Hotel Umbral de La Luna — Hotel in Municipio de Fiambalá

Nuestra estadía tuvo varios percances:

Se nota que aún están preparándose como hotel y hay muchos descuidos y falta de atención por parte de los responsables: no hay nadie nunca en la recepción, salvo al llegar. Después de quejarnos, había una persona en la recepción la última mañana de nuestra estadía.

NO HAY AGUA por las mañanas, los huéspedes son advertidos al llegar, dijeron que era por las bajas temperaturas, aunque amigos en otra casa si tenían agua a la mañana.

NO HUBO AGUA CALIENTE las primeras noches: la administración dijo que otros huéspedes se habían dado baños demasiado largos, lo cual fue desmentido por esos huéspedes al preguntarles. Otros huésped reportó que se bañó con agua fría y otro que tuvo que esperar una hora y media, para que saliera agua caliente. La administración decidió llamar al plomero pues parece que tenían muy bajo la temperatura del termostato del termo tanque, aunque en todo momento responsabilizaron a los huéspedes que se daban largos baños. Nunca se hicieron cargo de su responsabilidad.

Nos quejamos en la secretaría de turismo, donde vimos que ya había quejas sobre este hotel en el libro de quejas.

NO HUBO CALEFACCIÓN en el lugar del desayuno las primeras mañanas, a pesar de la ola de frío. Al quejarnos, nos dijeron que no se podía encontrar la pieza que faltaba para prender la calefacción en el comedor. Milagrosamente a la mañana siguiente de la queja, había calefacción en el comedor.

SOLO ACEPTAN Pagos en efectivo. En el lado positivo, los colchones están buenos (son nuevos).

Si se quiere potenciar el turismo nacional e internacional en Catamarca, es importante que los hosteleros asuman sus responsabilidades y entiendan los estándares mínimos de...

revisando las reseñas es como si hace meses se estuvieran acomodando pero sigue habiendo un mal servicio. únicamente hay personal el día que llegamos, el resto de la estadía no había nadie nisiquiera en recepción.

al llegar la dueña nos había anotado mal las habitaciones y nos cambiaron para darles lugar a unos porteños siendo que ya habíamos reservado hace un par de semanas.

el comedor, aparte de las mesas y vajilla, lo unico que ofrece son saquitos de te y café, y sobrecitos de leche en polvo. hay una pava, un horno eléctrico y un dispenser de agua que no siempre tiene el bidón cargado.

las habitaciones tienen todas placard,ñ televisión c/directv y baño en suite. las camas no dejan mucho más espacio, salvo la hab 6 que tiene un recibidor y es más espaciosa. el WiFi va y viene, y sumado a que no suele haber buena señal por la zona es un obstáculo para comunicarse, ver direcciones, etc.

los baños están apenas equipados, y hay q aguantar la respiración cuando se usa algún artefacto porque hay una deficiente conexión de desagües que llega todo el olor a cloaca cuando se abre una canilla.

un solo día limpiaron las habitaciones de los 4 que estuvimos en total.

una noche se cortó la luz y no había una sola luz de emergencia que funcione.

no cuenta con lo más básico en términos de servicio para ser llamado un hotel. resulta más un alquiler de habitaciones...

Nos hospedamos 4 días, eramos 3. El lugar tiene muy buena accesibilidad, estacionamiento y de noche es muy silencioso, fresco y las instalaciones son nuevas y cuidadas. La limpieza del lugar es excelente. Desayuno seco, horno y pava electrica y un distinguido, dispenser de agua caliente y fría! Pero lo más destacado son sus dueños y anfitriones, tanto Fatima como Miguel son excelentes personas, tuvimos un problema con nuestro vehiculo y nos dieron solución al instante, nos recomendaron su mecanico, me acompañaron en todo momento y siempre estuvieron a disposición! sin dudas nuestros viajes a Fiambalá siempre serán pasando por Umbral de la Luna! Muchas gracias Fatima y Miguel! por mas anfitriones como ellos...