La Morada, Una ventana al Golfo. — Hotel in Veracruz

Es la primera vez que visito Costa Esmeralda y algo me queda claro, es el lugar idóneo para desconectarte y descansar. La Morada hizo de nuestro fin de semana algo más que placentero, nos hizo sentir como en casa, con la tranquilidad y espacio que uno necesita para respirar, contemplar y disfrutar de la naturaleza. Sus habitaciones son muy cómodas y amplias, cosa que se agradece cuando realmente quieres andar libre por el lugar. Cuentan con ventiladores en casa habitación así como aire acondicionado, agua caliente y suficiente espacio para colocar toda tu ropa y objetos con los que viajes. Dentro de sus instalaciones existe una habitación diseñada para personas con discapacidad motriz y acceso en silla de ruedas. Por el costo de hospedaje puedes disfrutar de un rico desayuno con fruta de la región (realmente muy rica y fresca) y algún otro complemento, todo con el sazón de La Morada. Su acceso privado y directo a la playa hacen que en menos de 5 min vayas de tu habitación a las dunas naturales de arena y puedas disfrutar de un día soleado ya sea a la orilla del mar o la sombra natural de las palmeras y de unas pequeñas palapas con las que cuentan. Como lo dije en un inicio, un lugar recomendado para descansar y...

El lugar es lindo y el trato amable. Sus instalaciones nuevas y con lo necesario para pasar unos días muy agradables. La playa es virgen, por lo que es prácticamente para ti solito, lo recomendable es llevar una buena hielera para estar horas frente al mar. El hotel te presta sombrillas que tú mismo debes instalar con fuerza y paciencia, necesitas refuerzos sobre todo si sopla el viento. La alberca pequeña pero suficiente, si llevas niños deben nadar muy bien. Ambiente relajado. Para los alimentos del desayuno sugiero dos cosas: uno que el plato de fruta sea más abundante, te ponen rebanadas tan delgadas que parecen de papel; dos que siempre haya una opción más para elegir el plato fuerte, para mí fue deliciosos pero una persona de mi familia no podía comer antojitos (enchiladas, tostadas, molotes) y pedir huevo tuvo un costo extra. Sería muy bueno que las habitaciones tuvieran un...

Un lugar muy agradable para descansar. Desde que llegas los anfitriones te tienen una atención personalizada. Los cuartos son amplios e impecables, con una terraza ideal para momentos de descanso y lectura. El acceso al mar es súper a unos poquitos pasos caminando y supieron guardar vegetación para mantener la duna, en la cual si tienes suerte podrás ver luciérnagas. Y para completar cuenta con alberca. Los desayunos están muy ricos, ideal para iniciar el día antes de disfrutar del mar, o de salir a visitar Tajin o San Rafael...

Et en plus on y parle francais. Un endroit calme et agréable, proximité de la plage à quelques pas, une superbe piscine, une ambiance familiale. Les chambres sont impeccables et spatieuses. Super...