacio para jugar tranquilo fuera y dentro de la casa. Las comidas son por lo general en una mesa comunitaria con los otros huéspedes, lo que nos hace recordar lo que genera la comida sabrosa y abundante sin un televisor que moleste: la charla, la familia, las risas y las anécdotas, incluido los debates... cosa rara en estos tiempos entre gente desconocida. Desayuno con más frutas que en hoteles de 5 estrellas, el cafe no me gustó, pero es algo subjetivo. También tenes la posibilidad de pedir restricciones en las comidas (si sos crliaco o tenes intolerancias): se esmeran porque termines pipon y feliz después de cada vez que te sentas a comer. Es económico para todo lo que ofrece... incluido un buen asado hecho por Ricardo, el compañero...

Fuimos a pasar un fin de semana en pareja. Al llegar, nos recibió Ricardo, esposo de Ale con quien habíamos confirmado la reserva. El lugar es una estancia, donde hay caballos, mucho espacio para caminar, perritos que son muy buenos y mucha naturaleza para donde mires. Las reservas son de bloques de dos dias y una noche, es decir, de por ejemplo sábado 11am a domingo 6pm, lo que te permite disfrutar dos dias de forma muy cómoda (aunque uno se queda con ganas de un día más, como mínimo). Ale y Ricardo ofrecen la posibilidad de abonar media pensión o bien almorzar, merendar o cenar mientras se avise con tiempo para que sean tenidos en cuenta para cocinar. Nosotros almorzamos ambos días en la estancia y la comida fue muy muy rica. Y lo más lindo es que estas con todos los huéspedes por lo que el ambiente es súper familiar. La estancia tiene un salón donde hay tele, mesa de Pool, juegos de mesa, entre otras cosas. Las habitaciones son sencillas pero cómodas para descansar, la nuestra tenía un baño súper grande por lo que era muy cómodo también. A la noche las estrellas se ven increíbles. Pero sin dudas, la pileta es de las cosas más lindas de la estancia. Da el sol absolutamente todo el día y si tienen suerte como nosotros, se aprovecha a full. Hay reposeras y sombrillas, la pile es grande y tiene partes bajas y otras profundas, y una pequeña parte para algún bebé/niño pequeño. Uno puede manejarse independientemente para entrar o salir de la estancia, y no se encuentra lejos del centro de pergamino (en auto). El desayuno tiene lo clásico, pero es clave que no te corren con la hora, sino que está preparado para que uno cuando se levanta (como tiene que ser en unas vacaciones) pueda desayunar tranquilo. Por cierto, las medialunas son espectaculares. Los precios de hospedaje son súper accesibles para el servicio que ofrecen y los referentes a la comida son acordes para quedar pipon. Dato: te permiten llevar tus propios vinos. Nos sentimos muy cómodos y esperamos volver pronto. Un placer y un gran...

Hermosa casa de campo, con la comodidad necesaria, la señora Alejandra muy amorosa, el señor también, la casa y la estadia ellos la hacen amena, se come muy bien y abundante pero sobre todo rico! PARA DESTACAR: soy celíaca, Alejandra consiguió galletas, panes, empanadas todo apto, y el cuidado necesario para no cruzar con gluten. Tiene para jugar al pool, mesa de ping pong, no te aburrís, nos tocaron dos días de lluvia y la pasamos bien igual! ! Volvería me gusta el campo en sí...